09 septiembre, 2011

San Pedro Claver


Oh, San Pedro Claver, santo,
vos sois el hijo del Dios
de la vida, y “esclavo de
los negros para siempre”,
por amor a Cristo Jesús, Dios
y Señor Nuestro. A diario,
las barracas en el puerto
visitabais, donde predicabais
la palabra de Dios, a miles
convirtiendo y bautizándolos.
A los enfermos atendíais y de
igual modo a los moribundos,
a quienes dabais medicinas
y alimentos, y a los niños,
una dulce lluvia de caramelos.
Así vuestra vida continuó
hasta el final, conforme lo
habíais prometido. Y, el día
de la Natividad de Nuestra
Señora, fue vuestra alma
arrebatada, para corona de
luz, recibir del Padre eterno,
como justo premio a vuestra
entrega de amor y fidelidad;
oh, San Pedro Claver, santo.

© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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9 de Setiembre
San Pedro Claver

Nació en 1581 en España, y desde niño mostró grandes cualidades de inteligencia y de espíritu, siendo destinado por sus padres al servicio de la Iglesia. Al terminar sus estudios en la universidad de Barcelona, y tras recibir las órdenes menores, el santo fue aceptado por la Compañía de Jesús.

Gracias a la influencia y consejos de San Alfonso Rodríguez -portero del monasterio jesuita donde San Pedro vivía- el santo decidió abandonar España en 1610 para asumir las misiones de evangelización en las Indias Occidentales, específicamente en la colonia de Nueva Granada, hoy república de Colombia.

En 1615 fue ordenado sacerdote en Cartagena, y fue ahí donde el santo, al ver la entrega y servicio del P. Alfonso Sandoval por los miles de esclavos negros provenientes del África, tomó la decición de convertirse en ” esclavo de los negros para siempre” y pese a su timidez y falta de confianza en sí mismo, el santo se entregó a aquella misión con tenacidad y mucho entusiasmo. Sus labores empezaban con la visita casi diaria a las barracas en el puerto, donde conversaba y predicaba la palabra de Dios, logrando la conversión y el bautismo de miles de ellos.

Además, atendía a numerosos enfermos y moribundos, a quienes llevaba medicinas y alimentos, y a los niños, algunos dulces y caramelos. Su obra evangelizadora también se extendió por los valles y haciendas donde el santo iba a predicar y velar por el cuidado de sus “negros”, no sin antes vencer dificultades y penurias por parte de los hacendados.

La intensa actividad del santo deterioró su salud, y luego de bendecir a su sucesor en su misión apostólica falleció el 8 de setiembre de 1654, día de la Natividad de Nuestra Señora, y en medio de grandes muestras de amor y cariño popular. Fue canonizado el 1888, al mismo tiempo que su gran amigo San Alfonso Rodríguez.



08 septiembre, 2011

Natividad de la Santísima Virgen María


Oh, Santa María del redentor
Madre, Vos sois la hija del Dios
de la vida y predilecta hija del
Redentor, desde antes de que
el mundo creado fuera, porque
elegida fuisteis en el inescrutable
corazón del Padre, porque Él;
quiso que así fuera y así fue,
para gloria del universo todo.
Vos así, os convertisteis, en la
depositaria de la Divinidad de
Cristo, a quien, vos, con vuestra
propia humanidad le cubristeis,
y desde entonces, os llamamos,
la “Kejaritomene”, llena de la
gracia, la Reina del cielo y la
bendita entre todas las mujeres,
Salve ¡oh!, María, Hija amorosa
de Santa Ana y San Joaquín;
Oh, María Santa; llena de gracia.

© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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8 de Septiemmbre
Natividad de la Santísima Virgen María

Esta fiesta mariana tiene su origen en la dedicación de una iglesia en Jerusalén, pues la piedad cristiana siempre ha venerado a las personas y acontecimientos que han preparado el nacimiento de Jesús. María ocupa un lugar privilegiado, y su nacimiento es motivo de gozo profundo. En esta basílica, que había de convertirse en la iglesia de Santa Ana (siglo XII), san Juan Damasceno saludó a la Virgen niña: “Dios te salve, Probática, santuario divino de la Madre de Dios … ¡Dios te salve, María, dulcísima hija de Ana!”.

