13 octubre, 2015

San Rómulo

¡Oh!, San Rómulo, vos sois el hijo del Dios de la vida,
su Obispo y amado santo, que, de ardor lleno apostólico,
dejasteis este mundo, en plena visita pastoral. Jesús,
Vos, sabes, de que Dios y Señor Nuestro, a la tierra no
vino para un castigo ejercer, sino, para que todo ser
humano sea salvado y, reconciliado descubra que Dios
es amor y sólo amor. A, vos, os conocemos, porque
toda vuestra vida, giró en torno a dos ejes importantes,
uno, vuestra guía de la luz de la fe, y dos, vuestra
caridad sin límites. Dabais a manos llenas, para que todo
el mundo alegre y feliz, se encontrase. A vos, siempre
os acompañaba el Santo Espíritu, que os lanzaba a
recorrer la ciudad entera y, las parroquias para tomar
nota de las necesidades que padecían los predilectos
hijos de Dios: los pobres. Cumpliste vuestra santa vida,
y la gastasteis en buena lid, y a vuestra alma, que voló
presta al Padre, coronada ser, con corona eterna de luz.
Y, desde que vuestro cuerpo, fue enterrado, en vuestra
tumba, comenzaron una serie de maravillosos milagros.
a darse varios milagros. Durante la invasión sarracena
trasladaron vuestros restos de la sede episcopal a Villa
Matutiana, donde hasta hoy reposan la gloria de Dios.
¡Oh!, San Rómulo, “fe y misericordia del Dios de la vida”. 

by Luis Ernesto Chacón Delgado
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13 de octubre
San Rómulo
Obispo

Martirologio Romano: En Matuta (hoy Sanremo), en la costa de la Liguria, san Rómulo, obispo de Génova, que, lleno de ardor apostólico, murió durante una visita pastoral (s. V).

Etimología: Rómulo = fundador de Roma. Viene de la lengua latina.
Cristo no vino a la tierra para ejercer un castigo, sino para que todo ser humano sea salvado, reconciliado, y descubra que Dios es amor y sólo amor.
Rómulo fue un obispo del siglo V. El nombre mítico del fundador de Roma recorre el calendario una docena de veces.

Cuando se va estudiando su biografía, uno cae en la cuenta de que han sido mártires por defender su fe en Cristo el Señor. El de hoy fue obispo de Génova en el siglo V.

¿Por qué se le conoce?

Hay dos característica en su vida que reflejan toda una vida que giró en torno a dos ejes fundamentales que, por otra parte, son los propios de cada cristiano:

En primer lugar, en todo cuanto hacía, pensaba y meditaba, le guiaba la luz de la fe. Sin esta lámpara encendida en su corazón no habría podido llevar a cabo lo que constituye su segundo eje.

La caridad sin límites. El amor de Dios, que ha venido para ayudar y para que todo el mundo se encuentre alegre y feliz, era el ímpetu que le lanzaba a recorrer la ciudad, las parroquias para tomar nota de las necesidades que padecían los predilectos de Dios, los pobres.

Dicen que agotado de tanto trabajo, murió en la paz de Dios. Y que desde el momento en que enterrado, su tumba comenzó a ser venerada por los genoveses y que incluso se hicieron varios milagros.

Cuando durante la invasión sarracena hubo que trasladar la sede episcopal a Villa Matutiana, se llevaron los restos de san Rómulo.

Históricamente no hay nada comprobado. Son leyendas inventadas en la Edad Media.

12 octubre, 2015

Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza Patrona de España y de la Hispanidad

 

 ¡Oh!, Señora Nuestra del Pilar, Vos, Sois
la Madre del Dios de la Vida, y como tal
en cuerpo y alma, Os aparecisteis al Apóstol
Santiago, mientras evangelizaba la patria
española, junto al Ebro, de pie y sobre
un pilar. Santiago, en su corazón inscritas
llevaba las últimas palabras de Jesús: “Id
por todo el mundo predicando el Evangelio
y bautizando a la gente en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Por ello,
los zaragozanos os hicieron una inmensa y
preciosa basílica en vuestro honor levantada,
en el primer milenio. Y, Vos, dejasteis una
imagen como recuerdo de aquél maravilloso
encuentro, además de vuestro pedido. Y, así,
hasta hoy y por siempre, la peregrinación a
este mariano lugar, nada tiene que ver con la
consabida ciencia, pues la fe, no viene de ella,
vienen sí, del alma de las generaciones de
generaciones, que hasta vos, acuden el tiempo
todo. Y, pruebas al canto, están allí, junto
al sepulcro de Santiago, en Galicia y el Pilar
de Zaragoza, las fuentes del espíritu de España,
que, al mundo y al universo se proyectan,
con lozanía simpar. Y, hoy, fiesta nacional
en España es, y, es también día de la Hispanidad,
pues hoy, la fiesta se celebra del descubrimiento
de América, por un soñador de fe y creyente,
Cristóbal Colón, que, con la Cruz de Cristo,
en mano, nos legó, al Dios Trino y Sempiterno;
¡Oh!, Señora Nuestra del Pilar, “Matter Nostra”.

© 2015 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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Señora Nuestra del Pilar

¡Oh!; Señora Nuestra del Pilar;
sobre Vos, reposan las tierras
del continente Viejo y del Nuevo
que, hechos fe, Os invocan, 
porque no hay mas certero puente;
 entre el cielo y la tierra, que Vuestro 
 prístino y amadísimo  corazón entero;  
¡Oh!; Nuestra Señora del Pilar.
 

