30 julio, 2023

Domingo 17 (A) del tiempo ordinario

 El Evangelio del 5 de septiembre: "El Hijo del hombre es señor del sábado"  - Evangelio - COPE

Texto del Evangelio (Mt 13,44-52): En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.

»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.

»También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.

»¿Habéis entendido todo esto?». Dícenle: «Sí». Y Él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo».
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«Un tesoro escondido en un campo (...); un mercader que anda buscando perlas finas»

Rev. D. Enric PRAT i Jordana (Sort, Lleida, España)

Hoy, el Evangelio nos quiere ayudar a mirar hacia dentro, a encontrar algo escondido: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo» (Mt 13,44). Cuando hablamos de tesoro nos referimos a algo de valor excepcional, de la máxima apreciación, no a cosas o situaciones que, aunque amadas, no dejan de ser fugaces y chatarra barata, como son las satisfacciones y placeres temporales: aquello con lo que tanta gente se extenúa buscando en el exterior, y con lo que se desencanta una vez encontrado y experimentado.

El tesoro que propone Jesús está enterrado en lo más profundo de nuestra alma, en el núcleo mismo de nuestro ser. Es el Reino de Dios. Consiste en encontrarnos amorosamente, de manera misteriosa, con la Fuente de la vida, de la belleza, de la verdad y del bien, y en permanecer unidos a la misma Fuente hasta que, cumplido el tiempo de nuestra peregrinación, y libres de toda bisutería inútil, el Reino del cielo que hemos buscado en nuestro corazón y que hemos cultivado en la fe y en el amor, se abra como una flor y aparezca el brillo del tesoro escondido.

Algunos, como san Pablo o el mismo buen ladrón, se han topado súbitamente con el Reino de Dios o de manera impensada, porque los caminos del Señor son infinitos, pero normalmente, para llegar a descubrir el tesoro, hay que buscarlo intencionadamente: «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas» (Mt 13,45). Quizá este tesoro sólo es encontrado por aquellos que no se dan por satisfechos fácilmente, por los que no se contentan con poca cosa, por los idealistas, por los aventureros.

En el orden temporal, de los inquietos e inconformistas decimos que son personas ambiciosas, y en el mundo del espíritu, son los santos. Ellos están dispuestos a venderlo todo con tal de comprar el campo, como lo dice san Juan de la Cruz: «Para llegar a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada».

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo. Por esto, nuestro pensamiento debe estar siempre orientado hacia allí donde está nuestro tesoro» (San Juan Mª Vianney)

  • «La persona de Jesús es el tesoro escondido, es Él la perla de gran valor. Él es el descubrimiento fundamental, que puede dar un giro decisivo a nuestra vida, llenándola de significado» (Francisco).

  • «(…) La fe de los fieles es la fe de la Iglesia recibida de los Apóstoles, tesoro de vida que se enriquece cuando se comparte» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.117) 

    (https://evangeli.net/evangelio/dia/2023-07-30)

     


29 julio, 2023

Santos Marta, María y Lázaro, hermanos; amigos y discípulos de Jesús

 

 

 

 ¡Oh!, Santa Marta, vos, sois la hija del Dios de la Vida
y su amada santa, la misma que, haciendo honor al significado
de vuestro nombre: “señora y jefe de hogar”, os catapultasteis
a una cima elevada de gloria. Los escritos sobre vos en
el Sagrado Libro dicen que Jesús, os amaba, junto a María
 y a Lázaro, vuestros hermanos, porque amigos erais de verdad.
Y, vos, recordareis cuando preguntasteis a Jesús: “Señor,
¿cómo os parece que mi hermana, me haya dejado a mí sola
con todo el oficio de la casa? Por qué no le dices que me
ayude un poco en esta tarea?”. Y, Él os dijo: “Marta,Marta,
os afanáis y os preocupáis por muchas cosas. Sólo una cosa
necesaria es. María ha escogido la mejor parte, la que no
le será quitada”. Y, vos, entendiendo esto, lo escuchasteis.
Cuando Lázaro, murió, vos, presta, a Jesús, recurristeis y Él,
os dijo: “Tu hermano resucitará”. Y, creísteis que sería al
final de los tiempos. Pero, Jesús, os dijo: “Yo soy la Vida
y la Resurrección. Todo el que cree en mí, aunque haya muerto
vivirá”. ¿Crees esto?. Y, respondisteis: ¡Sí Señor, yo creo!
Y, os dijo Jesús: “¿Dónde lo han colocado?” Y, viéndoos llorar
a vos, y a vuestros acompañantes Él, lloró también y las
gentes decían: “¡Mirad cómo lo amaba!”. La piedra quitaron
y dijisteis vos: “Señor ya huele mal porque hace cuatro días
que está enterrado”. Y, Jesús os dijo: “¿No os he dicho que
si creéis veréis la gloria de Dios?”. Y, Jesús Dijo: “¡Lázaro,
ven afuera!”. Y, el muerto salió, llevando el sudario y las
vendas de sus manos. Santa Marta, interceded pues, para que
los “lázaros” de este tiempo, que, por el pecado “muertos”
por el mundo deambulan al llamado de Jesús, resuciten
y mañana más tarde como vos, brillen en el cielo eterno;
¡oh!, Santa Marta de Betania, “vivos oídos para en Dios Vivo”.