Aunque el Nuevo Testamento no reporta datos directos sobre la vida de la Virgen María, una tradición oriental veneró su nacimiento desde mediados del siglo V, ubicándolo en el sitio de la actual Basílica de “Santa Ana”, en Jerusalén. La fiesta pasó a Roma en el siglo VII y fue apoyada por el Papa Sergio I. Su fecha de celebración no tiene un origen claro, pero motivó que la fiesta de “La Inmaculada Concepción” se celebrara el 8 de diciembre (9 meses antes). El Papa Pío X quitó esta celebración del grupo de las fiestas de precepto

Himno
I

Hoy nace una clara estrella,
tan divina y celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace de ella.

De Ana y de Joaquín, oriente
de aquella estrella divina,
sale luz clara y digna
de ser pura eternamente;
el alba más clara y bella
no le puede ser igual,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

No le iguala lumbre alguna
de cuantas bordan el cielo,
porque es el humilde suelo
de sus pies la blanca luna:
nace en el suelo tan bella
y con luz tan celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

Gloria al Padre, y gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.

O bien
II

Canten hoy, pues nacéis vos,
los ángeles, gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Canten hoy pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella
es por quien la gracia tienen.

Dignan, Señora de vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.

Canten y digan, por vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense desde ahora,
para cuando venga Dios.

Y nosotros que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también
el corazón y las manos.

Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios. Amén.

Oración

Concede, Señor, a tus hijos el don de tu gracia, para que, cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, consigamos aumento de paz en la fiesta de su Nacimiento. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

07 septiembre, 2011

Santa Regina

Oh, Santa Regina, vos sois
la hija del Dios de la vida
que despreciasteis la vida
mundana y en calabozo
terminasteis. Allí, azotada
fuisteis y a otros tormentos
sometida, hasta que una
noche, una visión del madero
santo os visitó, a la vez que
una voz, os habló y os dijo,
que pronto liberada seríais, y
en medio de vuestra ejecución,
una blanca paloma, apareció
y absortos, convirtieron sé, a
vuestra fe. Partisteis, sí, y el
Padre se alegró, y coronada
fuisteis, con corona de luz;
oh, Santa Regina, Vírgen y Mártir.

© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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7 de Setiembre
Santa Regina
Mártir

Los niños piden -al menos así lo hacían en tiempos pasados- a los mayores que les cuenten un cuento a la hora de dormir. La condescendencia de los que les quieren, procurando su bien dormir, les lleva a ilustrar su imaginación con historias que unas veces son sólo producto del genio humano y otras… adornan la verdad de hechos ocurridos en la ordinariez de la vida con amplificaciones que hacen fantástica, amable y hasta apasionante la historia real. No sé si la historia de Regina servirá para rellenar esos momentos previos al descanso nocturno de los pequeños, pero no me cabe duda de que sí servirán a los adultos para que detengamos un momento nuestro ardoroso caminar.

Regina es palabra latina que se vierte al castellano por Reina. Así se llamaba nuestra protagonista de hoy. Fue una francesita hija de padre romano y de madre gala. Era el tiempo del Imperio. Cuando tenía quince años conoció a Cristo y le entregó su corazón, se bautizó y decidió darle para siempre su virginidad.

Es hermosa en demasía. El prefecto romano se enamoró de ella al verla. En su presencia, Regina confiesa su fe. Desde este momento comienzan las dificultades para la fidelidad. Fue puesta en la cárcel y con una amenaza: al regreso del prefecto, que necesariamente ha de ausentarse, ella debe haber cambiado de religión o conocerá el furor romano.

Sucede a la vuelta del personaje lo previsible con la gracia de Dios. Ella se niega a sacrificar a los ídolos, llegan las torturas, los hierros arañan y cortan su carne. También hay prodigios del Cielo: se producen terremotos, se oyen voces celestiales… hasta una paloma se acerca para consolarla, darle ánimos y curarla.

El ejemplo es tan llamativo que la gente se convierte a centenares. Por fin, es degollada. La candidez de la historia narrada, pletórica de elementos hiperbólicos y de adornos donados por la fantasía, expone un drama común y diario de mucha gente que bien merece la atención y el mimo del poeta, me refiero a todos esos que están dispuestos en serio a dar la vida por la fe que tienen y, llegado el momento, darla.