© 2009 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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12 de Octubre
Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza
Patrona de España y de la Hispanidad


El Papa Clemente XII estableció la fecha del 12 de Octubre para la festividad de la Virgen del Pilar.En España, sobre todo en Aragón, es muy conocida la plegaria: “Bendita sea la hora en que la Virgen vino en carne mortal a Zaragoza”.

La Santísima Virgen del Pilar es la Patrona de España y de la Hispanidad. Su templo es visitado por miles de personas diariamente.


Historia de la Aparición


Según documentos del siglo XIII, el Apóstol Santiago, El Mayor, hermano de San Juan, viajó a España a predicar el evangelio (año 40 d.C.), y una noche la Virgen María se le apareció en un pilar. La tradición nos cuenta que Santiago había llegado a Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, y una noche, estando en profunda oración junto a sus discípulos a orillas del río Ebro, la Santísima Virgen María se manifestó sobre un pilar, acompañada por un coro de ángeles, (ella aun vivía en Palestina).


La Virgen le habló al Apóstol pidiéndole que se le edificase ahí una iglesia con el altar en derredor al pilar y expresó: “Este sitio permanecerá hasta el fin del mundo para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que imploren mi ayuda”.

El lugar, ha sobrevivido a invasiones de diferentes pueblos y a la Guerra Civil española de 1936-1939, cuando tres bombas cayeron sobre el templo y no estallaron. También se cree que la Virgen le dio al Apóstol una pequeña estatua de madera.


Luego de la aparición, Santiago junto a sus discípulos comenzaron a construir una capilla en donde se encontraba la columna, dándole el nombre de “Santa María del Pilar”. Este fue el primer templo del mundo dedicado a la Virgen. Después de predicar en España, Santiago regresó a Jerusalén. Fue ejecutado por Herodes Agripas alrededor del año 44 d.C. siendo el primer apóstol mártir, luego del suceso sus discípulos tomaron su cuerpo y lo llevaron a España para su entierro. Siglos después el lugar fue encontrado y llamado Compostela (campo estrellado).


El primer santuario sobre la tumba de Santiago la ordenaron construir el rey Alfonso II, El Casto de Asturias, y el obispo Teodomiro en el siglo IX. Hoy se encuentra una magnífica catedral en sitio.


Un Milagro

El Milagro del cojo Miguel de Calandra


Entre los muchos milagros ocurridos en el sagrado lugar donde la Virgen se apareció, sobresale el del cojo de Calandra. A este hombre le fue amputada una pierna en 1637 y en 1640 la pierna volvió a aparecer entera en su cuerpo. Hay varias versiones de como aconteció el suceso, pero lo importante es que sí hubo un milagro. Algunos dicen que sucedió cuando se le colocó aceite de la lámpara de la Virgen del Pilar, otros dicen que ocurrió mientras soñaba que visitaba la basílica. Cientos de personas fueron testigos de este acontecimiento y actualmente en la pared derecha de la basílica hay un cuadro que relata el prodigioso suceso.


Esta maravillosa basílica tiene once cúpulas y cuatro torres. La Capilla del Pilar es el lugar en el cual se sitúa la columna sobre la que se apareció la Virgen a Santiago. Según la tradición era una construcción externa al templo y que luego cuando se reformó el lugar fue integrado en el interior de la basílica.


El lugar más sagrado del templo es la santa columna sobre la cual se apareció la Virgen. El pilar es de jaspe, mide casi 2 metros y la pequeña estatua es de madera y tiene 38 cm.


La Crónica de Aragón


Y bien asi la primera voz que mas con efecto sono dela fe en Çaragoça que es cabeça de aragon tomo su mayor cimiento: porque viniendo a ella santiago el mayor: como algunos affirman y fasta enla minerua de roma por escripto se falla y fasta dentro enla casa sancta lo han por mucho cierto. conuirtio enla ciudad fasta siete varones cuyos nombres enel martilogio famoso de Cromacio se asientan: y son estos. torquato. tesifonte. segundo. indalecio. sicilio. esicio. eufrasio. el cuerpo del sancto indalecio truxo el rey don Sancho el quarto como a su natural y de su propia nacion a sant Johan dela peña: desde alla de piedra pisada. y fueron aquestos los primeros cristianos que nunca houo en la Europa. ca llego primero santiago aca: y antes que saliessen los apostolos de judea.


Y desta causa labro santiago enla misma ciudad la primera capilla que a honor de nuestra señora fue enel mundo labrada: porque al tiempo que della se despidio prometio delo assi fazer. y le fue por ella tan bien encargado: que donde quier que mas discipulos fiziesse ahi le fundasse vna capilla. y llamo la sancta maria del pilar. y la razon dello fue: porque orando vna noche orilla del rio con sus nueuos siete criados: oyo cantares marauillosos del cielo y aparecio le subito nuestra señora con gran muchedumbre y caualleria de angeles que ahun ella viuiendo la trahian sobre vn pilar assentada con excellente corona en la cabeça: y con aquella fiesta gloria y triunpho que a tan alta reynase perteneçia: y ahun despues dela hauer tan deuota y profundamente acatado quanto a señora tan alta y tan madre de dios era deuido y el podia cumplir: le fue por ella de nueuo mandado que assentasse la primera y su excellente capilla dela misma forma y manera que la el asento. ca le fazia saber y ahun le prometia que enella para siempre su jnmortal memoria seria festejada y ende seria tan por estremo y tan deuotamente su nombre acatado.