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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29 de Julio

Santos Marta, María, y Lázaro Hnos; amigos y discípulos del Señor 


ORACIÓN DE LAS MADRES DE FAMILIA A SANTA MARTA

Oh Santa Marta dichosa,
que tantas veces tuviste el honor
y la alegría de hospedar a Jesús
en el seno de tu familia,
de prestarle personalmente tus servicios domésticos,
y que juntamente con tus santos hermanos Lázaro y María Magdalena,
gozaste de su divina conversación y doctrina,
ruega por mí y por mi familia,
para que en ella se conserve la paz
y el mutuo amor,
para que todos sus miembros
vivan en la observancia de la Ley de Dios,
y para que sólo Dios,
y no el mundo ni el pecado,
reine en nuestro hogar.
Libra a mi familia de toda desgracia espiritual y temporal,
ayúdame en el cuidado de mis hijos y subordinados,
y concédeme la dicha de verlos unidos bajo
la mirada paternal de Dios en la tierra,
para volver a verles reunidos en las moradas del cielo.

Amén.

Martirologio Romano: Memoria de santa Marta, que recibió en su casa de Betania, cerca de Jerusalén, a Jesús, el Señor, y muerto su hermano Lázaro, proclamó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo» (s. I).

Etimoligía: Marta = ama de casa, señorial, atractiva. Viene de la lengua hebrea.

Marta es hermana de María y de Lázaro y vivía en Betania, pequeña población distante unos cuatro kilómetros de Jerusalén, en las cercanías del Monte de los Olivos.

Jesús Nuestro Señor vivía en Galilea pero cuando visitaba Jerusalén acostumbraba hospedarse en la casa de estos tres discípulos en Betania, que, tal vez, habían cambiado también su morada de Galilea por la de Judea. Marta se esforzó en servirle lo mejor que pudo y, más tarde, con sus oraciones impetró la resurrección de su hermano.

San Juan nos dice que “Jesús amaba a Marta y a su hermana María y Lázaro” (Jn 11:5).

Lucas añade: “Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» -Lucas 10:38-40

No podemos estar seguros de la motivación de Marta al hacer su petición al Señor pero todo parece indicar que se quejaba contra su hermana. Nuestro Señor aprecia el servicio de Marta, pero al mismo tiempo sabía que era imperfecto. Muchas veces nuestro servicio, aunque sea con buena intención, esta mezclado con el afán de sobresalir, la compulsión por ser protagonistas, la competencia para sentirnos que somos los mejores. Es entonces que salen las comparaciones. ¿Por que la otra no hace nada y soy la que trabajo?

El Señor corrige a Marta, penetra en su corazón afanado y dividido y establece prioridades:

«Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.» -Lucas 10: 41-42

Esa única cosa de la que hay necesidad es de poner todo el corazón en amar a Dios, atender a Jesús que nos habla, que quiere levantarnos de nuestra miseria.

Toda vida activa debe surgir de la contemplación. La vida activa sin contemplación lleva al alma a dispersarse perder de vista el fin. La vida contemplativa se concentra en Dios y se une a El por la adoración y el amor. La vida contemplativa es una especie de noviciado del cielo, pues la contemplación es la ocupación de los bienaventurados del paraíso. Por ello, Cristo alabó la elección de María y afirmó: “sólo una cosa es necesaria”. Eso significa que la salvación eterna debe ser nuestra única preocupación.