Fuente: Archidiócesis de Madrid

06 septiembre, 2011

Santos Donaciano y Leto

Oh, Santos Donaciano y Leto;
vosotros sois, los hijos del
Dios de la vida y luces sendas
en la historia de la Iglesia,
porque ofrendasteis vuestras
vidas por el Dios único, eterno
y verdadero. Para vos Donaciano,
el desierto, tumba y para vos,
Leto, terrenal fuego humano,
y hoy, Donaciano y Leto, que
vuestras vidas entregasteis,
coronas de luz lucís, como
premio justo, a vuestro amor;
oh, Santos Donaciano y Leto.

© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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6 de Setiembre
Santos Donaciano y Leto
Mártires

En el año 484, Humerico, rey arriano de los vándalos, ordenó que todas las iglesias cristianas del Africa fueran clausuradas y confiscados los bienes del clero para entregarlos al pueblo africano. Por mandato real, congregaron a los obispos en el palacio, siendo conducidos lejos de la ciudad, y ordenados a que marcharan solos hacia el destierro. Ante tal injusticia, Donaciano y otros cuatro obispos de la provincia de Bisaseno, reunieron a numerosos cristianos para protestar frente a las puertas de la ciudad; el rey Humerico furioso por la revuelta, ordenó a sus soldados a matar y “aplastar” a los quejosos. Donaciano y los cuatro obispos fueron brutalmente golpeados y, en estado lamentable, se les condujo al desierto, donde quedaron abandonados para morir de hambre y sed.

San Leto, Obispo de la Leptis Menor, considerado “un hombre celoso y muy sabio,” y que se había ganado la enemistad de Humerico por su enérgica oposición al arrianismo, también fue encerrado en un calabozo estrecho, oscuro y pestilente, del cual lo sacaron al cabo de dos meses para quemarlo vivo.

05 septiembre, 2011

Beata Teresa de Calcuta



Oh, Beata Teresa de Calcuta, vos

sois la hija del Dios de la vida,
y decíais de vos misma: "De sangre
soy albanesa. De ciudadanía, India.
En lo referente a la fe, soy una
monja Católica. Por mi vocación,
pertenezco al mundo. En lo que se
refiere a mi corazón, pertenezco
totalmente al Corazón de Jesús".
Y, aunque, vuestra estatura era
pequeña, no así vuestra fe, pues
era "dura", como la roca. A vos,
pues, se os confió, que proclamarais
la sed de amor de Dios, por nuestra
humanidad, y entre ellos, los pobres.
"Dios ama todavía al mundo y nos
envía a ti y a mí para que seamos
su amor y su compasión por los pobres".
"Saciar su sed de amor y de almas",
decíais a cada nada, porque erais
"esposa de Jesús para toda la
eternidad". "Ven y sé mi luz", "No
puedo ir solo", os suplicó Jesús,
revelándoos su dolor por el olvido
de los pobres, su pena por la
ignorancia que tenían de El y el
deseo de ser amado por ellos y
además, os pidió, que fundaseis una
congregación religiosa: "Misioneras
de la Caridad", al servicio de los
más pobres entre los pobres Además,
fundasteis también la congregación
de los "Hermanos Misioneros de la
Caridad, la rama contemplativa de
las Hermanas y la de los Hermanos,
y más tarde, los “Padres Misioneros
de la Caridad”. "Ven y sé mi luz",
y sí, fuisteis su luz y más, entre
los más pobres, entre los pobres,
haciéndoos "madre para todos ellos,
Hoy, estáis coronada de luz y eternidad,
como justo premio, a vuestro amor;
oh, Beata Teresa de Calcuta, "amor".

© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Beata Teresa de Calcuta

5 de Setiembre
"Pertenezco enteramente al Corazón de Jesús"

El domingo 19 de octubre de 2003, en qué se celebró la Jornada Misionera Mundial, Juan Pablo II celebró la Eucaristía en la Plaza de San Pedro a las 10:00 y beatificó a la Madre Teresa de Calcuta, la cual falleció el 5 de septiembre de 1997.