(Gauberto Fabricio de Vagad, Crónica de Aragón, Zaragoza: Pablo Hurus, 1499).


Oraciones a Nuestra Señora del Pilar


Oh Virgen del Pilar, Reina y Madre, España y todas las naciones hispanas reconocen con gratitud tu protección constante y esperan seguir contando con ella.

Obténnos de tu Hijo fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor.

Queremos que en todos los instantes de nuestra vida sintamos que tu eres nuestra Madre.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


Súplica y Oración del Santo Padre Juan Pablo II


Doy fervientes gracias a Dios por la presencia singular de María en esta tierra española donde tantos frutos ha producido. Y quiero encomendarte, Virgen santísima del Pilar, España entera, todos y cada uno de sus hijos y pueblos, la Iglesia en España, así como también los hijos de todas las naciones hispánicas. ¡Dios te salve, María, Madre de Cristo y de la Iglesia! ¡Dios te salve, vida, dulzura y esperanza nuestra! A tus cuidados confío esta tarde las necesidades de todas las familias de España, las alegrías de los niños, la ilusión de los jóvenes, los desvelos de los adultos, el dolor de los enfermos y el sereno atardecer de los ancianos. 


Te encomiendo la fidelidad y abnegación de los ministros de tu Hijo, la esperanza de quienes se preparan para ese ministerio, la gozosa entrega de las vírgenes del claustro, la oración y solicitud de los religiosos y religiosas, la vida y el empeño de cuantos trabajan por el reino de Cristo en estas tierras. En tus manos pongo la fatiga y él sudor de quienes trabajan con las suyas; la noble dedicación de los que transmiten su saber y el esfuerzo de los que aprenden; la hermosa vocación de quienes con su conciencia y servicio alivian el dolor ajeno; la tarea de quienes con su inteligencia buscan la verdad. 


En tu corazón dejo los anhelos de quienes, mediante los quehaceres económicos procuran honradamente la prosperidad de sus hermanos; de quienes, al servicio de la verdad, informan y forman rectamente la opinión pública; de cuantos, en la política, en la milicia, en las labores sindicales o en el servicio del orden ciudadano prestan su colaboración honesta en favor de una justa, pacífica y segura convivencia. Virgen Santa del Pilar: aumenta nuestra fe, consolida nuestra esperanza, aviva nuestra caridad. Socorre a los que padecen desgracias, a los que sufren soledad, ignorancia, hambre o falta de trabajo. Fortalece a los débiles en la fe. Fomenta en los jóvenes la disponibilidad para una entrega plena a Dios. Protege a España entera y a sus pueblos, a sus hombres y mujeres. Y asiste maternalmente, oh María, a cuantos te invocan como Patrona de la Hispanidad.

Así sea.


Oración


Omnipotente y eterno Dios que te dignaste disponer que la sacratísima Virgen María, Madre tuya, entre coros de ángeles sobre esta Columna de mármol, enviada del Cielo, viniera viviendo en carne mortal. Y que esta iglesia fuese edificada para su honra por el protomártir de los apóstoles, Santiago, y sus discípulos; te suplicamos por sus méritos e intercesión, nos concedas alcancemos fácilmente lo que con toda confianza pedimos. Tu que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos
.

Amén.


Oración

¡Virgen bendita del Pilar! guarda a España y a todos los países Hispanoamericanos en medio de los vaivenes, y a despecho de los ataques de sus enemigos, pues en tu pilar ciframos nuestras inconmovibles esperanzas
.

11 octubre, 2015

San Juan XXIII

 


¡Oh!, San Juan XXIII, vos, sois, el hijo del Dios de la vida,
su Papa y amado santo, que, desde siempre el llamado
de Dios sentisteis, tanto que, abrazasteis jubiloso la Regla
de la Orden franciscana seglar, vuestro camino, que, aunque
no del todo fácil, al cielo os dirigió inexorablemente. La
gente, os conoció como el “Papa bueno”. Vuestro “Diario
del alma”, un dulce y amoroso testimonio es de vuestra
reflexión espiritual, donde reflejáis el sustento espiritual
de San Carlos Borromeo, San Francisco de Sales y San 
Gregorio Barbarigo. Vuestro lema “Obediencia y paz”, marcó 
todo Vuestro magisterio y vida, a la par de vuestras humanas
dotes humanas de solicitud y caridad. Y, Jesús, nunca os
dejó y por el contrario, os fortalecía y os daba cada día
confianza plena en SU Cruz. Ortodoxos y musulmanes, os
admiran hasta hoy, por vuestra tolerancia y tino. En plena
guerra, noticias dabais sobre los prisioneros y vuestras manos
salvaron a cientos de judíos perseguidos. Buscasteis siempre
la sencillez evangélica, animado por una piedad sincera,
dedicado todos los días, a la oración y a la meditación. Pastor
sabio y resuelto, a imitación de los santos, a quienes venerabais,
reflejo siendo de nuestro “Buen Pastor”; manso y atento,
emprendedor y valiente, sencillo y cordial. Nunca de practicar
dejasteis las obras de misericordia corporales y espirituales,
visitando a los encarcelados y a los enfermos, recibiendo a
hombres de todas las naciones y creencias, y cultivando un
especial sentimiento de paternidad hacia todos y todas. Vuestro
magisterio, con vuestras encíclicas “Pacem in terris” y “Mater
et magistra”, son un legado de vuestro corazón y amor neto
por la humanidad. Y, por todo ello, Dios os coronó con corona
de luz y eternidad, como justo premio a vuestra entrega de amor;
¡oh!, Beato, Juan XXIII, “la obediencia y paz del Cristo vivo”.


