04 septiembre, 2014

Santa Rosalía de Palermo

 
 
Oh, Santa Rosalía de Palermo, vos, sois,
la hija del Dios de la vida y su amada santa.
Una guirnalda de rosas, una “rosalinda”
de alma y de espíritu. “El Coscina” y “el
Pellegrino”, montes, saben de vos, y, antes,
el Dios eterno, de vuestra increíble ascesis
de mística y de luz. Sois abogada contra
el mal y los terremotos. Honor hicisteis
al significado de vuestro nombre: “Escudo
de honor”, pues en ello, os convertisteis
de maravillosa manera. ¿Qué más podríais
entregarle a Aquél que todo lo ve? ¡Todo!
Y, sí, porque, “todo” lo entregasteis y
por ello, recibisteis corona de luz eterna,
como premio a vuestra entrega de amor y fe;
oh, Santa Protectora y Patrona de Palermo;
oh, Santa Rosalía, “silencio del amor de Dios”.

© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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4 de Septiembre
Santa Rosalía de Palermo
Ermitaña

“Guirnalda de rosas”, en latín; quizá derivado del germánico Rosalinda: “Escudo del honor”. Vivió en el siglo XII y murió hacia 1160. Aunque se desconocen datos sobre su patria y vida, una leyenda asegura que a los 14 años se retiró a una cueva del monte Coscina y luego a otra del monte Pellegrino, cercano a Palermo. En la Edad Media se le dedicaron varias iglesias y se le consideró Protectora y Patrona de Palermo. Sus restos fueron descubiertos un 15 de julio y el Papa Urbano VIII la incluyó como santa en el Martirologio. Se le invoca como abogada contra la peste y los terremotos. 

La iconografía la presenta como ermitaña o bien revestida con hábito agustino. Sus principales atributos son: una corona de rosas, en alusión a su nombre; y un crucifico y una calavera, por su ascesis.

03 septiembre, 2014

San Gregorio Magno

 


Oh, San Gregorio Magno, vos, sois el hijo del Dios
de la vida, su amado santo y papa, que honor
hicisteis al significado de vuestro nombre: “el
Vigilante”. Benedicto I, papa, os ordenó presbítero,
y fuisteis Nuncio en Constantinopla, y más tarde,
Papa elegido. Vos, os distinguisteis por vuestra
oratoria, política tolerante, administración atinada,
interés misionero, y tacto en la reforma del clero
y la liturgia. Vuestra pastoral acción, reflejada quedó
en “Regla pastoral”, “Diálogos”, “Sacramentario” y
“Antifonario”. También por vuestra obra bíblica,
Vuestra ascética o “Moralina” y el epistolario.
Apenas fallecisteis y de milagro, venerado fuisteis
como santo y la tradición os nombró “Patrón
de los liturgistas, investigadores, y sabios”, por
vuestra erudición. “Patrón de los músicos, chantres
y cantores”, por la escuela de canto que fundasteis.
Defensor contra la enfermedad de la gota y la peste;
y “Abogado de las almas del purgatorio”. Y, así,
luego de haber gastado vuestra santa vida, voló
vuestra alma al cielo, para coronada ser con corona
de luz, como justo premio a vuestra entrega de amor;
oh, San Gregorio Magno, “Patrón del amor de Dios”.

© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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3 de Septiembre
San Gregorio Magno
Papa y doctor de la Iglesia

Señor Dios, que cuidas a tu pueblo con ternura y lo gobiernas con amor, te pedimos que, por intercesión del papa San Gregorio Magno, concedas el Espíritu de sabiduría a quienes has establecido como maestros y pastores de la Iglesia, para que así el progreso de los fieles constituya el gozo eterno de sus pastores. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. 

Gregorio significa “el Vigilante”, en Griego. Nació y murió en Roma en 540 y 604. Estudió Derecho y en 573 fue nombrado Prefecto. Como heredó la fortuna de su padre, construyó varios monasterios en Roma y se retiró al Monte Celio. Fue ordenado diácono y en 578 el Papa Benedicto I lo ordenó presbítero. Fungió como Nuncio en Constantinopla entre 579 y 586. Tres años después fue elegido Papa, misión en que se distinguió por su oratoria, política tolerante, administración atinada, interés misionero en Inglaterra y España y tacto en la reforma del clero y la liturgia. Su acción pastoral se refleja en varias de sus obras: Regla pastoral, Diálogos, Sacramentario y Antifonario.

