28 enero, 2023

Santo Tomás de Aquino "El Doctor Angélico", Presbítero y Doctor de la Iglesia y Patrono de las Escuelas Católicas y de la Educación


 

¡Oh! Santo Tomás de Aquino, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida y su amado santo y, a quien Él, sabiduría
e inteligencia concedió, dones con los que, vos, os
adentrasteis en sus secretos. Vuestro pensar y vuestra
palabra en “Summa Teológica”, grabados quedaron
y ella sola, pilar es de Nuestra Santa Madre Iglesia
Católica. El “Pangelingua” y el “Tantumergo”, sublimes
himnos, que, en honor a la Fiesta del Cuerpo y Sangre
de Jesucristo compusisteis con viva fe y gran amor.
Vuestro tratado sobre el Ave María, el cúlmen es de
vuestro portento de fe. San Alberto Magno, de vos, dijo:
“Vosotros lo llamais el “buey mudo”. Pero, este “buey”
llenará un día con sus mugidos el mundo entero”. ¡Y, así
fue! Cuando Jesús, se os apareció, os dijo: “Tomás,
habéis hablado bien de Mi. ¿Qué queréis a cambio?”. Vos,
respondisteis: “Señor, lo único que quiero yo es amarte,
amarte mucho, y agradarte cada vez más”. Vuestros
compañeros de aquél tiempo, comentaron de vos así:
“La ciencia de Tomás es muy grande, pero su piedad es
más grande todavía. Pasa horas y horas rezando, y en
Misa, después de la elevación, parece que estuviera
en el Paraíso del cielo. Y hasta se le llena el rostro de
resplandores de vez en cuando mientras celebra la
Eucaristía”. Siempre en cuenta a Nuestra Señora teníais,
pues en el borde de vuestros cuadernos escribíais “Dios
te Salve María, martillo de los herejes”. Pocos meses
antes de morir tuvisteis una visión celestial y sobrenatural
que hizo que dejasteis de escribir, y, el hermano
Reginaldo os preguntó a acerca de la causa por la cual
ya no lo hacíais más y, respondisteis: “Es que,
comparando con lo que vi en aquella visión, lo que he
escrito es muy poca cosa”. Más tarde, el Santo Padre,
os envió al Concilio de Lyon, pero os sentisteis mal,
y os llevaron por última vez la Sagrada Comunión
y exclamasteis: “Ahora te recibo a Ti mi Jesús, que
pagaste con tu sangre el precio de la redención de
mi alma. Todas las enseñanzas que escribí manifiestan
mi fe en Jesucristo y mi amor por la Santa Iglesia
Católica, de quien me profeso hijo obediente”.
Y, así, voló vuestra alma al cielo, para corona de luz
recibir, como premio justo a vuestra entrega de amor.
Santo Patrono de la Educación y de las Escuelas Católicas;
¡Oh!, Santo Tomás de Aquino; “vivo mugido del Dios Vivo”.

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado


28 de Enero
Santo Tomás de Aquino
El Doctor Angélico
Presbítero y Doctor de la Iglesia
(+1274)

Oración a Santo Tomás de Aquino

Angélico doctor Santo Tomás, gloria inmortal de la religión, columna firmísima de la Iglesia, varón santísimo y sapientísimo, que por los admirables ejemplos de tu inocente vida fuiste elevado a la cumbre de una perfección consumada, y con tus prodigiosos escritos eres martillo de los herejes, luz de maestros y doctores, y milagro estupendo de sabiduría.

¡Oh! quien acertara, Santo mío, a ser en virtud y letras verdadero discípulo, aprendiendo en el libro de vuestras virtudes y en las obras que con tanto acierto escribiste la ciencia de los santos, que es la verdadera y única sabiduría.

¡Quién supiera hermanar, como vos, la doctrina con la modestia, y la alta inteligencia con la profunda humildad! Alcanzadme del Señor esta gracia, junto con el inestimable don de la pureza y haced que, practicando tu doctrina y siguiendo tus ejemplos, consiga la eterna bienaventuranza. Amén. 

Su Vida

Nace en el Castillo de Rocaseca, cerca de Nápoles, Italia, en 1225. Es el último hijo varón de una numerosa familia de doce hijos. Su padre se llamaba Landulfo de Aquino. Alto, grueso, bien proporcionado, frente despejada, porte distinguido, una gran amabilidad en el trato, y mucha delicadeza de sentimientos.

Cerca del Castillo donde nació estaba el famoso convento de los monjes Benedictinos llamado Monte Casino. Allí lo llevaron a hacer sus primeros años de estudios. Los monjes le enseñaron a meditar en silencio. Es el más piadoso, meditabundo y silencioso de todos los alumnos del convento. Lo que lee o estudia lo aprende de memoria con una facilidad portentosa.

Continúa sus estudios por cinco años en la Universidad de Nápoles. Allí supera a todos sus compañeros en memoria e inteligencia. Conoce a los Padres Dominicos y se entusiasma por esa Comunidad. Quiere entrar de religioso pero su familia se opone. El religioso huye hacia Alemania, pero por el camino lo sorprenden sus hermanos que viajan acompañados de un escuadrón de militares y lo ponen preso. No logran quitarle el hábito de dominico, pero lo encierran en una prisión del castillo de Rocaseca.