© 2015 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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11 Octubre
San Juan XXIII
CCLXI Papa

Nacido de una   de una numerosa familia campesina, de profunda raigambre cristiana. Pronto ingresó en el Seminario, donde profesó la Regla de la Orden franciscana seglar. Ordenado sacerdote, trabajó en su diócesis hasta que, en 1921, se puso al servicio de la Santa Sede. En 1958 fue elegido Papa, y sus cualidades humanas y cristianas le valieron el nombre de “papa bueno”. Juan Pablo II lo beatificó el año 2000 y estableció que su fiesta se celebre el 11 de octubre.


Nació el día 25 de noviembre de 1881 en Sotto il Monte, diócesis y provincia de Bérgamo (Italia). Ese mismo día fue bautizado, con el nombre de Ángelo Giuseppe. Fue el cuarto de trece hermanos. Su familia vivía del trabajo del campo. La vida de la familia Roncalli era de tipo patriarcal. A su tío Zaverio, padrino de bautismo, atribuirá él mismo su primera y fundamental formación religiosa. El clima religioso de la familia y la fervorosa vida parroquial, fueron la primera y fundamental escuela de vida cristiana, que marcó la fisonomía espiritual de Ángelo Roncalli.


Recibió la confirmación y la primera comunión en 1889 y, en 1892, ingresó en el seminario de Bérgamo, donde estudió hasta el segundo año de teología. Allí empezó a redactar sus apuntes espirituales, que escribiría hasta el fin de sus días y que han sido recogidos en el «Diario del alma». El 1 de marzo de 1896 el director espiritual del seminario de Bérgamo lo admitió en la Orden franciscana seglar, cuya Regla profesó el 23 de mayo de 1897.


De 1901 a 1905 fue alumno del Pontificio seminario romano, gracias a una beca de la diócesis de Bérgamo. En este tiempo hizo, además, un año de servicio militar. Fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1904, en Roma. En 1905 fue nombrado secretario del nuevo obispo de Bérgamo, Mons. Giácomo María Radini Tedeschi. Desempeñó este cargo hasta 1914, acompañando al obispo en las visitas pastorales y colaborando en múltiples iniciativas apostólicas: sínodo, redacción del boletín diocesano, peregrinaciones, obras sociales. A la vez era profesor de historia, patrología y apologética en el seminario, asistente de la Acción católica femenina, colaborador en el diario católico de Bérgamo y predicador muy solicitado por su elocuencia elegante, profunda y eficaz.


En aquellos años, además, ahondó en el estudio de tres grandes pastores: san Carlos Borromeo (de quien publicó las Actas de la visita apostólica realizada a la diócesis de Bérgamo en 1575), san Francisco de Sales y el entonces beato Gregorio Barbarigo. Tras la muerte de Mons. Radini Tedeschi, en 1914, don Ángelo prosiguió su ministerio sacerdotal dedicado a la docencia en el seminario y al apostolado, sobre todo entre los miembros de las asociaciones católicas.


En 1915, cuando Italia entró en guerra, fue llamado como sargento sanitario y nombrado capellán militar de los soldados heridos que regresaban del frente. Al final de la guerra abrió la «Casa del estudiante» y trabajó en la pastoral de estudiantes. En 1919 fue nombrado director espiritual del seminario.


En 1921 empezó la segunda parte de la vida de don Ángelo Roncalli, dedicada al servicio de la Santa Sede. Llamado a Roma por Benedicto XV como presidente para Italia del Consejo central de las Obras pontificias para la Propagación de la fe, recorrió muchas diócesis de Italia organizando círculos de misiones. En 1925 Pío XI lo nombró visitador apostólico para Bulgaria y lo elevó al episcopado asignándole la sede titular de Areópoli. Su lema episcopal, programa que lo acompañó durante toda la vida, era: «Obediencia y paz».


Tras su consagración episcopal, que tuvo lugar el 19 de marzo de 1925 en Roma, inició su ministerio en Bulgaria, donde permaneció hasta 1935. Visitó las comunidades católicas y cultivó relaciones respetuosas con las demás comunidades cristianas. Actuó con gran solicitud y caridad, aliviando los sufrimientos causados por el terremoto de 1928. Sobrellevó en silencio las incomprensiones y dificultades de un ministerio marcado por la táctica pastoral de pequeños pasos. Afianzó su confianza en Jesús crucificado y su entrega a él.


En 1935 fue nombrado delegado apostólico en Turquía y Grecia. Era un vasto campo de trabajo. La Iglesia católica tenía una presencia activa en muchos ámbitos de la joven república, que se estaba renovando y organizando. Mons. Roncalli trabajó con intensidad al servicio de los católicos y destacó por su diálogo y talante respetuoso con los ortodoxos y con los musulmanes. Cuando estalló la segunda guerra mundial se hallaba en Grecia, que quedó devastada por los combates. Procuró dar noticias sobre los prisioneros de guerra y salvó a muchos judíos con el «visado de tránsito» de la delegación apostólica. En diciembre de 1944 Pío XII lo nombró nuncio apostólico en París.