Se distinguió, también, por su obra bíblica (varios comentarios), ascética (su Moralina) y epistolar (859 cartas). Apenas muerto, fue venerado como santo y la tradición lo asumió como Patrón de los liturgistas, sabios e investigadores, por su amplia erudición; de los músicos, chantres y cantores, por la escuela de canto que fundó (cantos gregorianos); Defensor contra la enfermedad de la gota y la peste; y Abogado de las almas del purgatorio por las “misas gregorianas” que hasta él se hicieron remontar.

En la iconografía aparece, como todos los papas, con la tiara y la cruz papal; en calidad de Padre de la Iglesia (uno de los cuatro grandes de Occidente) al que la tradición conoce como El Grande; y como monje. Una paloma, símbolo de inspiración, una cartela con notas musicales, los emblemas pontificios y el ánima sola o varias almas del purgatorio son sus atributos principales.

02 septiembre, 2014

San Moisés

 
  
Oh, San Moisés, Profeta, vos, sois el hijo
del Dios de la vida, y su amado santo, que,
salvado de las aguas del Nilo, criado junto
al Faraón y elegido para salvar a vuestro
pueblo fuisteis. Instrumento de Dios en las
plagas y caudillo desde el mar Rojo. Y, ya
en el desierto, el hombre de la Alianza:
Amigo de Dios, padre de vuestro pueblo,
legislador, juez, guerrero y libertador.
Os resististeis a aceptar las debilidades
de vuestro pueblo y viendo ya la Tierra
Prometida, expirasteis tal y conforme, os
lo había dicho Dios. Vos, que extendisteis
vuestra mano sobre el mar Rojo y lo secasteis,
y, brotar agua de la roca en el desierto
hicisteis; conseguisteis de Dios el maná y
las codornices para quitar la hambruna
de vuestro pueblo. “Yo soy el Señor tu Dios,
que te saqué de Egipto, de la esclavitud.
No tendrás otros dioses rivales míos. Honra
a tu padre y a tu madre. No matarás. No
cometerás adulterio. No robarás. No darás
testimonio falso contra tu prójimo. No
codiciarás los bienes de tu prójimo: ni
la mujer, ni su esclavo, ni su buey, ni
su asno, ni nada que sea de él”. La Ley
por Moisés y la Gracia por Jesucristo;
Oh, San Moisés, “luz de la fe y de la ley”. 


© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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2 de Septiembre
San Moisés
Profeta del Antiguo Testamento

Salvado de las aguas. Criado junto al Faraón. Elegido para salvar a su pueblo. Instrumento de Dios en las plagas. Caudillo desde el mar Rojo. Y ya en el desierto, el hombre de la Alianza: Amigo de Dios, padre del pueblo, legislador, juez, guerrero, libertador…

Es el hombre fuerte como un titán que se resiste a aceptar las debilidades de su pueblo.
Dios permite su fracaso. Viendo ya la Tierra Prometida, muere con la esperanza incumplida de entrar en la tierra de Canaán.

El que extendió su mano en el mar y lo secó o hizo brotar agua de la roca en el desierto, o consiguió de Dios el maná y las codornices para quitar la hambruna no disfruta su máximo proyecto humano: entrar en la Tierra de Promisión.

El sinsabor de la derrota humana es permitido por Dios para que reconozcamos nuestra flaqueza. El fracaso en lo humano marca la dependencia del creador.