La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice preparó la biografía de la beata que reproducimos a continuación:

"De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús". De pequeña estatura, firme como una roca en su fe, a Madre Teresa de Calcuta le fue confiada la misión de proclamar la sed de amor de Dios por la humanidad, especialmente por los más pobres entre los pobres. "Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mí para que seamos su amor y su compasión por los pobres". Fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por El y ardiendo con un único deseo: "saciar su sed de amor y de almas".

Esta mensajera luminosa del amor de Dios nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, una ciudad situada en el cruce de la historia de los Balcanes. Era la menor de los hijos de Nikola y Drane Bojaxhiu. Recibió en el bautismo el nombre de Gonxha Agnes, hizo su Primera Comunión a la edad de cinco años y medio y recibió la Confirmación en noviembre de 1916. Desde el día de su Primera Comunión, llevaba en su interior el amor por las almas. La repentina muerte de su padre, cuando Gonxha tenía unos ocho años de edad, dejó a la familia en una gran estrechez financiera. Drane crió a sus hijos con firmeza y amor, influyendo grandemente en el carácter y la vocación de su hija. En su formación religiosa, Gonxha fue asistida además por la vibrante Parroquia Jesuita del Sagrado Corazón, en la que ella estaba muy integrada.

Cuando tenía dieciocho años, animada por el deseo de hacerse misionera, Gonxha dejó su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí recibió el nombre de Hermana María Teresa (por Santa Teresa de Lisieux). En el mes de diciembre inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 de enero de 1929. Después de profesar sus primeros votos en mayo de 1931, la Hermana Teresa fue destinada a la comunidad de Loreto Entally en Calcuta, donde enseñó en la Escuela para chicas St. Mary.

El 24 de mayo de 1937, la Hermana Teresa hizo su profesión perpetua convirtiéndose entonces, como ella misma dijo, en "esposa de Jesús para toda la eternidad". Desde ese momento se la llamó Madre Teresa. Continuó a enseñar en St. Mary convirtiéndose en directora del centro en 1944. Al ser una persona de profunda oración y de arraigado amor por sus hermanas religiosas y por sus estudiantes, los veinte años que Madre Teresa transcurrió en Loreto estuvieron impregnados de profunda alegría.

Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro y por un talento natural de organizadora, vivió su consagración a Jesús entre sus compañeras con fidelidad y alegría.

El 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual, Madre Teresa recibió su "inspiración", su "llamada dentro de la llamada". Ese día, de una manera que nunca explicaría, la sed de amor y de almas se apoderó de su corazón y el deseo de saciar la sed de Jesús se convirtió en la fuerza motriz de toda su vida. Durante las sucesivas semanas y meses, mediante locuciones interiores y visiones, Jesús le reveló el deseo de su corazón de encontrar "víctimas de amor" que "irradiasen a las almas su amor".

"Ven y sé mi luz", Jesús le suplicó. "No puedo ir solo". Le reveló su dolor por el olvido de los pobres, su pena por la ignorancia que tenían de El y el deseo de ser amado por ellos. Le pidió a la Madre Teresa que fundase una congregación religiosa, Misioneras de la Caridad, dedicadas al servicio de los más pobres entre los pobres. Pasaron casi dos años de pruebas y discernimiento antes de que Madre Teresa recibiese el permiso para comenzar. El 17 de agosto de 1948 se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul y atravesó las puertas de su amado convento de Loreto para entrar en el mundo de los pobres.

Después de un breve curso con las Hermanas Médicas Misioneras en Patna, Madre Teresa volvió a Calcuta, donde encontró alojamiento temporal con las Hermanitas de los Pobres. El 21 de diciembre va por vez primera a los barrios pobres. Visitó a las familias, lavó las heridas de algunos niños, se ocupó de un anciano enfermo que estaba extendido en la calle y cuidó a una mujer que se estaba muriendo de hambre y de tuberculosis. Comenzaba cada día entrando en comunión con Jesús en la Eucaristía y salía de casa, con el rosario en la mano, para encontrar y servir a Jesús en "los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba". Después de algunos meses comenzaron a unirse a ella, una a una, sus antiguas alumnas.