Tomás aprovecha su encierro de dos años en la prisión para aprenderse de memoria muchísimas frases de la S. Biblia y para estudiar muy a fondo el mejor tratado de Teología que había en ese tiempo, y que después él explicará muy bien en la Universidad.

Sus hermanos al ver que por más que le ruegan y lo amenazan no logran quitarle la idea de seguir de religioso, le envían a una mujer de mala vida para que lo haga pecar. Tomás toma en sus manos un tizón encendido y se lanza contra la mala mujer, amenazándola con quemarle el rostro si se atreve a acercársele. Ella sale huyendo y así al vencer él las pasiones de la carne, logró la Iglesia Católica conseguir un gran santo. Si este joven no hubiera sabido vencer la tentación de la impureza, no tendríamos hoy a este gran Doctor de la Iglesia.

Esa noche contempló en sueños una visión Celestial que venía a felicitarlo y le traía una estola o banda blanca, en señal de la virtud, de la pureza que le concedía Nuestro Señor.

Liberado ya de la prisión lo enviaron a Colonia, Alemania, a estudiar con el más sabio Padre Dominico de ese tiempo: San Alberto Magno. Al principio los compañeros no imaginaban la inteligencia que tenía Tomás, y al verlo tan robusto y siempre tan silencioso en las discusiones le pusieron de apodo: “El buey mudo”. Pero un día uno de sus compañeros leyó los apuntes de este joven estudiante y se los presentó al sabio profesor. San Alberto al leerlos les dijo a los demás estudiantes: “Ustedes lo llaman el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero”. Y así sucedió en verdad después.

Sus compañeros de ese tiempo dejaron este comentario: “La ciencia de Tomás es muy grande, pero su piedad es más grande todavía. Pasa horas y horas rezando, y en la Misa, después de la elevación, parece que estuviera en el Paraíso. Y hasta se le llena el rostro de resplandores de vez en cuando mientras celebra la Eucaristía”.

A los 27 años, en 1252, ya es profesor de la famosísima Universidad de París. Sus clases de teología y filosofía son las más concurridas de la Universidad. El rey San Luis lo estima tanto que lo consulta en todos los asuntos de importancia. Y en la Universidad es tan grande el prestigio que tiene y su ascendiente sobre los demás, que cuando se traba una enorme discusión acerca de la Eucaristía y no logran ponerse de acuerdo, al fin los bandos aceptan que sea Tomás de Aquino el que haga de árbitro y diga la última palabra, y lo que él dice es aceptado por todos sin excepción.

En 1259 el Sumo Pontífice lo llama a Italia y por siete años recorre el país predicando y enseñando, y es encargado de dirigir el colegio Pontificio de Roma para jóvenes que se preparan para puestos de importancia especial.

En 4 años escribe su obra más famosa: “La Suma Teológica”, obra portentosa en 14 tomos, donde a base de Sagrada Escritura, de filosofía y teología y doctrina de los santos va explicando todas las enseñanzas católicas. Es lo más profundo que se haya escrito en la Iglesia Católica.

En Italia la gente se agolpaba para escucharle con gran respeto como a un enviado de Dios, y lloraban de emoción al oírle predicar acerca de la Pasión de Cristo, y se emocionaban de alegría cuando les hablaba de la Resurrección de Jesús y de la Vida Eterna que nos espera.

El Romano Pontífice le encargó que escribiera los himnos para la Fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, y compuso entonces el “Pangelingua” y el “Tantumergo” y varios otros bellísimos cantos de la Eucaristía (dicen que el Santo Padre encargó a Santo Tomás y a San Buenaventura que cada uno escribiera unos himnos, pero que mientras oía leer los himnos tan bellos que había compuesto Santo Tomás, San Buenaventrua fue rompiendo los que él mismo había redactado, porque los otros le parecían más hermosos). Después de haber escrito tratados hermosísimos acerca de Jesús en la Eucaristía, sintió Tomás que Jesús le decía en una visión: “Tomás, has hablado bien de Mi. ¿Qué quieres a cambio?”. Y el santo le respondió: “Señor: lo único que yo quiero es amarte, amarte mucho, y agradarte cada vez más”.

De tal manera se concentraba en los temas que tenía que tratar, que un día estando almorzando con el rey, de pronto dio un puñetazo a la mesa y exclamó: “Ya encontré la respuesta para tal y tal pregunta”. Después tuvo que presentar excusas al rey por estar pensando en otros temas distintos a los que estaban tratando los demás en la conversación.

Pocos meses antes de morir tuvo una visión acerca de lo sobrenatural y celestial, y desde entonces dejó de escribir. Preguntado por el Hermano Reginaldo acerca de la causa por la cual ya no escribía más, exclamó: “Es que, comparando con lo que vi en aquella visión, lo que he escrito es muy poca cosa”.

Santo Tomás logró que la filosofía de Aristóteles llegara a ser parte de las enseñanzas de los católicos. Este santo ha sido el más famoso profesor de filosofía que ha tenido la Iglesia.