01 septiembre, 2014

San Egidio

 


Oh, San Egidio; vos sois el hijo del Dios
de la vida, y, el mismo que honor y brillo,
disteis al significado de vuestro nombre:
“El Protegido o defendido”. Del Ródano,
ermitaño y anacoreta; milagros cientos,
se os atribuyen, y, en el Medioevo, como
prueba de ello os llamó: Abogado de los
pecadores, protector de pobres, tullidos
y arqueros, abogado contra el miedo y
el incubo, defensor contra el cáncer y
la epilepsia. Hoy, se os representa como
anacoreta, con varios atributos: cierva,
lirio, flecha clavada en el brazo, dos
puertas, regalo del Papa a vuestro monasterio
y un mensaje celeste en una filacteria
por haber descubierto un pecado oculto
del Rey Carlos y hacérselo confesar. Eso,
sois vos, y por ello, hoy, con justicia,
lucís, corona eterna de luz, como justo
premio a vuestra entrega de amor y de fe;
oh, San Egidio, “amor y luz del Dios vivo”.

© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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1º de septiembre
San Egidio

“El Protegido o Defendido” en latín; o “cabrito” en griego. Ermitaño de origen griego que vivió entre los siglos VI y VII. Algunas leyendas piadosas lo consideraban un rico heredero emigrado de Marsella y establecido como anacoreta en un bosque, en la desembocadura del río Ródano. Con el tiempo edificó un monasterio.

Se le atribuyen algunos milagros y la piedad en el Medioevo lo llamó: Abogado de los pecadores, por haber ayudado en su conversión al Rey Carlos; Protector de pobres, tullidos y arqueros, por haber sido herido por una flecha; Abogado contra el miedo y el incubo, por ayudar a una cierva en peligro; y Defensor contra las enfermedades del cáncer y la epilepsia, llamada “mal de San Gil”.

Se le consideró uno de los “14 santos auxiliares”. Se le representa como anacoreta, con varios atributos: cierva, lirio, flecha clavada en el brazo, dos puertas (regalo del Papa a su monasterio) y un mensaje celeste en una filacteria por haber descubierto un pecado oculto del Rey Carlos y hacérselo confesar.

31 agosto, 2014

San Ramón Nonato

 

 Oh, San Ramón Nonato; vos, sois el hijo
del Dios de la vida y, su amado santo, y,
aunque vuestro nombre significa no-nacido,
las maravillas por Dios obradas, así,
lo quisieron para asombro de la gente
de vuestro tiempo y más, del nuestro.
Muerta vuestra madre vos, extraído fuiste,
de su santo vientre. Y, por ello, aunque
sin los cuidados y el amor de una madre,
mostrasteis amor y devoción por Nuestra
Señora, en la ermita de san Nicolás. Amigo
fuisteis de San Pedro Nolasco, quien os
contagió el abandonar el mundo y entrar
al clero. Y, entonces, de pronto, María
misma, os pide, que ingreséis, en la Orden
de la Merced, haciendo real, el voto cuarto
mercedario, que es el de redimir a los
cautivos y de rehén servir en su lugar.
En el norte del África predicasteis, y
allí mismo brindasteis consuelo, curasteis,
y disteis paciencia y fortaleza a los cautivos
de los piratas berberiscos. Vos, mismo,
soportasteis la cárcel y la tortura, pues,
vuestra boca cerrada fue, con candado
para impediros vuestra predicación santa.
Por vuestros méritos y virtuosa vida
Cardenal fuisteis nombrado, y, más tarde
Dios Padre, os llamó de este mundo, para
coronaros con corona de luz, como justo
premio, a vuestro amor, fe, y esperanza.
Y, una mula ciega, decidió por vuestros
hermanos los frailes mercedarios y los
nobles señores de Cardona, dónde vuestros
restos quedarían. Y, milagro de milagros,
paró ante la ermita de San Nicolás, de
Portell. Santo Patrono, de las parturientas;
Oh, San Ramón Nonato, “amor puro de Dios”.

© 2014 Luis Ernesto Chacón Delgado
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31 de agosto
San Ramón Nonato
Cardenal
Patrón de las parturientas

Martirologio Romano: En Cardona, de Cataluña, san Ramón Nonato, que fue uno de los primeros socios de san Pedro Nolasco en la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, y es tradición que, por el nombre de Cristo, sufrió mucho para la redención de los cautivos (c. 1240).