Si contemplamos como van las cosas en cualquier Iglesias podremos ver muchas actividades, programas, ideas… Es relativamente fácil hacer cosas por Jesús, pero cuanto nos cuesta estar en silencio ante su Presencia. En seguida pensamos en cosas que hacer. No comprendemos que lo primero y mas importante es atenderlo a El directamente por medio de la oración.

Jesús encontró más digna de alabanza la actitud contemplativa de María. Cuanto quisiera El Señor que todos, como María, nos sentáramos ante el para escucharle. Ella se consagraba a la única cosa realmente importante, que es la atención del alma en Dios. También el Padre nos pide que, ante todo, escuchemos a Su Hijo (Mt 17-5).

Entonces, ¿no es necesario trabajar? Claro que sí lo es. Pero para que el trabajo de fruto debe hacerse después de haber orado. El servicio de Marta es necesario, pero debe estar subordinado al tiempo del Señor. Hay que saber el momento de dejar las cosas, por importantes que parezcan, y sentarse a escuchar al Señor. Esto requiere aceptar que somos criaturas limitadas. No podemos hacerlo todo. No podemos siquiera hacer nada bien sin el Señor

San Agustín escribe: “Marta, tú no has escogido el mal; pero María ha escogido mejor que tú”. San Basilio y San Gregorio Magno consideran a la hermana María modelo evangélico de las almas contemplativas y su santidad no está en duda, sin embargo, es curioso que, de los tres hermanos, solo Marta aparece en el santoral universal.

La resurrección de Lázaro

El capítulo 11 de San Juan narra el gran milagro de la resurrección de Lázaro. En aquella ocasión vuelve a hablarse de Marta. Lázaro se agravó de muerte mientras Jesús estaba lejos. Las dos hermanas le enviaron un empleado con este sencillo mensaje: “Señor aquel que tú amas, está enfermo”. En un mensaje de confianza en que Jesús va actuar a su favor.

Pero Jesús, que estaba al otro lado del Jordán, continuó su trabajo sin moverse de donde estaba. A los apóstoles les dice: “Esta enfermedad será para gloria de Dios”. Y luego les añade: “Lázaro nuestro amigo ha muerto. Y me alegro de que esto haya sucedido sin que yo hubiera estado allí, porque ahora vais a creer”.

A los cuatro días de muerto Lázaro, dispuso Jesús dirigirse hacia Betania, la casa estaba llena de amigos y conocidos que habían llegado a dar el pésame a las dos hermanas. Tan pronto Marta supo que Jesús venía, salió a su encuentro y le dijo: “Oh Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano; pero aún ahora yo sé que cuánto pidas a Dios te lo concederá”

Jesús le dice: “Tu hermano resucitará”.

Marta le contesta: “Ya sé que resucitará el último día en la resurrección de los muertos”.

Jesús añadió: “Yo soy la resurrección y la vida. Todo el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá. ¿Crees esto?”

Marta respondió: “Sí Señor, yo creo que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.”
Jesús dijo: “¿Dónde lo han colocado?”. Y viendo llorar a Marta y a sus acompañantes, Jesús también empezó a llorar. Y las gentes comentaban: “Mirad cómo lo amaba”.

Y fue al sepulcro que era una cueva con una piedra en la entrada. Dijo Jesús: “Quiten la piedra”. Le responde Marta:“Señor ya huele mal porque hace cuatro días que está enterrado”. Le dice Jesús: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?”. Quitaron la piedra y Jesús dijo en voz alta: “Lázaro ven afuera”. Y el muerto salió, llevando el sudario y las vendas de sus manos.

El Banquete

Marta aparece también en un banquete en el que participa también Lázaro, poco después
Marta de Betania, Santa
de su resurrección: también esta vez aparece Marta como la mujer ocupada en el servicio, pero puede ser que para entonces ya lo sabía someter al Señor con mas amor, sin quejarse ni compararse.

De los años siguientes de la santa no tenemos ningún dato históricamente seguro, aunque según la leyenda de la Provenza, Marta fue con su hermana a Francia y evangelizó Tarascón donde según cuenta la leyenda Santa Marta derroto a la Tarasca, un dragón que amenazaba a la ciudad. Ahí se dice que encontraron, en 1187, sus pretendidas reliquias, que todavía se veneran en su santuario.

Los primeros en dedicar una celebración litúrgica a santa Marta fueron los franciscanos en 1262, el 29 de julio, es decir, ocho días después de la fiesta de santa María Magdalena, identificada por algunos como su hermana María.