Tan importantes son sus escritos que en el Concilio de Trento (o sea la reunión de los obispos del mundo), los tres libros de consulta que había sobre la mesa principal eran: la Sagrada Biblia, los Decretos de los Papas, y la Suma Teológica de Santo Tomás.

Decía nuestro santo que él había aprendido más, arrodillándose delante del crucifijo, que en la lectura de los libros. Su secretario Reginaldo afirmaba que la admirable ciencia de Santo Tomás provenía más de sus oraciones que de su ingenio. Este hombre de Dios rezaba mucho y con gran fervor para que Dios le iluminara y le hiciera conocer las verdades que debía explicar al pueblo.

Su humildad

Cumplía exactamente aquel consejo de San Pablo: “Consideren superiores a los demás”. Siempre consideraba que los otros eran mejores que él. Aun en las más acaloradas discusiones exponía sus ideas con total calma; jamás se dejó llevar por la cólera aunque los adversarios lo ofendieran fuertemente y nunca se le oyó decir alguna cosa que pudiera ofender a alguno. Su lema en el trato era aquel mandato de Jesús: “Tratad a los demás como deseáis que los demás os traten a vosotros”.

Su devoción por la Virgen María era muy grande. En el margen de sus cuadernos escribía: “Dios te salve María“. Y compuso un tratado acerca del Ave María.

Su muerte

El Sumo Pontífice lo envió al Concilio de Lyon, pero por el camino se sintió mal y fue recibido en el monasterio de los monjes cistercienses de Fosanova. Cuando le llevaron por última vez la Sagrada Comunión exclamó: “Ahora te recibo a Ti mi Jesús, que pagaste con tu sangre el precio de la redención de mi alma. Todas las enseñanzas que escribí manifiestan mi fe en Jesucristo y mi amor por la Santa Iglesia Católica, de quien me profeso hijo obediente”.

Murió el 7 de marzo de 1274 a la edad de 49 años. Fue declarado santo en 1323 apenas 50 años después de muerto. Y sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Tolouse un 28 de enero. Por eso se celebra en este día su fiesta.

( http://www.ewtn.com/spanish/saints/Tom%C3%A1s_de_Aquino.htm)

27 enero, 2023

Santa Angela de Mérici, Fundadora de las Ursulinas

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 ¡Oh¡, Santa Angela Merici; vos, sois la hija del Dios
de la Vida y su amada santa, y que, desde muy niña
alumbrasteis con la luz de la fe a las niñas de vuestro
tiempo con amor y comprensión, fundando en la hora
debida las “Hermanas Ursulinas”, la primera comunidad
religiosa femenina para educar a las niñas, en honor
a Santa Úrsula, la santa mártir del siglo IV, que, dirigía
con celo el grupo de muchachas llamadas “Las once mil
vírgenes”, que murieron por defender su santa religión
y su castidad. Como Terciaria Franciscana y sin muchos
estudios pero, con vuestro “Don del Consejo”, supisteis
«aconsejar», qué es lo que hay que hacer, y qué dejar
de hacer en la vida para ganar el cielo. Y por ello,
gobernadores, obispos, doctores y sacerdotes; sabios
consejos recibieron. Vos misma, en una vívida visión
contemplasteis un enorme grupo de jóvenes vestidas
de blanco que volaban hacia el cielo eterno, y a la par
una voz os dijo: “Estas son tus religiosas educadoras”.
¡Y, con el tiempo, así fue! Alguien os preguntó un día:
¿Qué consejo me recomienda para comportarme debidamente?
Y, vos, respondisteis: “Compórtese cada día como deseara
haberse comportado cuando le llegue la hora de morirse
y de darle cuenta a Dios”. “¡Dios mío, yo te amo!”,
fueron vuestras últimas palabras, dejando volar vuestra
alma al cielo, para ser premiada con corona de luz
como justo premio a vuestra grande entrega de amor y fe,
¡oh!, Santa Angela de Merici, “vivo mensaje del Dios Vivo”.

© 2022 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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27 de Enero
Santa Angela de Mérici

Fundadora de las Ursulinas

Es la fundadora de las Hermanas Ursulinas. Su nombre significa “Mensaje de Dios”. Nació en Italia en 1474 y tiene el mérito de haber fundado la primera comunidad religiosa femenina para educar niñas. Se crió en una familia campesina muy creyente, donde cada noche leían la vida de un Santo, y esto la enfervorizaba mucho y la entusiasmaba por la religión.

Quedó huérfana de padre y madre cuando aún era muy niña y esto la impresionó muchísimo. Después durante toda su vida le pediría perdón a Dios por no haber confiado lo suficientemente en su juventud en la Providencia Divina que a nadie abandona.

Su infancia es muy sufrida y tiene que trabajar duramente pero esto la hace fuerte y la vuelve comprensiva con las niñas pobres que necesitan ayuda para poderse instruir debidamente.

Se hace Terciaria Franciscana y sin haber hecho sino estudios de primaria, llega a ser Consejera de gobernadores, obispos, doctores y sacerdotes. Es que había recibido del Espíritu Santo el Don del Consejo, que consiste en saber lo que más conviene hacer y evitar en cada ocasión.