Fecha de canonización: Fue canonizado en 1657 por el Papa Alajandro VII

Nació en los mismos comienzos del siglo XIII. Su nombre deja boquiabierto a quien lo oye o lo lee por primera vez. Nonnato -Nonato por más breve- sugiere a un santo sólo potencial; como si la palabra fuera un slogan publicitario que estuviera invitando a quien lo lee o escucha a que se decidiera a iniciar una programa que acabara con la santidad del guión preestablecido. De hecho, significa no-nacido. ¿Pretenderá decir el extraño nombre que, por no haber nacido todavía el santo que rellene el expediente completo de sus cualidades y virtudes, está como esperando la Iglesia a que haya uno que se decida de una vez a reproducirlas? Eso sería, lógicamente, confundir la santidad como algo que brota de la voluntad y decisión humana, cuando ella es en verdad el resultado de la acción del Espíritu Santo con quien se coopera libremente. Sería sencillamente pelagianismo.

El calificativo -que ha pasado ya a ser nombre- le viene a Ramón por el hecho de haber sido sacado del claustro materno, por medio de una intervención quirúrgica, cuando ya había muerto su madre. Por eso no nació como nacen normalmente los niños, lo extrajeron. Fue en Portell, en Lérida, cuando se iniciaba el siglo XIII.

La buena y alta situación de su padre le posibilitó crecer en buen ambiente y formación, aunque sin el cariño y los cuidados de una madre. Cuentan de su primera juventud la devoción especialísima a la santísima Virgen que le llevaba con frecuencia a visitar la ermita de san Nicolás donde pasaba ratos mientras sus rebaños pastaban. Luego su padre quiso irlo incorporando poco a poco a las tareas de administración de sus posesiones y esa fue la razón por la que se le encuentra en Barcelona en el intento de aprender letras y números. Allí tuvo ocasión de trabar amistad con Pedro Nolasco -que por aquel entonces era comerciante- y de compartir mutuamente los deseos de fidelidad a la fe cristiana vivida con radicalidad, llegando incluso a considerar la posibilidad de entrar en el estado clerical.

Como el padre disfruta de un gran sentido práctico, lo reincorpora al terruño de Portell y le encarga la explotación de varias de sus fincas. Pero, sigue diciendo la antigua crónica, que la misma Virgen María le comunica su deseo de que ingrese en la recién fundada Orden de la Merced y allí está de nuevo en Barcelona puesto a disposición completa en las manos de su antes amigo Pedro Nolasco.

Noviciado, profesión, ordenación sacerdotal y ministerio en el hospital de santa Eulalia se suceden con la normalidad propia de quien tiene prisa para cumplir el cuarto voto mercedario consistente en redimir a los cautivos y servir de rehén en su lugar si procede.

En el norte del continente negro predica, consuela, cura, fortalece, atiende y transmite paciencia a los cautivos de los piratas berberiscos; comprende bien su situación y se hace cargo de que están rodeados de todos los peligros para su fe. Incluso él mismo tuvo que soportar cárcel y la tortura de que sellaran sus labios por ocho meses con un candado para impedirle la predicación.

A su vuelta a España entre el clamor de las multitudes, lo nombra Cardenal de la Iglesia el papa Gregorio IX, reconociendo sus méritos y virtud de la caridad practicada de modo heroico; pero no le dio tiempo a llegar a Roma por morir, antes de cumplir los cuarenta años, cuando se disponía a hacerlo.

Por el empeño de hacerse cargo de su cuerpo tanto los frailes mercedarios como los nobles señores de Cardona, decidieron de común acuerdo darle sepultura allá donde lo decidiera una mula ciega que lo llevó a lomos hasta que quiso pararse ante la ermita de San Nicolás, de Portell.

Desaparecieron las reliquias, irrecuperables ya para la veneración, en el año 1936.

Lo que no ha sido relegado al olvido por sus paisanos es la figura del santo y su acción caritativa. Esa devoción secular que se refleja incluso en las fiestas y en el folklore. No digamos nada sobre la devoción que le profean todas las parturientas que lo tienen como especial patrón para su trance.
Se divulgó por el mundo la pintura que lo muestra con la Custodia en la mano derecha expresando así la fuente de su caridad con los hombres.