El 7 de octubre de 1950 fue establecida oficialmente en la Archidiócesis de Calcuta la nueva congregación de las Misioneras de la Caridad. Al inicio de los años sesenta, Madre Teresa comenzó a enviar a sus Hermanas a otras partes de India. El Decreto de Alabanza, concedido por el Papa Pablo VI a la Congregación en febrero de 1965, animó a Madre Teresa a abrir una casa en Venezuela. Esta fue seguida rápidamente por las fundaciones de Roma, Tanzania y, sucesivamente, en todos los continentes. Comenzando en 1980 y continuando durante la década de los años noventa, Madre Teresa abrió casas en casi todos los países comunistas, incluyendo la antigua Unión Soviética, Albania y Cuba.

Para responder mejor a las necesidades físicas y espirituales de los pobres, Madre Teresa fundó los Hermanos Misioneros de la Caridad en 1963, en 1976 la rama contemplativa de las Hermanas, en 1979 los Hermanos Contemplativos y en 1984 los Padres Misioneros de la Caridad. Sin embargo, su inspiración no se limitó solamente a aquellos que sentían la vocación a la vida religiosa. Creó los Colaboradores de Madre Teresa y los Colaboradores Enfermos y Sufrientes, personas de distintas creencias y nacionalidades con los cuales compartió su espíritu de oración, sencillez, sacrificio y su apostolado basado en humildes obras de amor. Este espíritu inspiró posteriormente a los Misioneros de la Caridad Laicos. En respuesta a las peticiones de muchos sacerdotes, Madre Teresa inició también en 1981 el Movimiento Sacerdotal Corpus Christi como un "pequeño camino de santidad" para aquellos sacerdotes que deseasen compartir su carisma y espíritu.

Durante estos años de rápido desarrollo, el mundo comenzó a fijarse en Madre Teresa y en la obra que ella había iniciado. Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en 1962 y de modo mucho más notorio el Premio Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra. Al mismo tiempo, los medios de comunicación comenzaron a seguir sus actividades con un interés cada vez mayor.

Ella recibió, tanto los premios como la creciente atención "para gloria de Dios y en nombre de los pobres". Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios. Pero, existía otro lado heroico de esta mujer quesalió a la luz solo después de su muerte. Oculta a todas las miradas, oculta incluso a los más cercanos a ella, su vida interior estuvo marcada por la experiencia de un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por El, unido a un deseo cada vez mayor de su amor. Ella misma llamó "oscuridad" a su experiencia interior.

La"dolorosa noche" de su alma, que comenzó más o menos cuando dio inicio a su trabajo con los pobres y continuó hasta el final de su vida, condujo a Madre Teresa a unión con Dios cada vez más profunda. Mediante la oscuridad, ella participó de la sed de Jesús (el doloroso y ardiente deseo de amor de Jesús) y compartió la desolación interior de los pobres.

Durante los últimos años de su vida, a pesar de los problemas de salud cada vez más graves, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia. En 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros y se habían establecido en 610 fundaciones en 123 países del mundo. En marzo de 1997, Madre Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como Superiora General de las Misioneras de la Caridad, llevando a cabo sucesivamente un nuevo viaje al extranjero. Después de encontrarse por última vez con el Papa Juan Pablo II, volvió a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de su vida recibiendo a las personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas.

El 5 de septiembre, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin. El Gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y oración para gente de fe y de extracción social diversa (ricos y pobres indistintamente). Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, de una esperanza invencible y de una caridad extraordinaria. Su respuesta a la llamada de Jesús, "Ven y sé mi luz" hizo de ella una Misionera de la Caridad, una "madre para los pobres", un símbolo de compasión para el mundo y un testigo viviente de la sed de amor de Dios.

Menos de dos años después de su muerte, a causa de la extendida fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, el Papa Juan Pablo II permitió la apertura de su Causa de Canonización. El 20 de diciembre de 2002 el mismo Papa aprobó los decretos sobre la heroicidad de las virtudes y sobre el milagro obtenido por intercesión de Madre Teresa.

