UN HOMBRE LLAMADO JESÚS
Por: Luis Ernesto Chacón Delgado
INTRODUCCIÓN
Cada vez, cuando está mas cerca el fin de año, la vida para cientos de miles de millones de cristianos, comienza a cambiar y no es para menos, llega la fiesta de la Navidad; la más grande que la humanidad creyente celebra, que no fue oficialmente reconocida hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno, se proclamó el 25 de Diciembre como fecha de la Natividad, a excepción de las iglesias orientales, griegas y rusas, que conmemoran este acontecimiento, el 6 de enero, con la fiesta Teofanía o manifestación de Jesús como Dios.
Tanto judíos como musulmanes, mencionan a Jesús, como una figura histórica y reconocen que en verdad vino al mundo y que habitó entre nosotros. En diciembre el pueblo judío celebra "Hanukka" (festividad de las luces) y los musulmanes el "Ramadán" (mes del ayuno), por lo que este mes no sólo tiene espíritu navideño, sino que también se comparte celebraciones tan importantes, con las dos más grandes religiones monoteístas del orbe.
LA ASTRONOMÍA Y LA CARTA SOBRE JESÚS
Para la astronomía, el verano del año 7 A.C., se señala como la fecha más probable de su nacimiento. Tal investigación, es atribuida al astrónomo Konradin Ferrari d'Occhieppo, de la Universidad de Wien, (Austria), quien la fijó para el 15 de septiembre de ese año, por la tarde y otro estudio de David Hughes, colega del primero; también concuerda con él. Es también claro señalar, sin embargo; que hay cientos de fechas especulativas que han hecho por su parte, astrólogos y gente del mundo esotérico, carentes de valor científico.
Nadie pone en duda estas circunstancias y hoy, sabemos que la mayoría de los historiadores han corroborado, la existencia de una persona real llamada "Jesús", que vivió hace más de 2000 años y, mas allá de lo que se conoce de Él, por los evangelios; existe también un documento, poco difundido y de muy antigua data. En el, se halla una descripción de Jesús, que hizo Publio Léntulo, antecesor de Poncio Pilatos. Se trata de una carta descubierta en el Siglo XII, dirigida al senado romano; que entonces se hallaba bajo el imperio de Tiberio César, y que se publica en 1933, en el "Almanaque de Tierra Santa", la misma que es traducida de su original en latín y conservada actualmente en la casa Cesarini, en Roma, y cuyo maravilloso contenido es el siguiente:
"Tengo entendido, oh, César, hay por aquí un hombre que practica grandes virtudes, y se llama Jesucristo, a quien las gentes tienen por un gran Profeta y sus discípulos dicen que es el Hijo de Dios.
Todos los días se oyen cosas maravillosas de este Cristo; resucita a los muertos y sana a los enfermos con una sola palabra. Es un hombre de buena estatura, hermoso rostro y tanta majestad brilla en su persona que, cuantos le miran, se ven obligados a amarlo.
Sus cabellos son de color de avellana no madura, extendidos hasta las orejas y, sobre las espaldas, son del color de la tierra, pero muy resplandecientes. La nariz y los labios no pueden ser tachados de defecto alguno: la barba es espesa y semejante al cabello, algo corta y partida por en medio.
Tiene los ojos como los rayos del sol, y nadie puede mirarle fijamente al rostro por el resplandor que despide. Tiene las manos y los brazos muy bellos. Su conversación agrada mucho, pero se le ve muy poco y, cuando se presenta, es modestísimo en su aspecto; en fin, es el hombre más bello que se puede ver e imaginar; muy parecido a su madre, que es la mujer más hermosa que se ha visto por estas tierras.
Si Vuestra Majestad, ¡Oh César!, desea verlo, como me escribiste en cartas anteriores, dímelo, que no faltará ocasión para enviarlo. En letras asombra a toda la ciudad de Jerusalén. Él nunca. ha estudiado, pero sabe todas las ciencias. Muchos se ríen al verlo, pero en su presencia callan y tiemblan. Dicen que jamás se ha visto ni oído a hombre semejante. Algunos se me quejan de que es contrario a V. Majestad. Me veo molestado por estos malignos hebreos.
En Jerusalén, séptima, luna undécima". ¿Impresionante verdad?. Claro, ¡muy impresionante!.
MARÍA MADRE DE CRISTO
Este Jesús; Hijo de Dios, vino a través de María cuando el Ángel la saludó y le dijo: "Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres..( )".(Lc. 1,26) y ella responderá con una humildad excepcional: "Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como has dicho". (Lc.1,38). Total, había sido escogida por Dios para ser el aposento de su preciado y amado Hijo. Ella preservada de todo pecado y Jesús con diferencias tangenciales: Dios le dio su Divinidad y María, su humanidad, denotando su linaje sobre natural. El Hijo que lleva en su vientre está desposeído de todo pecado y que llegado el momento cumbre de su glorificación sería Él mismo, antes de padecer su crucifixión, que afirmaría ser Hijo de Dios, por boca de sus captores.