30 agosto, 2014

Santa Rosa de Lima

 

Oh, Santa Rosa de Lima, vos, sois la hija del Dios
de la vida, su amada santa y, que, cierto día,
entregada vos, a los pobres y enfermos, a vuestra
madre le respondisteis: “Cuando servimos a los
pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No
debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo,
porque en ellos servimos a Jesús”. Vuestra vida,
de piedad y de virtud, halló conforte cuando
vestisteis el hábito de la Orden de Santo Domingo.
En la penitencia, la mística y la contemplación,
grande camino hicisteis. Por modelo de santidad a
Santa Catalina de Siena, tomasteis, muy a pesar
de la oposición y de las burlas de vuestros padres
y amigos. De vuestro corazón, desterrasteis todo
rasgo de amor propio, y aplastasteis así, el orgullo,
mediante la humildad, la obediencia y la abnegación
de la voluntad propia. Desobedecisteis jamás a
vuestros padres y, en silencio, la incomprensión
sufristeis. Días enteros en el huerto. Trabajabais,
y cosíais en ayuda de vuestra familia. Luchasteis
contra las propuestas de matrimonio a cada nada,
y entonces, votos de virginidad hicisteis, a Dios,
a quien os habíais consagrado desde siempre, tanto
que llevabais sobre la cabeza, corona de espinas,
por amor a Él. Y, cuando de Él, hablabais, cambiaba
vuestro tono de voz, y vuestro rostro, se inflamaba
reflejando el sentimiento de vuestra alma y vuestro
corazón, y era más, cuando os hallabais en presencia
del Santísimo Sacramento y cuando estabais en plena
comunión con Dios. Permitió Él, que sufrieses mucho,
y que, vuestros amigos os persiguieran y vuestra
alma, sumida se vio entonces, en desolación espiritual,
que el maligno aprovechaba, para molestaros cada vez,
con tentaciones violentas. “Oíd pueblos, oíd, todo género
de gentes: de parte de Cristo y con palabras tomadas
de su misma boca, yo os aviso: Que no se adquiere gracia
sin padecer aflicciones; hay necesidad de trabajos y
más trabajos, para conseguir la participación íntima
de la divina naturaleza, la gloria de los hijos de
Dios y la perfecta hermosura del alma”. Escribisteis
así, alguna vez. Y, vos, que habíais padecido tanto
a lo largo de vuestra santa vida, en vuestros últimos
momentos de vida, así, dijiteis: “Señor, auméntame
los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida
tu amor”. Y, Dios os escuchó y voló vuestra alma al
cielo, para coronada ser con corona de luz, como premio
a vuestra increíble entrega de amor, fe y esperanza.
Santa Patrona de las Américas, el Perú y las Filipinas;
Oh, Santa Rosa de Lima, “rosa amorosa del Dios de la vida”.

© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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30 de agosto
Santa Rosa de Lima
“Rosa de Santa María”
Patrona de América,
el Perú y las Filipinas

El día en que su madre le reprendió por atender en la casa a pobres y enfermos, Santa Rosa de Lima le contestó: “Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo, porque en ellos servimos a Jesús”.-(Catecismo de la Iglesia Católica, 2449).

Nació en Lima (Perú) el año 1586; cuando vivía en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y de virtud, y, cuando vistió el hábito de la tercera Orden de santo Domingo, hizo grandes progresos en el camino de la penitencia y de la contemplación mística. Murió el día 24 de agosto del año 1617.

Biografía

Rosa de Lima, la primera santa americana canonizada, nació de ascendencia española en la capital del Perú en 1586. Sus humildes padres son Gaspar de Flores y María de Oliva. Aunque la niña fue bautizada con el nombre de Isabel, se la llamaba comúnmente Rosa y ése fue el único nombre que le impuso en la Confirmación el arzobispo de Lima, Santo Toribio. Rosa tomó a Santa Catalina de Siena por modelo, a pesar de la oposición y las burlas de sus padres y amigos. En cierta ocasión, su madre le coronó con una guirnalda de flores para lucirla ante algunas visitas y Rosa se clavó una de las horquillas de la guirnalda en la cabeza, con la intención de hacer penitencia por aquella vanidad, de suerte que tuvo después bastante dificultad en quitársela. Como las gentes alababan frecuentemente su belleza, Rosa solía restregarse la piel con pimienta para desfigurarse y no ser ocasión de tentaciones para nadie.