04 septiembre, 2011

Rosalía Santa

Oh, Rosalía Santa, sois vos,
la hija del Dios de la vida,
una guirnalda de rosas; una
“rosalinda” de alma y espíritu.
El Cocino y el Pellegrino,
saben de vos, antes, el Dios
eterno, de vuestra ascesis de
mística y de luz. Abogada
contra el mal y los terremotos
y “escudo de honor”, hicisteis
a vuestro nombre. ¿Qué más
podríais entregarle a Aquél
que todo lo ve?: ¡todo! y hoy,
corona de luz gozáis, -como
vos lo sabéis-, en mérito de
vuestra entrega de amor y fe;
oh, Santa Rosalía, “guirnalda”.


© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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4 de Septiembre
Santa Rosalía

“Guirnalda de rosas”, en latín; quizá derivado del germánico Rosalinda: “Escudo del honor”. Vivió en el siglo XII y murió hacia 1160. Aunque se desconocen datos sobre su patria y vida, una leyenda asegura que a los 14 años se retiró a una cueva del monte Coscina y luego a otra del monte Pellegrino, cercano a Palermo. En la Edad Media se le dedicaron varias iglesias y se le consideró Protectora y Patrona de Palermo.

Sus restos fueron descubiertos un 15 de julio y el Papa Urbano VIII la incluyó como santa en el Martirologio. Se le invoca como abogada contra la peste y los terremotos. La iconografía la presenta como ermitaña o bien revestida con hábito agustino. Sus principales atributos son: una corona de rosas, en alusión a su nombre; y un crucifico y una calavera, por su ascesis.



03 septiembre, 2011

San Gregorio Magno


San Gregorio Magno, sois
vos el hijo del Dios de la
vida, el mismo que, a Cristo
Jesús imitasteis y pastoreaste
su mies con amor, sabiduría,
oratoria cautivante, y vuestra
prolífica pluma. Patrón de
los liturgistas, sabios e
investigadores y los músicos,
chantres y cantores. Intercesor
seguro contra la gota y la
peste y de las almas del
purgatorio seguro Abogado.
Vuestra obra no fue en vano
y premio justo recibió, pues
coronado de luz fuisteis de
imperecedera manera, -como
sabéis bien-, “vigilante de Dios”;
oh, San Gregorio Magno, Papa.

© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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3 de Septiembre
San Gregorio Magno
Papa y doctor de la Iglesia

Señor Dios, que cuidas a tu pueblo con ternura y lo gobiernas con amor, te pedimos que, por intercesión del papa San Gregorio Magno, concedas el Espíritu de sabiduría a quienes has establecido como maestros y pastores de la Iglesia, para que así el progreso de los fieles constituya el gozo eterno de sus pastores. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Gregorio significa “el Vigilante”, en Griego. Nació y murió en Roma en 540 y 604. Estudió Derecho y en 573 fue nombrado Prefecto. Como heredó la fortuna de su padre, construyó varios monasterios en Roma y se retiró al Monte Celio. Fue ordenado diácono y en 578 el Papa Benedicto I lo ordenó presbítero. Fungió como Nuncio en Constantinopla entre 579 y 586. Tres años después fue elegido Papa, misión en que se distinguió por su oratoria, política tolerante, administración atinada, interés misionero en Inglaterra y España y tacto en la reforma del clero y la liturgia. Su acción pastoral se refleja en varias de sus obras: Regla pastoral, Diálogos, Sacramentario y Antifonario.

Se distinguió, también, por su obra bíblica (varios comentarios), ascética (su Moralina) y epistolar (859 cartas). Apenas muerto, fue venerado como santo y la tradición lo asumió como Patrón de los liturgistas, sabios e investigadores, por su amplia erudición; de los músicos, chantres y cantores, por la escuela de canto que fundó (cantos gregorianos); Defensor contra la enfermedad de la gota y la peste; y Abogado de las almas del purgatorio por las “misas gregorianas” que hasta él se hicieron remontar.

En la iconografía aparece, como todos los papas, con la tiara y la cruz papal; en calidad de Padre de la Iglesia (uno de los cuatro grandes de Occidente) al que la tradición conoce como El Grande; y como monje. Una paloma, símbolo de inspiración, una cartela con notas musicales, los emblemas pontificios y el ánima sola o varias almas del purgatorio son sus atributos principales.