S. Marta es la patrona de los hoteleros, porque sabía atender muy bien.

(http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=611)

28 julio, 2023

San Pedro Poveda Castroverde, Fundador de la Institución Teresiana

 

28 de Julio

Pedro Poveda Castroverde

Fundador de la Institución Teresiana.

San Pedro Poveda Castroverde nació en Linares (Jaén) el 3 de diciembre de 1874. Ya de niño sintió atracción por el sacerdocio. Ingresó en el seminario de Jaén y concluyó los estudios en el de Guadix, diócesis en la que recibió el presbiterado en 1897. Comenzó su ministerio en el Seminario y en la atención pastoral a los que vivían en las cuevas que rodeaban la población, creando una escuela para ellos. Nombrado canónigo de Covadonga se ocupó de la formación cristiana de los peregrinos y comenzó a escribir libros sobre educación y la relación entre la fe y la ciencia.

A partir de 1911, con unas jóvenes colaboradoras, comenzó la fundación de Academias y Centros pedagógicos que darían inicio a la Institución Teresiana. Se trasladó a Jaén para consolidar la misma Institución que recibiría allí la aprobación diocesana y después, estando él ya en Madrid como capellán real, la aprobación pontificia. Sacerdote prudente y audaz, pacífico y abierto al diálogo, entregó su vida por causa de la fe en la madrugada del 28 de julio de 1936, identificándose: “Soy sacerdote de Cristo” ante quienes le conducirían al martirio.

Fue beatificado por Vuestra Santidad el 10 de octubre de 1993.

Fue canonizado por el Papa Juan Pablo II, el domingo 4 de mayo de 2003 (tercer domingo de Pascua), durante la V visita de Su Santidad a España. La misa de canonización se realizó en la Plaza Madrid de Colón.

(https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=398)

27 julio, 2023

San Pantaleón, Médico Mártir cuya sangre se hace líquida milagrosamente hoy

 

 

¡Oh! San Pantaleón, vos sois el hijo del Dios de la Vida
médico, Mártir y su amado santo, que entregasteis vuestra
vida en el martirio. Erais hijo de madre cristiana, pero
os sentisteis tocado por la fe y vivíais como un pagano.
rechazando la fe cristiana. Pero, vuestra sed del saber
y vuestro deseo de ayudar a otros, os condujo a haceros
médico de fama y de gran reputación. Conocer a Hermolaos
un buen cristiano, os animó a conocer otro tipo de medicina:
“la curación proveniente de lo más alto”; y así, conocisteis
a la Iglesia. Aprendisteis que la enfermedad y el sufrimiento
no lo destruyen todo. Y, así, "conocisteis" a Cristo en
el corazón, empezando a verlo en aquellos que sufrían
estando postrados y eran vulnerables. Cristo ganó vuestro
corazón quedando atrás vuestra indiferencia. El cruel
Diocleciano extendió la persecución a Nicomedia, y vos,
regalasteis lo que teníais a los necesitados y empezasteis
a vivir clandestinamente como otros cristianos. Pero,
colegas vuestros que os tenían envidia, os delataron y
junto a Hermolaos y otros cristianos os arrestaron. Vuestra
fama, había llegado a oídos del emperador, y este quiso
salvaros en secreto y os mandó decir que os concedía la
oportunidad de vivir, siempre y cuando renunciarais a vuestra
fe y vos, os negasteis y dejando viva prueba de vuestra
fe, curando milagrosamente a un paralítico frente a vuestro
enemigos. Y, el impío emperador montando en cólera e ira
os condenó a ser torturado hasta morir, pero como no lo
lograron tras varios intentos, se ordenó que os decapitaran
junto a vuestros compañeros. Seis fueron las formas en que
intentaron mataros: primero, os arrojaron al fuego; luego,
os echaron plomo fundido; intentaron ahogaros; os apedrearon,
os torturaron en la rueda y, finalmente, quisieron atravesar
vuestro cuerpo con una espada y ¡jamás lo lograron!, todo
por la gracia de Nuestro Señor y finalmente, los verdugos
muertos de miedo y cansados os decapitaron y ¡milagro de
milagros! al instante el árbol al que estaba os habían atado
floreció. Hoy vuestras reliquias y vuestra sangre, se
conservan en Turquía, Italia y el Real Monasterio de la
Encarnación en España, custodiadas por las religiosas
Agustinas Recoletas. Y vuestra sangre hoy se vuelve líquida
en vuestra fiesta fiesta litúrgica. !Aleluya¡ ¡Aleluya!
¡Oh! San Pantaleón, "Vivo amor y fe por el Dios Vivo y eterno". 