Una dama le hizo un día ciertos cumplimientos acerca de la suavidad de la piel de sus manos y de la finura de sus dedos; inmediatamente la santa se talló las manos con barro, a consecuencia de lo cual no pudo vestirse por sí misma en un mes. Estas y otras austeridades aún más sorprendentes la prepararon a la lucha contra los peligros exteriores y contra sus propios sentidos. Pero Rosa sabía muy bien que todo ello sería inútil si no desterraba de su corazón todo amor propio, cuya fuente es el orgullo, pues esa pasión es capaz de esconderse aun en la oración y el ayuno. Así pues, se dedicó a atacar el amor propio mediante la humildad, la obediencia y la abnegación de la voluntad propia.

Aunque era capaz de oponerse a sus padres por una causa justa, jamás los desobedeció ni se apartó de la más escrupulosa obediencia y paciencia en las dificultades y contradicciones. Rosa tuvo que sufrir enormemente por parte de quienes no la comprendían. El padre de Rosa fracasó en la explotación de una mina, y la familia se vio en circunstancias económicas difíciles. Rosa trabajaba el día entero en el huerto, cosía una parte de la noche y en esa forma ayudaba al sostenimiento de la familia. La santa estaba contenta con su suerte y jamás hubiese intentado cambiarla, si sus padres no hubiesen querido inducirla a casarse. Rosa luchó contra ellos diez años e hizo voto de virginidad para confirmar su resolución de vivir consagrada al Señor.

Al cabo de esos años, ingresó en la tercera orden de Santo Domingo, imitando así a Santa Catalina de Siena. A partir de entonces, se recluyó prácticamente en una cabaña que había construido en el huerto. Llevaba sobre la cabeza una cinta de plata, cuyo interior era lleno de puntas sirviendo así como una corona de espinas. Su amor de Dios era tan ardiente que, cuando hablaba de El, cambiaba el tono de su voz y su rostro se encendía como un reflejo del sentimiento que embargaba su alma. Ese fenómeno se manifestaba, sobre todo, cuando la santa se hallaba en presencia del Santísimo Sacramento o cuando en la comunión unía su corazón a la Fuente del Amor.

Extraordinarias pruebas y gracias

Dios concedió a su sierva gracias extraordinarias, pero también permitió que sufriese durante quince años la persecución de sus amigos y conocidos, en tanto que su alma se veía sumida en la más profunda desolación espiritual. El demonio la molestaba con violentas tentaciones. El único consejo que supieron darle aquellos a quienes consultó fue que comiese y durmiese más. Más tarde, una comisión de sacerdotes y médicos examinó a la santa y dictaminó que sus experiencias eran realmente sobrenaturales.

Rosa pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, un empleado del gobierno, cuya esposa le tenía particular cariño. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: “Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor”. Dios la llamó a Sí el 24 de agosto de 1617, a los treinta y un años de edad. El capítulo, el senado y otros dignatarios de la ciudad se turnaron para transportar su cuerpo al sepulcro.

El Papa Clemente X la canonizó en 1671

Aunque no todos pueden imitar algunas de sus prácticas ascéticas, ciertamente nos reta a todos a entregarnos con mas pasión al amado, Jesucristo. Es esa pasión de amor la que nos debe mover a vivir nuestra santidad abrazando nuestra vocación con todo el corazón, ya sea en el mundo, en el desierto o en el claustro.
De los escritos de santa Rosa de Lima

“El salvador levantó la voz y dijo, con incomparable majestad:
“¡Conozcan todos que la gracia sigue a la tribulación. Sepan que sin el peso de las aflicciones no se llega al colmo de la gracia. Comprendan que, conforme al acrecentamiento de los trabajos, se aumenta juntamente la medida de los carismas. Que nadie se engañe: esta es la única verdadera escala del paraíso, y fuera de la cruz no hay camino por donde se pueda subir al cielo!”.