Durante los últimos meses del conflicto mundial, y una vez restablecida la paz, ayudó a los prisioneros de guerra y trabajó en la normalización de la vida eclesiástica en Francia. Visitó los grandes santuarios franceses y participó en las fiestas populares y en las manifestaciones religiosas más significativas. Fue un observador atento, prudente y lleno de confianza en las nuevas iniciativas pastorales del episcopado y del clero de Francia. Se distinguió siempre por su búsqueda de la sencillez evangélica, incluso en los asuntos diplomáticos más intrincados. Procuró actuar como sacerdote en todas las situaciones. Animado por una piedad sincera, dedicaba todos los días largo tiempo a la oración y la meditación.


En 1953 fue creado cardenal y enviado a Venecia como patriarca. Fue un pastor sabio y resuelto, a ejemplo de los santos a quienes siempre había venerado, como san Lorenzo Giustiniani, primer patriarca de Venecia.

Tras la muerte de Pío XII, fue elegido Papa el 28 de octubre de 1958, y tomó el nombre de Juan XXIII. Su pontificado, que duró menos de cinco años, lo presentó al mundo como una auténtica imagen del buen Pastor. Manso y atento, emprendedor y valiente, sencillo y cordial, practicó cristianamente las obras de misericordia corporales y espirituales, visitando a los encarcelados y a los enfermos, recibiendo a hombres de todas las naciones y creencias, y cultivando un exquisito sentimiento de paternidad hacia todos. Su magisterio, sobre todo sus encíclicas «Pacem in terris» y «Mater et magistra», fue muy apreciado.


Convocó el Sínodo romano, instituyó una Comisión para la revisión del Código de derecho canónico y convocó el Concilio ecuménico Vaticano II. Visitó muchas parroquias de su diócesis de Roma, sobre todo las de los barrios nuevos. La gente vio en él un reflejo de la bondad de Dios y lo llamó «el Papa de la bondad». Lo sostenía un profundo espíritu de oración. Su persona, iniciadora de una gran renovación en la Iglesia, irradiaba la paz propia de quien confía siempre en el Señor. Falleció la tarde del 3 de junio de 1963.

Juan Pablo II lo beatificó el 3 de septiembre del año 2000, y estableció que su fiesta se celebre el 11 de octubre, recordando así que Juan XXIII inauguró solemnemente el Concilio Vaticano II el 11 de octubre de 1962.

10 octubre, 2015

San Daniel Comboni


 

¡Oh!, San Daniel Comboni, vos, sois el hijo del Dios
de la vida y su amado santo, y, el que el “Instituto
para las Misiones en África”, fundasteis, y elegido
su obispo, os entregasteis sin reservas al servicio
de Dios, predicando el Evangelio, y por la dignidad
humana trabajando, haciéndola respetar. Como primer
Obispo de África Central, sois considerado como uno
de los más grandes misioneros de la historia de la
Iglesia. Al África marchasteis, con la bendición
de vuestra santa madre Doménica, quien os dijo antes
de partir: “Vete, y que el Señor te bendiga”. Fatigas,
clima insoportable, enfermedades, muerte de jóvenes
y compañeros misioneros, pobreza de la gente abandonada
os empujaron hacia adelante y a nunca renunciar.
“Tendremos que fatigarnos, sudar, morir; pero al pensar
que se suda y se muere por amor de Jesucristo y la
salvación de las almas abandonadas de este mundo,
encuentro el consuelo necesario para no desistir
en esta gran empresa. África o muerte!”. Escribíais
a vuestros padres. Delante de la tumba de San Pedro,
en Roma, elaborasteis vuestro famoso “Plan para
la regeneración de África”. O lo que es lo mismo
“Salvar África por medio de África”. Fundasteis
dos Institutos llamados “Misioneros Combonianos” y
“Misioneras Combonianas”. Participasteis además,
en el “Concilio Vaticano I”, consiguiendo se firmara
vuestra petición: “Postulatum pro Nigris Africæ
Centralis”. Tomasteis “como fiel y amada esposa”, a
la Cruz Santa, que nunca os abandonó. Y, cuando os
ibais de este mundo, rodeado todo, de vuestra gente
dijisteis: “Yo muero pero mi obra, no morirá”. Y, así,
entregasteis vuestra alma a Dios, y Él, os premió,
coronándoos de luz, como premio justo a vuestro amor;
¡Oh!, San Daniel Comboni, “Apóstol del África Central”.


© 2015 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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10 de Octubfre
San Daniel Comboni
Fundador de los Misioneros Combonianos
Santo Obispo

Martirologio Romano: En Khartum, en Sudán, san Daniel Comboni, obispo, que fundó el Instituto para las Misiones en África (Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús), y tras ser elegido obispo en ese continente, se entregó sin reservas y predicó el Evangelio por aquellas regiones, trabajando también por hacer respetar la dignidad humana. († 1881)

Daniel Comboni, hijo de campesinos pobres, llegó a ser el primer Obispo de Africa Central y uno de los más grandes misioneros de la historia de la Iglesia.

La vida de Comboni nos muestra que, cuando Dios interviene y encuentra una persona generosa y disponible, se realizan grandes cosas.

Hijo único: padres santos

Daniel Comboni nace en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831, en una familia de campesinos al servicio de un rico señor de la zona. Su padre Luigi y su madre Domenica se sienten muy unidos a Daniel, que es el cuarto de ocho hijos, muertos casi todos ellos en edad temprana. Ellos tres forman una familia unida, de fe profunda y rica de valores humanos, pero pobre de medios materiales. La pobreza de la familia empuja a Daniel a dejar el pueblo para ir a la escuela a Verona, en el Instituto fundado por el sacerdote don Nicola Mazza para jóvenes prometedores pero sin recursos.