© by Luis Ernesto Chacón Delgado

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27 de julio

San Pantaleón, Médico y Mártir

Nació a fines del siglo III en Nicomedia (actual Turquía) y que entregó su vida en el martirio. Gracias a un antiguo manuscrito del siglo IV -hoy, parte de la colección del Museo Británico- podemos conocer datos importantes sobre su vida y su muerte.

Pantaleón fue hijo de madre cristiana, pero no se sintió particularmente tocado por la fe. Apenas alcanzó la edad suficiente, empezó a vivir como un pagano y rechazó la fe cristiana. Sin embargo, el hambre de conocimiento y el

deseo de ayudar a otros, lo indujo a hacerse médico. Como tal, se hizo de reputación y buena fama.

Su vida parecía transcurrir sin mayores preocupaciones hasta que conoció a un buen cristiano de nombre Hermolaos, quien lo animó a conocer otro tipo de medicina, “la curación proveniente de lo más alto”; y fue así como Pantaleón conoció a la Iglesia. Poco a poco fue descubriendo que el saber que profesaba y la práctica médica podían tener un sentido mucho mayor del que había calculado: la enfermedad y el sufrimiento no lo destruyen todo. Así, llegó el momento del encuentro con Cristo en el corazón. Pantaleón, en consecuencia, empezó a ver a Cristo en aquellos que sufrían estando postrados, vulnerables. Cristo había ganado su corazón y los años de indiferencia habían quedado atrás.

Cuando se extendió la persecución de Diocleciano a Nicomedia, Pantaleón regaló todo lo que tenía a los necesitados y empezó una vida en la clandestinidad, como muchos otros cristianos; hasta que, algunos médicos que le guardaban envidia lo delataron a las autoridades. Pantaleón fue arrestado junto a Hermolaos y otros cristianos.

Como su buena fama había llegado a oídos del emperador, este quiso salvarlo en secreto y le mandó decir que le concedía la oportunidad de vivir, siempre y cuando renunciara a su religión. Pantaleón se negó a tal solicitud y para dejar prueba de que su fe era verdadera curó milagrosamente a un paralítico frente a sus enemigos.

Por tal accionar -considerado una afrenta- fue condenado a ser torturado hasta morir, pero como no murió tras varios intentos, se le mandó decapitar junto a sus compañeros.

Se dice que trataron de matarlo de seis formas diferentes: primero, lo arrojaron al fuego; luego, le echaron plomo fundido; intentaron ahogarlo; lo apedrearon, lo torturaron en la rueda y, finalmente, quisieron atravesar su cuerpo con una espada. Como a todo esto logró sobrevivir por gracia de Nuestro Señor, según la costumbre, los verdugos le cortaron el cuello. Al instante de ser decapitado, el árbol al que estaba atado para el ajusticiamiento floreció.

San Pantaleón y sus amigos murieron un 27 de julio, a inicios del siglo IV. Pantaleón solo tenía 29 años.

Sus reliquias -incluyendo muestras de su sangre- se conservan en distintos lugares: Constantinopla (Turquía), Ravello (Italia) y el Real Monasterio de la Encarnación en Madrid (España), bajo la custodia de las religiosas Agustinas Recoletas. Es en este último lugar donde se preserva su sangre, que permanece en estado sólido casi todo el año hasta que se produce el milagro de la licuefacción (se vuelve líquida), alrededor del 27 de julio, día de su fiesta litúrgica. Cuando el milagro tiene lugar, las religiosas del monasterio abren las puertas del recinto al público para que aprecien el hecho.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-fiesta-de-san-pantaleon-medico-martir-cuya-sangre-se-vuelve-liquida-25187)

25 julio, 2023

San Santiago el Mayor, Apóstol y Patrono de España

  Blog Católico Gotitas Espirituales ®: SANTIAGO APÓSTOL, PATRONO DE ...