“Oídas estas palabras, me sobrevino un impetu poderoso de ponerme en medio de la plaza para gritar con grandes clamores, diciendo a todas las personas, de cualquier edad, sexo, estado y condición que fuesen: “Oíd pueblos, oíd, todo género de gentes: de parte de Cristo y con palabras tomadas de su misma boca, yo os aviso: Que no se adquiere gracia sin padecer aflicciones; hay necesidad de trabajos y más trabajos, para conseguir la participación íntima de la divina naturaleza, la gloria de los hijos de Dios y la perfecta hermosura del alma.”

“Este mismo estímulo me impulsaba impetuosamente a predicar la hermosura de la divina gracia, me angustiaba y me hacía sudar y anhelar. Me parecía que ya no podía el alma detenerse en la cárcel del cuerpo, sino que se había de romper la prisión y, libre y sola, con más agilidad se había de ir por el mundo, dando voces:

“¡Oh, si conociesen los mortales qué gran cosa es la gracia, qué hermosa, qué noble, qué preciosa, cuántas riquezas esconde en sí, cuántos tesoros, cuántos júbilos y delicias! Sin duda emplearían toda su diligencia, afanes y desvelos en buscar penas y aflicciones; andarían todos por el mundo en busca de molestias, enfermedades y tormentos, en vez de aventuras, por conseguir el tesoro último de la constancia en el sufrimiento. Nadie se quejaría de la cruz ni de los trabajos que le caen en suerte, si conocieran las balanzas donde se pesan para repartirlos entre los hombres.”

Bibliografía

Butler, Vida de los Santos

29 agosto, 2014

El Martitio de San Juan Bautista



 Oh San Juan Bautista, vos, sois el hijo
del Dios de la vida y su amado santo, y
que, por orden de Herodes, arrestado y
encadenado fuisteis en la cárcel, por
causa de Herodías, mujer de Filipo, su
hermano, con quien, el infeliz rey se
había casado. Vos, entonces le dijisteis
a Herodes: “No te está permitido tener
la mujer de tu hermano”. Por esta causa
Herodías os aborrecía a muerte, y mataros
quería, pero a la vez no podía, pues
el rey, os temía, pues sabía, que erais
hombre justo y santo, y os protegía
porque al oíros impresionado quedaba y
os escuchaba con gusto. Y, el rey, años
cumplió, y, un banquete dio, y la hija
de Herodías cargada de mal, danzó, y
gustó mucho al rey, y a sus invitados. Y,
dijo a la muchacha “Pídeme lo que quieras
y te lo daré. Te daré lo que me pidas,
hasta la mitad de mi reino”. Y, ella,
consultó con su madre “¿Qué voy a pedir?”.
Y ella le dijo: “La cabeza de Juan el
Bautista”. Y, ella, “feliz”, le dijo
al rey: “Quiero que ahora mismo me des,
en una bandeja, la cabeza de Juan el
Bautista”. Y, el rey de tristeza se llenó,
y al instante mandó que le trajeran vuestra
cabeza en una bandeja, y se la dio a
la muchacha, y ésta a su madre. vuestra
vida toda, giró en torno a la Persona
de Jesús, de manera que sin Él, vuestra
existencia y vuestra tarea, vana hubiera
sido. Y, Él, os santificó desde el vientre
materno, y vos, aquél día, saltasteis
entusiasmado dentro del vientre de vuestra
madre, Santa Isabel, hasta encumbraros a
la gloria de Dios, que os premió, con
corona de luz, como premio a vuestro amor;
Oh, San Juan Bautista, “precursor de la luz”.

© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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29 de Agosto
El Martirio de San Juan Bautista
Año 30

Señor: Te rogamos por tantas parejas que viven sin casarse y en pecado. Perdónales y concédeles la verdadera conversión. Y te suplicamos que nunca dejes de enviarnos valientes predicadores, que como Juan Bautista no dejen a los pecadores estar tranquilos en su vida de pecado por que los puede llevar a la perdición, y que despierten las conciencias de sus oyentes para que cada uno prefiera morir antes que pecar.