Durante estos años pasados en Verona Daniel descubre su vocación sacerdotal, cursa los estudios de filosofía y teología y, sobre todo, se abre a la misión de Africa Central, atraído por el testimonio de los primeros misioneros del Instituto Mazza que vuelven del continente africano. En 1854, Daniel Comboni es ordenado sacerdote y tres años después parte para la misión de Africa junto a otros cinco misioneros del Istituto Mazza, con la bendición de su madre Domenica que llega a decir: «Vete, Daniel, y que el Señor te bendiga».

En el corazón de Africa: con Africa en el corazón

Después de cuatro meses de viaje, el grupo de misioneros del que forma parte Comboni llega a Jartum, la capital de Sudán. El impacto con la realidad Africana es muy fuerte. Daniel se da cuenta en seguida de las dificultades que la nueva misión comporta. Fatigas, clima insoportable, enfermedades, muerte de numerosos y jóvenes compañeros misioneros, pobreza de la gente abandonada a si misma, todo ello empuja a Comboni a ir hacia adelante y a no aflojar en la tarea que ha iniciado con tanto entusiasmo. Desde la misión de Santa Cruz escribe a sus padres: «Tendremos que fatigarnos, sudar, morir; pero al pensar que se suda y se muere por amor de Jesucristo y la salvación de las almas más abandonadas de este mundo, encuentro el consuelo necesario para no desistir en esta gran empresa».

Asistiendo a la muerte de un joven compañero misionero, Comboni no se desanima y se siente confirmado en la decisión de continuar su misión: «Africa o muerte!».

Cuando regresa a Italia, el recuerdo de Africa y de sus gentes empujan a Comboni a preparar una nueva estrategia misionera. En 1864, recogido en oración sobre la tumba de San Pedro en Roma, Daniel tiene una fulgurante intuición que lo lleva a elaborar su famoso «Plan para la regeneración de Africa», un proyecto misionero que puede resumirse en la expresión «Salvar Africa por medio de Africa», fruto de su ilimitada confianza en las capacidades humanas y religiosas de los pueblos africanos.

Un Obispo misionero original

En medio de muchas dificultades e incomprensiones, Daniel Comboni intuye que la sociedad europea y la Iglesia deben tomarse más en serio la misión de Africa Central. Para lograrlo se dedica con todas sus fuerzas a la animación misionera por toda Europa, pidiendo ayudas espirituales y materiales para la misión africana tanto a reyes, obispos y señores como a la gente sencilla y pobre. Y funda una revista misionera, la primera en Italia, como instrumento de animación misionera.

Su inquebrantable confianza en el Señor y su amor a Africa llevan a Comboni a fundar en 1867 y en 1872 dos Institutos misioneros, masculino y femenino respectivamente; más tarde sus miembros se llamarán Misioneros Combonianos y Misioneras Combonianas.

Como teólogo del Obispo de Verona participa en el Concilio Vaticano I, consiguiendo que 70 obispos firmen una petición en favor de la evangelización de Africa Central (Postulatum pro Nigris Africæ Centralis).
El 2 de julio de 1877, Comboni es nombrado Vicario Apostólico de Africa Central y consagrado Obispo un mes más tarde. Este nombramiento confirma que sus ideas y sus acciones, que muchos consideran arriesgadas e incluso ilusorias, son eficaces para el anuncio del Evangelio y la liberación del continente africano.

Durante los años 1877-1878, Comboni sufre en el cuerpo y en el espíritu, junto con sus misioneros y misioneras, las consecuencias de una sequía sin precedentes en Sudán, que diezma la población local, agota al personal misionero y bloquea la actividad evangelizadora.

La cruz como «amiga y esposa»

En 1880 Comboni vuelve a Africa por octava y última vez, para estar al lado de sus misioneros y misioneras, con el entusiasmo de siempre y decidido a continuar la lucha contra la esclavitud y a consolidar la actividad misionera. Un año más tarde, puesto a prueba por el cansancio, la muerte reciente de varios de sus colaboradores y la amargura causada por acusaciones infundadas, Comboni cae enfermo. El 10 de octubre de 1881, a los 50 años de edad, marcado por la cruz que nunca lo ha abandonado «como fiel y amada esposa», muere en Jartum, en medio de su gente, consciente de que su obra misionera no morirá. «Yo muero –exclama– pero mi obra, no morirá».

Comboni acertó. Su obra no ha muerto. Como todas las grandes realidades que « nacen al pie de la cruz », sigue viva gracias al don que de la propia vida han hecho y hacen tantos hombres y mujeres que han querido seguir a Comboni por el camino difícil y fascinante de la misión entre los pueblos más pobres en la fe y más abandonados de la solidaridad de los hombres.