¡Oh! San Santiago Apóstol, vos, sois el hijo del Dios de la Vida,
hijo de Zebedeo y hermano de san Juan Evangelista, que con Pedro
y Juan fuisteis testigo de la transfiguración y agonía del Señor.
Os decapitaron poco antes de la fiesta de Pascua por Herodes
Agripa, y así, os convertisteis en el primer apóstol en recibir
la corona del martirio. Vos, disteis honor al significado de vuestro
nombre: “Dios, recompensará”, como en realidad sucedió. A vos
y a Juan, Cristo os dio el nombre de “Boanerges”, que significa hijos
del trueno, por vuestra impetuosidad. Tuvisteis que ver con el
milagro de la hija de Jairo y junto a Pedro y Juan atestiguasteis
la Transfiguración de Jesús, y más tarde, compartisteis de
muy cerca la oración del Señor en el Monte de los Olivos.
Cuando llegasteis a España - Galicia, establecisteis una
comunidad cristiana y luego otra en Zaragoza. Vuestras enseñanzas
no fueron aceptadas, pero, siete personas se convirtieron. Ellos,
hasta hoy se conocen como los “Siete Convertidos de Zaragoza”.
De pronto nuestra Señora la Virgen Santísima se os apareció, y es
la misma que hoy se conoce como la “Virgen del Pilar”, y fue ella,
la que abrió los corazones a la evangelización de España. Vos,
fuisteis el primer apóstol martirizado y vuestros restos recogidos
por vuestros discípulos y trasladados a Galicia, donde reposan
hasta hoy, en la basílica erigida en vuestro honor llamada
"Santiago de Compostela”,  y también el famoso camino llamado
 
“el camino de Santiago” que recorren propios y extraños desde
tiempos inmemoriales cargados de fe y amor, buscando al Dios Vivo;
¡Oh! San Santiago Apóstol, “vivo evangelizador del Dios de la Vida”.


© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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25 de Julio
San Santiago el Mayor
Apóstol

Por: n/a | Fuente: Corazones.org

Apóstol del Señor

Martirologio Romano: Solemnidad del apóstol Santiago, hijo del Zebedeo y hermano de san Juan Evangelista, que con Pedro y Juan fue testigo de la transfiguración y de la agonía del Señor. Decapitado poco antes de la fiesta de Pascua por Herodes Agripa, fue el primero de los apóstoles que recibió la corona del martirio (s. I).

Etimológicamente: Santiago = Dios, recompensara, es de origen hebreo

Breve Biografía

Santiago es uno de los doce Apóstoles de Jesús; hijo de Zebedeo. El y su hermano Juan fueron llamados por Jesús mientras estaban arreglando sus redes de pescar en el lago Genesaret.

Recibieron de Cristo el nombre “Boanerges”, significando hijos del trueno, por su impetuosidad.

En los evangelios se relata que Santiago tuvo que ver con el milagro de la hija de Jairo. Fue uno de los tres Apóstoles testigos de la Transfiguración y luego Jesús le invitó, también con Pedro y Juan, a compartir mas de cerca Su oración en el Monte de los Olivos.

Los Hechos de los Apóstoles relatan que éstos se dispersaron por todo el mundo para llevar la Buena Nueva. Según una antigua tradición, Santiago el Mayor se fue a España. Primero a Galicia, donde estableció una comunidad cristiana, y luego a la cuidad romana de Cesar Augusto, hoy conocida como Zaragoza. La Leyenda Aurea de Jacobus de Voragine nos cuenta que las enseñanzas del Apóstol no fueron aceptadas y solo siete personas se convirtieron al Cristianismo. Estos eran conocidos como los “Siete Convertidos de Zaragoza”. Las cosas cambiaron cuando la Virgen Santísima se apareció al Apóstol en esa ciudad, aparición conocida como la Virgen del Pilar. Desde entonces la intercesión de la Virgen hizo que se abrieran extraordinariamente los corazones a la evangelización de España.

En los Hechos de los Apóstoles descubrimos fue el primer apóstol martirizado. Murió asesinado por el rey Herodes Agripa I, el 25 de marzo de 41 AD (día en que la liturgia actual celebra La Anunciación). Según una leyenda, su acusador se arrepintió antes que mataran a Santiago por lo que también fue decapitado. Santiago es conocido como “el Mayor”, distinguiéndolo del otro Apóstol, Santiago el Menor.

La tradición también relata que los discípulos de Santiago recogieron su cuerpo y lo trasladaron a Galicia (extremo norte-oeste de España). Su restos mortales están en la basílica edificada en su honor en Santiago de Compostela. En España, Santiago es el mas conocido y querido de todos los santos. En América hay numerosas ciudades dedicadas al Apóstol en Chile, República Dominicana, Ecuador, Cuba y otros países.