Viendo que las niñas no tenían quién las educara y las librara de peligros mortales, y que las teorías nuevas llevaban a la gente a querer organizar la vida como si Dios no existiera, fundó la Comunidad de Hermanas Ursulinas (en honor a Santa Úrsula, la santa mártir del siglo IV, que dirigía el grupo de muchachas llamadas “Las once mil vírgenes, que murieron por defender su religión y su castidad).

Lo que más le impresionaba era que las niñas de los campos y pueblos que visitaba no sabían nada o casi nada de religión. Sus papás o no sabían o no querían enseñarles catecismo. Por eso ella organizó a sus amigas en una asociación dedicada a enseñar catecismo en cada barrio y en cada vereda.

Ángela era de baja estatura pero tenía todas las cualidades de líder y de guía para influir en los demás. Y además tenía mucha simpatía y agradabilidad en su trato.

En Brescia fundó una escuela y de allí se extendió su Comunidad de Ursulinas por muchas partes. Un grupo de 28 muchachas muy piadosas se vino a vivir en casa de Ángela y con ellas fundó la Comunidad. En una visión contempló un enorme grupo de jóvenes vestidas de blanco que volaban hacia el cielo, y una voz le dijo: “Estas son tus religiosas educadoras”.

La gente consideraba a Santa Úrsula como una gran líder o guía de mujeres. Por eso Ángela puso a sus religiosas el nombre de Ursulinas.

La Comunidad de Ursulinas fue fundada en 1535, y cinco años después murió su fundadora, Santa Ángela, el 27 de enero de 1540. Fue canonizada en 1807.

Un hombre le preguntó un día en plena calle: ¿Qué consejo me recomienda para comportarme debidamente? Y ella le respondió: “Compórtese cada día como deseara haberse comportado cuando le llegue la hora de morirse y de darle cuenta a Dios”.

Sus últimas palabras fueron: “Dios mío, yo te amo”. Que estas sean también las palabras que nosotros digamos no sólo al tiempo de morir, sino muchísimas veces durante toda nuestra vida.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Angela_de_Merici.htm)

26 enero, 2023

Santos Timoteo y Tito Obispos y Discípulos de San Pablo


 

¡Oh!, Santos Timoteo y Tito, obispos, vosotros, sois
los hijos del Dios de la Vida, sus amados santos
y discípulos del Apóstol San Pablo, a quien ayudasteis
presidiendo las Iglesias de Éfeso y de Creta. Timoteo,
tal y conforme significa vuestro nombre: “Aquel que
siente amor o adoración a Dios” y Tito: “Aquel que
es protegido y honrado”, ambos hicisteis grande honor
a vuestros nombres. Vos, Timoteo, sois la imagen del
discípulo ejemplar: obediente, discreto y valiente,
y por estas cualidades Pablo, quiso que fuerais su
compañero de apostolado en vez de Juan Marcos,
durante el segundo viaje. Os encontró en Listra,
en su primer viaje, y así, fuisteis de los primeros
convertidos al Evangelio. Desde entonces acompañasteis
a Pablo, cual viajero incansable del «Apóstol de los
gentiles», llevando cartas y noticias dándole, respecto
de los mismos. Presente estuvisteis en el martirio
de vuestro maestro Pablo, regresando después a Éfeso,
para entregar vuestra santa vida como mártir. Y, vos,
Tito, el otro maravillosos amigo y fiel colaborador
de Pablo, convertido y bautizado por el mismo apóstol.
Os trató afablemente como hijo suyo, y con vos, hizo
otro viaje misionero, y fuisteis vos, quien llevó la “carta
de las lágrimas” de Pablo a los fieles de Corinto,
restableciendo la armonía y organizando la limosna
para los pobres de Jerusalén. Luego del cautiverio
de Roma, Pablo, os dejó, con la misión de organizar la
primera comunidad cristiana. Aquí, recibisteis la carta
de Pablo, luego fuisteis a Roma y allí, os mandó a
evangelizar a Dalmacia, en donde aún, está difundido
vuestro culto. Finalmente, vos, entregasteis vuestra
alma al cielo, después de haberos inmolado por Dios.
¡Timoteo y Tito!, santos obispos, vosotros, gastasteis
vuestras vidas en buena lid, para coronadas ser hoy, con
coronas de luz eterna, como justo premio a vuestro amor y fe;
¡oh! Timoteo y Tito, “vivos y fieles amigos de Pablo y Cristo”.

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado


26 de Eenro
Santos Timoteo y Tito
Obispos y Discípulos de San Pablo

Fuente: Archidiócesis de Madrid

Martirologio Romano: Memoria de los santos Timoteo y Tito, obispos y discípulos del apóstol san Pablo, que le ayudaron en su ministerio y presidieron las Iglesias de Éfeso y de Creta, respectivamente. Les fueron dirigidas cartas por su maestro que contienen sabias advertencias para los pastores, en vista de la formación de los fieles (s. I).

Etimología: Timoteo = Aquel que siente amor o adoración a Dios, es de origen griego.
Etimología: Tito = Aquel que es protegido y honrado, es de origen latino.

Breve Biografía

San Pablo nombró obispos a Timoteo y Tito, sus discípulos y colaboradores.