Fechas más importantes

— Daniel Comboni nace en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831.
— Consagra su vida a Africa en 1849, realizando un proyecto que lo lleva a arriesgar la vida varias veces en las difíciles expediciones misioneras desde 1857, que es cuando va por primera vez a Africa.
— El 31 de diciembre de 1854, año en que se proclama el dogma de la Inmaculada Concepción de María, es ordenado sacerdote por el Beato Juan Nepomuceno Tschiderer, Obispo de Trento.
— En 1864 escribe un Plan fundado sobre la idea de « salvar Africa por medio de Africa », que demuestra la confianza que Comboni tiene en los africanos, pensando que serán ellos los protagonistas de su propia evangelización (Plan de 1864).
— Fiel a su consigna « Africa o muerte », no obstante las dificultades sigue con su Plan fundando, en 1867, el Instituto de los Misioneros Combonianos.
— Voz profética, anuncia a toda la Iglesia, sobre todo en Europa, que ha llegado la hora de evangelizar a los pueblos de Africa. No teme presentarse, como simple sacerdote que es, a los Obispos del Concilio Vaticano I, pidiéndoles que cada Iglesia local se comprometa en la conversión de Africa (Postulatum, 1870).
— Demostrando un valor fuera de lo común, Comboni consigue que también las religiosas participen directamente en la misión de Africa Central, siendo el primero en tomar tal iniciativa. En 1872, funda un Instituto de religiosas dedicadas exclusivamente a la misión: las Hermanas Misioneras Combonianas.
— Gasta todas sus energías por los africanos y lucha con tesón para que sea abolida la esclavitud.
— En 1877, es consagrado Obispo nombrado Vicario Apostólico de Africa Central.
— Muere en Jartum, Sudán, abatido por las fatigas y cruces, en la noche del 10 de octubre de 1881.
— El 26 de marzo de 1994, se reconoce la heroicidad de sus virtudes.
— El 6 de abril de 1995, se reconoce el milagro realizado por su intercesión en una muchacha afrobrasileña, la joven María José de Oliveira Paixão.
— El 17 de marzo de 1996, es beatificado por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro de Roma.
— El 20 de diciembre 2002, se reconoce el segundo milagro realizado por su intercesión en une madre musulmana del Sudan, Lubna Abdel Aziz.
— El 5 de octubre de 2003, es canonizado por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro de Roma.
Autor: Vaticano | Fuente: Vatican.va

(http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=33297)

09 octubre, 2015

San Dionisio Areopagita





San Dionisio Areopagita, 
Santo del NT
fecha: 3 de octubre
fecha en el calendario anterior: 9 de octubre

†: s. I – país: Grecia
canonización: bíblico
hagiografía: Abel Della Costa

Conmemoración de san Dionisio Areopagita, que se adhirió a Cristo al escuchar al apóstol san Pablo hablando ante el Areópago, y fue primer obispo de Atenas.
refieren a este santo: San Dionisio de París y compañeros, San Publio de Atenas

Cuenta Hechos de los Apóstoles (17,34) que, después del discurso de San Pablo en el Areópago (o Consejo) de Atenas, «algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros con ellos». Es evidente por la redacción que este Dionisio es alguien conocido para la comunidad a la que se dirige Hechos, asimismo el apelativo de «Areopagita» hace pensar en que podría haber sido él mismo un miembro del Consejo de la ciudad, aunque también puede ser que simplemente la comunidad cristiana lo identificara así por ser el discurso en el Areópago la ocasión de su conversión.

Eusebio de Cesarea (Hist. Ecl. III,4,10) cuenta que Dionisio de Corinto afirma que este Dionisio Areopagita fue el primer obispo de Atenas. Así lo recoge el Martirologio más antiguo, y lo ha restaurado el actual. A su vez san Sofronio de Jerusalén y otros afirman que fue mártir, pero este dato parece menos probable, y de hecho no se lo venera como tal en la actualidad.

Durante siglos hubo confusión entre este Dionisio nombrado en el NT y otros santos homónimos posteriores; en particular, al menos desde el siglo IX al XV se identificó al Areopagita con san Dionisio de París, mártir en el año 270. Esta identificación no es correcta, pero en muchos santorales, incluso actuales, figura.

Además de la importancia que tienen para los inicios de nuestra fe todos los personajes nombrados en el NT, y en especial, naturalmente, los santos, Dionisio Areopagita ganó -sin haberlo pretendido- un lugar en la teología cristiana, ya que un autor anónimo muy posterior, posiblemente del siglo V o VI, de Siria o Egipto, escribió varios tratados de teología y algunas cartas, donde utilizó para sí mismo el nombre de Dionisio Areaopagita, por el procedimiento, harto común en la antigüedad, de la pseudoepigrafía, es decir, de firmar con el nombre de una autoridad, generalmente para resaltar el valor del escrito, o para incluirlo en una tradición o escuela determinada. El hecho de que este autor anónimo haya firmado como el Areopagita dio durante siglos valor casi apostólico a los escritos, por la (supuesta) estrecha vinculación con san Pablo. La simulación se sospechó casi desde el primer momento, y desde hace siglos que está fuera de toda duda, pero de todos modos los cuatro tratados místicos -en particular el dedicado a los nombres divinos- de este teólogo, al que a falta de mejor nombre se conoce como «Pseudo Dionisio Areopagita», ejercieron una influencia de primer orden en la teología medieval, y aun en la del siglo XX han sido de nuevo valorados y difundidos.