(http://www.es.catholic.net/op/articulos/34641/santiago-el-mayor-santo.html)

24 julio, 2023

San Chárbel, el santo libanés que ha hermanado a Oriente y Occidente

 

 

¡Oh!, San Chárbel Makhlouf, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida y su amado santo. Solitario de Dios y llamado
el “Taumaturgo del Líbano”, amante de la Eucaristía
y de Nuestra Señora. Buscabais en la soledad, elevaros
a la perfección del espíritu en el pleno desierto a Dios
sirviendo en todo instante de día y de noche, con amor
y austeridad viviendo, ayunando y orando. Vuestra santa
y amada madre os dijo de manera premonitoria: “Si no fueras
a ser buen religioso te diría: ¡Regresa a casa! Pero ahora
sé que el Señor te quiere a su servicio. Y en mi dolor al
estar separada de ti, le digo resignada: ¡Que Dios te bendiga,
hijo mío, y que haga de ti un santo…!”. Y, así, tal como os
dijo, un día, despertó en vos, la vocación por la vida
eremítica y os fuisteis a vivir en soledad, retirándoos
a la famosa ermita de San Pedro y San Pablo, bautizada
así, en honor de los pilares de nuestra Iglesia, en la cima
de la “montaña de la luz”, que os prodigó con el tiempo, la Luz
de Cristo, por el ejercicio de la oración y de las mortificaciones
constantes. Dormíais sobre el suelo y comíais una sola vez
al día. Al mediodía la Santa Misa oficiabais y dabais así,
gracias a Dios, la tarde entera. Pero un día, vuestra alma, al cielo
voló, mientras celebrabais la Santa Misa, y de seguro, coronada
fue de luz, como premio justo a vuestra grande entrega de amor
y fe. Santo Patrono de todos los que sufren en cuerpo y alma;
¡oh!, San Chárbel Makhlouf, “vivo amor por el Dios de la Vida”.

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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24 de Julio
Santo Chárbel Makhlouf
Solitario de Dios y Taumaturgo del Líbano
Gran amante de la Eucaristía y de la Virgen Santísima

Martirologio Romano: San Sarbelio (José, Charbel) Makhlouf, presbítero de la Orden de los Maronitas Libaneses, que, por amor a la soledad y para alcanzar la más alta perfección, dejó el cenobio de Annaya, en el Líbano, y se retiró al desierto, en el que sirvió a Dios día y noche, viviendo con gran austeridad, ayunando y orando (1898).

Youssef (José) nació el 8 de mayo de 1828 en un pequeño poblado del Líbano llamado Biqa-Kafra. Era el quinto hijo de Antonio Makhlouf y Brígida Choudiac, sencillos campesinos llenos de fe. Dos de sus tíos maternos eran monjes en el monasterio de Quzhaya que distaba una hora de camino desde Biqa-Kafra. José los visitaba con frecuencia y se quedaba con ellos ayudando en los oficios divinos, participando en sus oraciones y cantos y escuchando sus sabios consejos.

Tenía veintitrés años cuando dejó casa y familia para entrar al monasterio de Nuestra Señora de Mayfouk de la orden maronita libanesa. Al recibir el hábito de novicio cambió su nombre por el de Chárbel, nombre de un mártir de la iglesia de Antioquía que murió en el año 107 bajo el imperio de Trajano.

Cuando su madre y su tío se enteraron de su decisión, se dirigieron inmediatamente a buscarlo al monasterio tratando de convencerlo de que regresara. Finalmente, Brígida, también convencida de la vocación de su hijo, le dijo: “Si no fueras a ser buen religioso te diría: ¡Regresa a casa! Pero ahora sé que el Señor te quiere a su servicio. Y en mi dolor al estar separada de tí, le digo resignada: ¡Que Dios te bendiga, hijo mío, y que haga de ti un santo…!”.