Los Santos Timoteo y Tito vivieron en la órbita del grande apóstol de las Gentes, y el nuevo calendario los coloca después de la fiesta de la “conversión” de San Pablo.

Timoteo es la imagen del discípulo ejemplar: obediente, discreto, eficaz, valiente. Por estas cualidades Pablo quiso que fuera su compañero de apostolado, en vez de Juan Marcos, durante el segundo viaje misionero en el año 50.

Había nacido en Listra, en donde Pablo lo encontró durante el primer viaje, y fue de los primeros convertidos al Evangelio; había sido educado en la religión hebrea por la abuela Loida y por la madre Eunice. Desde su encuentro con Pablo, siguió su itinerario apostólico; lo acompaña a Filipos y a Tesalónica.

Después los encontramos juntos en Atenas, en Corinto, en Éfeso y finalmente en Roma durante el primer cautiverio de Pablo. Fue un infatigable “viajero enviado” por el apóstol de las Gentes, y mantuvo los contactos entre Pablo y las jóvenes comunidades cristianas fundadas por él.

A menudo le llevaba las cartas y le daba noticias respecto de las mismas comunidades. Entre el 63 y el 66, cuando recibió la primera carta que le envió Pablo, Timoteo era el jefe de la Iglesia de Éfeso. Desde Roma Pablo le escribió una segunda carta, invitándolo a visitarlo antes del invierno. Es conmovedora la petición del anciano apóstol al “hijo” Timoteo, para que le llevara el abrigo que había dejado en Tróade, pues le servía para el frío en la cárcel de Roma. Timoteo estuvo presente en el martirio de Pablo; después regresó definitivamente a la sede de Éfeso, en donde, según una antigua tradición, murió mártir en el año 97.

El segundo fiel colaborador de Pablo fue San Tito, de origen pagano. Convertido y bautizado por el mismo apóstol, que lo llama “hijo mío”, se encuentra en compañía de Pablo en Jerusalén, en el año 49. Hizo con él el tercer viaje misionero y fue Tito quien llevó la “carta de las lágrimas” de Pablo a los fieles de Corinto, entre los cuales restableció la armonía y organizó la colecta para los pobres de Jerusalén.

Después del cautiverio de Roma, Pablo, de paso por Creta, dejó ahí a Tito con la misión de organizar la primera comunidad cristiana. Aquí recibió la carta de Pablo. Es un documento muy importante, porque nos informa sobre la vida interna de la Iglesia apostólica. Después Tito fue a Roma donde su Maestro, que lo mandó probablemente a evangelizar a Dalmacia, en donde todavía hoy está muy difundido su culto. Una antigua tradición, históricamente no confirmada, dice que Tito murió en Creta, de edad muy avanzada.

(http://www.es.catholic.net/op/articulos/34507/timoteo-y-tito-santos.html)

25 enero, 2023

La Conversión de San Pablo, Apóstol de los gentiles


 

¡Oh! San Pablo, Apóstol bendita la conversión vuestra:
¡Saulo!
¡Saulo! ¿Por qué me persigues? Os dijo el Señor
¿Quién eres, Señor? Preguntasteis vos
¡Yo soy Jesús, a quien tú persigues! Os contestó la voz
¡Levantaos y entrad en la ciudad que allí se os dirá
lo que tenéis que hacer. Y, vos, os levantasteis del suelo,
pero cuando abristeis los ojos no podíais ver,
y os llevaron a Damasco. Y, allí, estuvisteis ciego tres días,
sin comer, ni beber nada. Y un tal Ananías fue tras vos,
y cuando llegó a la casa, os impuso las manos y os dijo:
“Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció
en el camino, me ha enviado para que recobres
la vista y seas lleno del Espíritu Santo”.
Al instante cayó de vuestros ojos algo como escamas,
y recobrasteis la vista. Os levantasteis y fuisteis bautizado.
Y, en seguida os dedicasteis a predicar en las sinagogas.
Y, el mundo de entonces, el de hoy y el de mañana incluso,
sabe y reconoce que Jesús es el Hijo del Dios único y verdadero;
¡oh! San Pablo, «vivo Apóstol del Dios Vivo Verdadero y eterno».

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado


25 de Enero
La Conversión de San Pablo
Apóstol de los gentiles

Convertirse significa, para cada uno de nosotros, creer que Jesús se ha entregado a sí mismo por mi, por ti y por todos nosotros.

Por: SS Benedicto XVI | Fuente: Catholic.net

Dios, como a Pablo, te invita a la conversión

Hoy, 25 de enero, se hace memoria de la “Conversión de san Pablo” (…) En el caso de Pablo, algunos prefieren no utilizar el término conversión, porque -dicen- él ya era creyente, es más hebreo ferviente y por ello no pasó de la no-fe a la fe, de los ídolos a Dios, ni tuvo que abandonar la fe hebrea para adherirse a Cristo. En realidad, la experiencia del Apóstol puede ser el modelo de toda auténtica conversión cristiana.