La fuente sobre el auténtico Dionisio Areopagita es, fuera del NT, casi exclusivamente Eusebio de Cesarea, en el pasaje citado. Lo demás que se refiere a Dionisio Areopagita tiene relación con el problema de la pseudoepigrafía, y por tanto con el Pseudo Dionisio, o con la identificación con san Dionisio de París. El santo tiene bastante iconografía en Oriente, pero naturalmente que sobre el supuesto de que es el autor místico. Hay una hermosa catequesis de Benedicto XVI en su serie dedicada a los padres y teólogos de la antigüedad cristiana, pero se refiere, como es lógico, al Pseudo Dionisio, no al que rememoramos hoy
Abel Della Costa

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace:

(http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=3604)

08 octubre, 2015

San Evodio de Brana

 


¡Oh!, San Evodio de Brana, vos, sois el hijo del Dios
de la vida y su amado santo, que, en Rouen, en la Galia
Lugdunense, fuisteis por amor a Cristo, Dios y Señor
Nuestro, erigido en su santo Obispo, pues, desde joven
os entregasteis al servicio de su causa y de su amor,
recibiendo las órdenes sagradas de manos de san Victricio,
que, os valió para arribar al cargo de arzobispo de
Rouen, y así, reunir poder en torno a Cristo, vuestro
Amado Maestro, a su Santa Iglesia, liberada recién
de perseguida por el martirio y la muerte ser. Vuestra
vida la oración, el ayuno, el amor a los pobres, y
la evangelización fue. Santo Patrón de la colegiata
de Saint Yved de Braine, hoy, estáis, todo coronado,
con corona de luz, como justo premio a grande amor;
¡Oh!, San Evodio de Brana, “unir la Iglesia del Dios vivo”.


© 2015 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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8 de Octubre
San Evodio de Brana
Obispo


Martirologio Romano: En Rouen, en la Galia Lugdunense, san Evodio, obispo. 550.

Formado desde muy joven al servicio de la catedral de Rouen, su ciudad natal, recibió las órdenes sagradas de manos del obispo san Victricio. Fue elegido arzobispo de Rouen.


Su labor como obispo fue consolidar la iglesia de su diócesis recién salida de las persecuciones. Patrón de la colegiata de Saint Yved de Braine, cerca de Soissons, donde trasladaron sus reliquias.

(http://vidas-santas.blogspot.com/2013/10/san-evodio-de-brana-obispo.html)

07 octubre, 2015

Nuestra Señora del Rosario

 

¡Oh!, Nuestra Señora del Rosario, Santa Madre
de Dios, Vos, sois la corona mariana, que invitáis
a vuestros hijos, a la meditación de los misterios
de Cristo, amadísimo Hijo vuestro, porque Vos,
estuvisteis unida a la encarnación, vida, pasión,
muerte y resurrección de Aquél, por vuestro filial
y grande amor. Así, os aparecisteis a Santo Domingo
con un rosario en las manos y enseñándole a rezarlo,
le pedisteis que lo difundiera entre los hombres,
con promesas diferentes para quienes así lo hicieran.
Y, Domingo, fiel y leal siervo vuestro, así lo hizo,
enseñándolo a los soldados liderados por su amigo
Simón IV de Montfort, antes de medir fuerzas
en la Batalla de Muret, y cuya victoria se os atribuyó
a Vos, Señora Nuestra, Santa Madre del Redentor.
Por ello, Montfort os erigió la primera capilla
dedicada a Vos. Y, cuando vuestra devoción había
decaído, nuevamente os aparecisteis al beato Alano
de la Rupe, pidiéndole, para que la reviviese y que
recogiera en un libro todos los milagros llevados a
cabo por su rezo y le recordasteis las promesas que
siglos atrás, Vos, disteis a Santo Domingo. Y, así,
vuestra devoción se arraigó más en nuestro pueblo,
que popularizó y extendió con alegría San Pío V, Papa,
el día de la victoria total de la batalla de Lepanto,
atribuida también a Vos, Santa María, Madre de Dios.
¡Dios te salve María llena eres de gracia, el Señor
está contigo y bendita eres entre todas las mujeres!
¡Oh!, Señora Nuestra del Rosario, Madre de Dios.


© 2015 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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7 de Octubre
Nuestra Señora del Rosario
Advocación Mariana
Fiesta

Martirologio Romano: Memoria de la santísima Virgen María del Rosario. En este día se pide la ayuda de la santa Madre de Dios por medio del Rosario o corona mariana, meditando los misterios de Cristo bajo la guía de aquélla que estuvo especialmente unida a la encarnación, pasión y resurrección del Hijo de Dios.

Cuenta la leyenda que la Virgen se apareció en 1208 a Santo Domingo de Guzmán en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos, le enseñó a rezarlo y le dijo que lo predicara entre los hombres; además, le ofreció diferentes promesas referentes al rosario. El santo se lo enseñó a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort antes de la Batalla de Muret, cuya victoria se atribuyó a la Virgen. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a la imagen.

En el siglo XV su devoción había decaído, por lo que nuevamente la imagen se apareció al beato Alano de la Rupe, le pidió que la reviviera, que recogiera en un libro todos los milagros llevados a cabo por el rosario y le recordó las promesas que siglos atrás dio a Santo Domingo.

El rezo del Santo Rosario es una de las devociones más firmemente arraigada en el pueblo cristiano. Popularizó y extendió esta devoción el papa san Pío V en el día aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la batalla de Lepanto (1571), victoria atribuída a la Madre de Dios, invocada por la oración del Rosario. Más hoy la Iglesia no nos invita tanto a rememorar un suceso lejano cuanto a descubrir la importancia de María dentro del misterio de la salvación y a saludarla como Madre de Dios, repitiendo sin cesar: Ave María. La celebración de este día es una invitación a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios.

(http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=421)