Desde joven había desarrollado una intensa vida interior y de oración que durante sus años de monje había madurado. Pronto se despertó en él la vocación por la vida eremítica que, de acuerdo con la tradición cristiana, se debe hacer viviendo en soledad. Se retiró a la ermita de San Pedro y San Pablo en Gebel an Nour (Montaña de la Luz) que tenía sólo dos habitaciones pequeñísimas y un oratorio también estrechísimo. Comenzó esta vida más austera en el año 1875 y la llevó durante veintitrés años. Se ejercitaba en diversas mortificaciones y en la oración continua; dormía sobre el suelo y comía una sola vez al día. Ordinariamente oficiaba la misa hacia el mediodía de tal forma que pasaba la mañana preparándose para el Santo Sacrificio y la tarde dando gracias a Dios. Vivía en el más absoluto retiro, del que sólo salía para atender alguna necesidad pastoral.

El 16 de diciembre de 1898 estaba celebrando la misa hacia las once de la mañana, cuando le sobrevino un ataque de parálisis en el momento de la consagración.

Murió el 24 de diciembre y sus restos reposan en el monasterio de San Maron, actual meta de peregrinaciones y milagros incesantes. Fue canonizado el 9 de octubre de 1977 por el papa Pablo VI.

(http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=4852)

 

23 julio, 2023

Domingo 16 (A) del tiempo ordinario.

 

 

 23 de Julio

Domingo 16 (A) del tiempo ordinario. 
 
Texto del Evangelio (Mt 13,24-43):En aquel tiempo, Jesús propuso a las gentes otra parábola, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña.
 
»Los siervos del amo se acercaron a decirle: ‘Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?’. Él les contestó: ‘Algún enemigo ha hecho esto’. Dícenle los siervos: ‘¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?’. Díceles: ‘No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero’».
Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas».
 
Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo».
Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: «Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo».
 
Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo». Él respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».
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«Algún enemigo ha hecho esto» P. Ramón LOYOLA Paternina LC (Barcelona, España)
 
Hoy, Cristo. Siempre, Cristo. De Él venimos; de Él vienen todas las buenas semillas sembradas en nuestra vida. Dios nos visita —como dice el Kempis— con la consolación y con la desolación, con el sabor dulce y el amargo, con la flor y la espina, con el frío y el calor, con la belleza y el sufrimiento, con la alegría y la tristeza, con el valor y con el miedo… porque todo ha quedado redimido en Cristo (Él también tuvo miedo y lo venció). Como nos dice san Pablo, «en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman» (Rom 8,28).
 
Todo esto está bien, pero… existe un misterio de iniquidad que no procede de Dios y que nos sobrepasa y que devasta el jardín de Dios que es la Iglesia. Y quisiéramos que Dios fuese “como” más poderoso, que estuviese más presente, que mandase más y no dejase actuar esas fuerzas desoladoras: «¿Quieres, pues, que vayamos a recoger [la cizaña]?» (Mt 13,28). 
 
Esto lo decía el Papa San Juan Pablo II en su último libro Memoria e identidad: «Sufrimos con paciencia la misericordia de Dios», que espera hasta el último momento para ofrecer la salvación a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de su misericordia: «Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega» Mt 13,30. Y como es el Señor de la vida de cada persona y de la historia de la humanidad, mueve los hilos de nuestras existencias, respetando nuestra libertad, de modo que —junto con la prueba— nos da la gracia sobreabundante para resistir, para santificarnos, para ir hacia Él, para ser ofrenda permanente, para hacer crecer el Reino.
 
Cristo, divino pedagogo, nos introduce en su escuela de vida a través de cada encuentro, cada acontecimiento. Sale a nuestro paso; nos dice —No temáis. Ánimo. Yo he vencido al mundo. Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin (cf. Jn 16,33; Mt 28,20). Nos dice también: —No juzguéis; más bien —como yo— esperad, confiad, rezad por los que yerran, santificadlos como miembros que os interesan mucho por ser de vuestro propio cuerpo.
 
Pensamientos para el Evangelio de hoy
 
«Pues es Cristo el que da a la levadura esa virtud. Que nadie se queje, pues, de su pequeñez, pues el dinamismo de la predicación es enorme, y lo que una vez ha fermentado, se convierte en fermento para los demás» (San Juan Crisóstomo)
 
«El mal no tiene ni la primera ni la última palabra. Ante la cizaña presente en el mundo, el discípulo del Señor está llamado a imitar la paciencia de Dios, alimentar la esperanza con el apoyo de una firme confianza en la victoria final del bien, es decir de Dios» (Francisco)
 
«‘La Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación y busca sin cesar la conversión y la renovación’ (Concilio Vaticano II). Todos los miembros de la Iglesia, incluso sus ministros, deben reconocerse pecadores (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 827)