La de Pablo maduró en el encuentro con el Cristo resucitado; fue este encuentro el que le cambió radicalmente la existencia. En el camino de Damasco sucedió para él lo que Jesús pude en el Evangelio de hoy: Saulo se convirtió porque, gracias a la luz divina, “creyó en el Evangelio”. En esto consiste su conversión y la nuestra: en creer en Jesús muerto y resucitado y en abrirse a la iluminación de su gracia divina.

En aquel momento, Saulo comprendió que su salvación no dependía de las obras buenas realizadas según la ley, sino del hecho que Jesús había muerto también por él -el perseguidor- y que estaba, y está, resucitado. Esta verdad, que gracias al Bautismo ilumina la existencia de cada cristiano, alumbra completamente nuestro modo de vivir.

Convertirse significa, también para cada uno de nosotros, creer que Jesús “se ha entregado a sí mismo por mí”, muriendo en la cruz (cfr Gal 2,20) y, resucitado, vive conmigo y en mí. Confiándome al poder de su perdón, dejándome tomar la mano por Él, puedo salir de las arenas movedizas del orgullo y del pecado, de la mentira y de la tristeza, del egoísmo y te toda falsa seguridad, para conocer y vivir la riqueza de su amor.

Queridos amigos, la invitación a la conversión, valorada por el testimonio de san Pablo, resuena hoy (…) El Apóstol nos indica la actitud espiritual adecuada para poder progresar en el camino de la comunión. “Ciertamente no he llegado a la meta -escribe a los Filipenses -, no he llegado a la perfección; pero me esfuerzo en correr para alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús” (Fil 3,12).

Ciertamente, nosotros los cristianos no hemos conseguido llegar aún a la meta de la unidad plena, pero si nos dejamos continuamente convertir por el Señor Jesús, llegaremos seguramente.

La Virgen María, Madre de la Iglesia una y santa, nos obtenga el don de una conversión verdadera, para que cuanto antes se realice el anhelo de Cristo: “Ut unum sint”.

Fragmento de las palabras de SS Benedicto XVI durante el Ángelus, en la Fiesta de la Conversión de San Pablo 25 enero 2009.

(http://www.es.catholic.net/op/articulos/12632/dios-como-a-pablo-te-invita-a-la-conversin.html)

24 enero, 2023

San Francisco de Sales Obispo Patrono de los periodistas y escritores


 

 

¡Oh!, San Francisco de Sales; vos, sois, el hijo del Dios de la Vida,
su “apóstol de la palabra y de la verdad” contra los impíos
protestantes, líder y escudo con vuestro verbo prodigioso y vuestro
amado santo. Con uno de vuestros escritos llamado “Introducción
a la vida devota”, nos invitasteis dulcemente a amar esta heroica
clase de vida. Vos, decíais: “¿No es una barbaridad querer desterrar
la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos,
del palacio, de los príncipes y del hogar de los casados?” !Claro
que sí! Prescindir de Dios, que es sólo Amor, es como estar muerto
en vida, ir, ciego y cojo por el mundo, y el cuerpo, atado al eterno
fuego. “No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos
con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor.
Y, te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes
jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada
al enojo”. ¡Maravilla de maravillas! Como sabéis vos, vuestra
dulzura, no fue algo fácil de lograr, pues dicen que vos, en vuestra
juventud teníais mal genio. Pero, que vos, supisteis modelar, con
vuestra lucha ascética con el fin de aumentar vuestra capacidad
de autodominio. Prueba de ello, se cuenta que, al haceros la autopsia,
os encontraron con vuestro hígado duro como piedra. Al final, vuestra
alma voló al cielo luego de haberla gastado en buena lid, ganándoos
corona de luz, como premio justo a vuestra entrega grande de amor;
Santo Patrono de los escritores y periodistas del orbe de la tierra;
¡oh!, San Francisco de Sales, “viva virtud y dulzura del Dios Vivo y eterno”.

© 2023by Luis Ernesto Chacón Delgado


24 de enero
San Francisco de Sales
Obispo
Patrono de los periodistas y escritores
(1567-1622)

Se dice que escribía de día hojas clandestinas y la metía por debajo de las puertas, de noche. Por esa razón, se ganó el premio “patrono de los periodistas”.

Escribía como un ángel

De forma, que los franceses lo tienen entre sus clásicos de literatura. Montañés de cuerpo entero, nacido en los Alpes, en el castillo saboyano de Sales. Familia exquisita. Le llevan a estudiar a la universidad de París. Luego a Padua. Canónigo de Annecy, obispo auxiliar de Ginebra, líder de debates con los protestantes, apóstol de la región de Chablais. Vuelve a París, trata con san Vicente de Paul, en todas partes se le recibe con entusiasmo.

Hay un libro: “Introducción a la vida devota”, cuarenta ediciones en vida del autor, y en aquellos tiempos. Un libro utilizado muchísimo tiempo como lectura espiritual.

“¿No es una barbaridad -decía él- querer desterrar la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos, del palacio de los príncipes, del hogar de los casados?”

Hay una amistad que no se puede olvidar. La que mantuvo con Juana Chantal; con ella fundó la Orden de la Visitación.

Una virtud

La dulzura de este hombre, de quien dicen que en su juventud tenía tan mal genio.