El evangelio de San Marcos nos narra de la siguiente manera la muerte del gran precursor, San Juan Bautista: “Herodes había mandado poner preso a Juan Bautista, y lo había llevado encadenado a la prisión, por causa de Herodías, esposa de su hermano Filipos, con la cual Herodes se había ido a vivir en unión libre. Porque Juan le decía a Herodes: “No le está permitido irse a vivir con la mujer de su hermano”. Herodías le tenía un gran odio por esto a Juan Bautista y quería hacerlo matar, pero no podía porque Herodes le tenía un profundo respeto a Juan y lo consideraba un hombre santo, y lo protegía y al oírlo hablar se quedaba pensativo y temeroso, y lo escuchaba con gusto”.

“Pero llegó el día oportuno, cuando Herodes en su cumpleaños dio un gran banquete a todos los principales de la ciudad. Entró a la fiesta la hija de Herodías y bailó, el baile le gustó mucho a Herodes, y le prometió con juramento: “Pídeme lo que quieras y te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino”.

La muchacha fue donde su madre y le preguntó: “¿Qué debo pedir?”. Ella le dijo: “Pida la cabeza de Juan Bautista”. Ella entró corriendo a donde estaba el rey y le dijo: “Quiero que ahora mismo me des en una bandeja, la cabeza de Juan Bautista”.

El rey se llenó de tristeza, pero para no contrariar a la muchacha y porque se imaginaba que debía cumplir ese vano juramento, mandó a uno de su guardia a que fuera a la cárcel y le trajera la cabeza de Juan. El otro fue a la prisión, le cortó la cabeza y la trajo en una bandeja y se la dio a la muchacha y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse los discípulos de Juan vinieron y le dieron sepultura (S. Marcos 6,17).

Herodes Antipas había cometido un pecado que escandalizaba a los judíos porque esta muy prohibido por la Santa Biblia y por la ley moral. Se había ido a vivir con la esposa de su hermano. Juan Bautista lo denunció públicamente. Se necesitaba mucho valor para hacer una denuncia como esta porque esos reyes de oriente eran muy déspotas y mandaban matar sin más ni más a quien se atrevía a echarles en cara sus errores.

Herodes al principio se contentó solamente con poner preso a Juan, porque sentía un gran respeto por él. Pero la adúltera Herodías estaba alerta para mandar matar en la primera ocasión que se le presentara, al que le decía a su concubino que era pecado esa vida que estaban llevando. Cuando pidieron la cabeza de Juan Bautista el rey sintió enorme tristeza porque estimaba mucho a Juan y estaba convencido de que era un santo y cada vez que le oía hablar de Dios y del alma se sentía profundamente conmovido. Pero por no quedar mal con sus compinches que le habían oído su tonto juramento (que en verdad no le podía obligar, porque al que jura hacer algo malo, nunca le obliga a cumplir eso que ha jurado) y por no disgustar a esa malvada, mandó matar al santo precursor.

Este es un caso típico de cómo un pecado lleva a cometer otro pecado. Herodes y Herodías empezaron siendo adúlteros y terminaron siendo asesinos. El pecado del adulterio los llevó al crimen, al asesinato de un santo.

Juan murió mártir de su deber, porque él había leído la recomendación que el profeta Isaías hace a los predicadores: “Cuidado: no vayan a ser perros mudos que no ladran cuando llegan los ladrones a robar”. El Bautista vio que llegaban los enemigos del alma a robarse la salvación de Herodes y de su concubina y habló fuertemente. Ese era su deber. Y tuvo la enorme dicha de morir por proclamar que es necesario cumplir las leyes de Dios y de la moral. Fue un verdadero mártir.

Una antigua tradición cuenta que Herodías años más tarde estaba caminando sobre un río congelado y el hielo se abrió y ella se consumió hasta el cuello y el hielo se cerró y la mató. Puede haber sido así o no. Pero lo que sí es histórico es que Herodes Antipas fue desterrado después a un país lejano, con su concubina. Y que el padre de su primera esposa (a la cual él había alejado para quedarse con Herodías) invadió con sus Nabateos el territorio de Antipas y le hizo enormes daños. Es que no hay pecado que se quede sin su respectivo castigo.