Respecto a esto, es una constante en la biografía de todo santo su lucha ascética a fin de aumentar su capacidad de autodominio. Pero para demostrar que esta virtud no se consigue de la noche a la mañana, he aquí un detalle precisamente referida a nuestro santo.

Se cuenta que al hacerle al autopsia, le encontraron su hígado endurecido como un piedra. Esto se explica por la enorme violencia que tuvo que hacerse este hombre de fuerte carácter para hacerse y aparecer amable, delicado y bondadoso en el trato. Esa dulzura de la que hablamos antes, no le fue fácil conseguirla.

San Francisco de Sales escribió: “No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo”

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Francisco_de_Sales.htm)

22 enero, 2023

Domingo 3 (A) del tiempo ordinario

 

Texto del Evangelio (Mt 4,12-23):Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea. Y dejando Nazaret, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: «¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles! El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido». Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado».

Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

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«Recorría Jesús toda Galilea» Rev. D. Josep RIBOT i Margarit (Tarragona, España)

Hoy, Jesús nos da una lección de “santa prudencia”, perfectamente compatible con la audacia y la valentía. En efecto, Él —que no teme proclamar la verdad— decide retirarse, al conocer que —tal como ya habían hecho con Juan Bautista— sus enemigos quieren matarlo a Él: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte» (Lc 13,31). —Si a quien pasó haciendo el bien, sus detractores intentaron dañarle, no te extrañe que también tú sufras persecuciones, como nos anunció el Señor.


«Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea» (Mt 4,12). Sería imprudente desafiar los peligros sin un motivo proporcionado. Solamente en la oración discernimos cuándo el silencio o inactividad —dejar pasar el tiempo— son síntomas de sabiduría, o de cobardía y falta de fortaleza. La paciencia, ciencia de la paz, ayuda a decidir con serenidad en los momentos difíciles, si no perdemos la visión sobrenatural.


«Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo» (Mt 4,23). Ni las amenazas, ni el miedo al qué dirán o las posibles críticas pueden retraernos de hacer el bien. Quienes estamos llamados a ser sal y luz, operadores del bien y de la verdad, no podemos ceder ante el chantaje de la amenaza, que tantas veces no pasará de ser un peligro hipotético o meramente verbal.


Decididos, audaces, sin buscar excusas para postergar la acción apostólica para “después”. Dicen que «el “después” es el adverbio de los vencidos». Por eso, san Josemaría recomendaba «una receta eficaz para tu espíritu apostólico: planes concretos, no de sábado a sábado, sino de hoy a mañana (…)».

Cumplir la voluntad de Dios, ser justos en cualquier ambiente, y seguir el dictamen de la conciencia bien formada exige una fortaleza que hemos de pedir para todos, porque el peligro de la cobardía es grande. Pidamos a nuestra Madre del Cielo que nos ayude a cumplir siempre y en todo la voluntad de Dios, imitando su fortaleza al pie de la Cruz.

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «No seré pobre en méritos, mientras Él no lo sea en misericordia. Y, aunque tengo conciencia de mis muchos pecados, si creció el pecado, más desbordante fue la gracia. Y, si la misericordia del Señor dura siempre, yo también cantaré eternamente las misericordias del Señor» (San Bernardo)
  • «¡Navegad mar adentro, y echad las redes! También vosotros estáis llamados a convertiros en “pescadores de hombres”. No dudéis en emplear vuestra vida para testimoniar con alegría el Evangelio, especialmente a vuestros coetáneos» (Francisco)
  • «Quienes con la ayuda de Dios han acogido la llamada de Cristo y han respondido libremente a ella, se sienten por su parte urgidos por el amor de Cristo a anunciar por todas partes en el mundo la Buena Nueva ( Catecismo de la Iglesia Católica).

(https://evangeli.net/evangelio/dia/2023-01-22)

21 enero, 2023

Santa Inés, Patrona de las jóvenes, las novias, las prometidas en matrimonio, los jardineros y de quienes quieren vivir la virtud de la pureza.

 Santa Inés (Patrona de las adolescentes)

 

¡Oh!, Santa Inés, vos, sois la hija del Dios de la vida,
su amada santa y mártir. San Ambrosio habló de vos, así:
“Se refiere que ella tenía sólo trece años cuando fue
martirizada. Y notemos el poder de la fe que consigue
hacer mártires valientes en tan tierna edad. Casi no había
sitio en tan pequeño cuerpo para tantas heridas. Se mostró
valientísima ante las más ensangrentadas manos de los
verdugos y no se desanimó cuando oyó arrastrar con estrépito
las pesadas cadenas. Ofreció su cuello a la espada del soldado
furioso. Llevada contra su voluntad ante el altar de los
ídolos, levantó sus manos puras hacia Jesucristo orando,
y desde el fondo de la hoguera hizo el signo de la cruz,
señal de la victoria de Jesucristo. Presentó sus manos
y su cuello ante las argollas de hierro, pero era tan pequeña
que aquellos hierros no lograban atarla. Todos lloraban
menos ella. Las gentes admiraban la generosidad con la cual
brindaba al Señor una vida que apenas estaba empezando a
vivir. Estaban todos asombrados de que a tan corta edad pudiera
ser ya tan valerosa mártir en honor de la Divinidad. Cuántas
amenazas empleó el tirano para persuadirla. Cuántos halagos
para alejarla de su religión. Mas ella respondía: La esposa
injuria a su esposo si acepta el amor de otros pretendientes.
Únicamente será mi esposo el que primero me eligió, Jesucristo.
¿Por qué tardas tanto verdugo? Perezca este cuerpo que no
quiero sea de ojos que no deseo complacer. Llegado el momento
del martirio. Reza. Inclina la cabeza. Hubierais visto temblar
el verdugo lleno de miedo, como si fuera él quien estuviera
condenado a muerte. Su mano tiembla. Palidece ante el
horror que va a ejecutar, en tanto que la jovencita mira sin
temor la llegada de su propia muerte. He aquí dos triunfos
a un mismo tiempo para una misma niña: la pureza y el
el martirio”. El hijo del alcalde de Roma os pretendía y
a él le dijisteis: “He sido solicitada por otro Amante. Yo amo
a Cristo. Seré la esposa de Aquel cuya Madre es Virgen; lo
amaré y seguiré siendo casta”. ¡Y, éste fue vuestro delito!
Os quitaron vuestra terrena vida, pero, ganasteis, la eternidad
como premio a vuestra entrega increíble de amor a Cristo, pues,
“con mínimas fuerzas superó grandes peligros”, como dice San
Dámaso en vuestro epitafio. !Mártir de la virginidad y Santa
Patrona de las jóvenes vírgenes de todo el orbe de la tierra!;
¡oh!, Santa Inés, “viva pureza del Dios de la Vida y del Amor”.

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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Hoy, 21 de enero, se celebra la fiesta de Santa Inés, patrona de las jóvenes, las novias, las prometidas en matrimonio, los jardineros y de quienes quieren vivir la virtud de la pureza. A Santa Inés se le vincula, a partir de su nombre, con los corderos blancos y su lana. De hecho, “Inés” proviene del nombre “Agnes”, y este, a su vez, del vocablo latino “Agnus”, cordero. En la liturgia la lana blanca tiene una delicada presencia. Con ella se confecciona el palio arzobispal, ornamento distintivo del arzobispo metropolitano o del Papa cuando preside una celebración.

De acuerdo a la tradición más conocida, Inés era una joven hermosa, de familia noble y que era pretendida por muchos ricos e influyentes jóvenes romanos. Al haberlos rechazado aduciendo que estaba comprometida con Cristo, fue denunciada como cristiana ante las autoridades civiles. Estas dispusieron un execrable castigo -penosamente común entre las doncellas que querían mantenerse vírgenes-: Inés sería llevada a un prostíbulo para ser ultrajada y así doblegar su voluntad. Contra lo que esperaban las autoridades, de acuerdo a la leyenda, Inés escapó ayudada por ángeles, en medio de varias señales celestes que la protegieron. Entonces, los romanos organizaron su recaptura. Al ser hallada, Inés supo que lo que le esperaba era la muerte. Primero, fue puesta en la hoguera, pero las llamas no le hicieron daño. Luego, se decidió concluir el trance llevándola ante el verdugo para ser decapitada. Así murió el año 304.

Constantina -hija del emperador Constantino- edificó una basílica en honor de Inés en la Vía Nomentana de Roma. Su fiesta comenzó a celebrarse a mediados del siglo IV.

De acuerdo al tratado de San Ambrosio sobre las vírgenes, Santa Inés murió con tan solo doce años. Pese a su juventud dio ejemplo de inmensa fortaleza al permanecer firme durante el martirio. Cuenta el Santo que Inés se mantuvo “inalterable, al ser arrastrada por pesadas y chirriantes cadenas”.

Añade el mismo San Ambrosio: “No tenía aún edad de ser condenada, pero estaba ya madura para la victoria… Resultó así que fue capaz de dar fe de las cosas de Dios una niña que era incapaz legalmente de dar fe de las cosas humanas, porque el Autor de la naturaleza puede hacer que sean superadas las leyes naturales”.

Se dice también que el verdugo, inquieto por el monstruoso encargo de asesinar a una niña, hizo lo posible para convencerla de que acepte a alguno de los pretendientes, pero Santa Inés respondió: “sería una injuria para mi Esposo esperar a ver si me gusta otro; él me ha elegido primero, él me tendrá. ¿A qué esperas, verdugo, para asestar el golpe? Perezca el cuerpo que puede ser amado con unos ojos a los que no quiero”.

La Santa oró y dobló la cerviz ante el verdugo, al que le temblaba la diestra para dar el golpe, mientras ella permanecía serena. “En una sola víctima tuvo lugar un doble martirio: el de la castidad y el de la fe. Permaneció virgen y obtuvo la gloria del martirio”, recuerda San Ambrosio.

A Santa Inés se le representa como una niña o jovencita orando, con una diadema en la cabeza y una especie de estola sobre los hombros, en alusión al palio -hecho de lana blanca-. A sus pies -o a veces en sus brazos- suele representarse un cordero. Aparece también rodeada de algunos objetos (pira, espada, palma y lirios).

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-santa-ines-patrona-de-las-jovenes-las-novias-y-la-pureza-68862)