En la noche del 24, para el 25 de Diciembre; lo recordamos a Él, pero sucede que justamente Él, desaparece de nuestros corazones y su amor es relegado a un segundo y tercer plano, anulándose casi literalmente, para dar paso a un relativismo tipo "new age", donde "lo bueno es malo y lo malo es bueno", total; si nadie distingue mejor. "Noche materialista", podríamos haberla bautizado sin mas argumentos. Como por arte de magia la fe desaparece y sin querer el ambiente se llena de una efusividad vana, ilusoria y pasajera.
LA ACTITUD DE HOY
¿Qué ha pasado?. ¿Por qué esta actitud?. Nada nuevo. Sin la contundencia de las razones de fe, que nos ha reunido allí, y sin la fuerza que ella nos da; las generaciones venideras harán lo mismo y peor. No seamos, pues los constructores de generaciones sin alma, sin espíritu, meramente materialistas y sin Dios. Para ello, evitemos que primen nuestros deseos terrenos, los mismos que llenos de afanes, han convertido la Noche Santa, en simple oportunidad de consumo, placer, suntuosidad y despilfarro, sin importar el mundo que llora, sufre y muere de hambre, en medio de la barbarie y genocidio de millones de seres humanos, a los que se les ha dado las espaldas, en una muerte peor; que la que produciría el empleo de armas de destrucción masiva: el olvido del hombre, por el propio hombre.
Y, a propósito de ése hombre, podemos decir que él, destina en armas unos 900.000 millones de dólares al año, lo que indica la "importancia" atribuida por él, al "poderío militar"; antes que a la paz y el desarrollo. Estas cifras se han multiplicado al menos por 15, respecto a la década de los años 30 y crecen y crecen, de manera desconcertante para continuar con la escalada de muerte; con el pretexto de "arreglar" en cierto modo - dice - las "cosas mal hechas" en la tierra. ¿Por quién?. ¡Por el hombre¡. ¿Para quién?. ¡Para el hombre!. Ellas no hacen otra cosa que incrementar las estadísticas que, al parecer son el atractivo principal de los organismos internacionales, que se sirven de ellas, sólo para anunciar al mundo mas muerte; como el caso de los casi 30,000 niños menores de 5 años que se mueren cada día en todo el globo y los 14 millones de niños que no asisten a la escuela primaria. ¿Y la Navidad para ellos?. Recibieron como regalo, las espaldas de los hombres, pero Dios, misericordioso como es, los acoge en los pastos eternos.
EL QUERER, EL PODER Y EL TENER
Juan Pablo II "El Grande", había denunciado en vida, la tríada de la muerte: "el querer, el tener y el poder", la misma que egoísta y despiadada, sólo sabe vivir de la desgracia humana, que; a diferencia del Hijo del Hombre; vino con una sola arma: "el amor" y claro; ahora mismo, nosotros; los muy "civilizados" continuamos su crucifixión. Hoy aparecemos por todo lado, con esas mismas ansias, disfrazadas de pura hipocresía y mimetizadas para servir a toda costa al "reyno de la oscuridad", porque así; nos place hacerlo. Somos nosotros primero, nosotros segundo y tercero también. Vivimos una parodia de hacer el bien. Vivir para ser servidos y nunca para servir.
¿Servirá que se conozca, cómo era Jesús físicamente?. Servirá, siempre y cuando conozcamos su actuar y decidamos imitarlo, en lo pequeño y en lo grande. Yo jamás he oído a alguien decir que su vida fue trasformada porque llegó a conocer su rostro y su cuerpo solamente, pero de una cosa si estoy seguro, la puesta en práctica de sus hechos pulverizaron a todos los grandes hombres de todos los tiempos. Ellos han desaparecido de la faz de la tierra. Cumplieron su tiempo y se fueron, con una gran diferencia, Jesús; se fue, pero volvió a los tres días y está con nosotros. Este 25 vuelve a "nacer" literalmente. Hagamos de aquella noche, una imperecedera, que Él, estemos donde estemos y como estemos, estará con nosotros: "(...) Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt. 28-20).
Tengamos en cuenta estas palabras y aquella noche, junto al pesebre, elevemos una oración de gracias por la vida y el amor y sepamos que frente al "Verbo" hecho carne; -redundo -, Dios, le ha trasmitido su Divinidad, y María, le ha dado su Humanidad. Una Divinidad y Humanidad que compartirá con nosotros hasta su muerte y una muerte de cruz, por salvarnos del pecado y todo por amor al hombre. Allí está el secreto de la vida abundante y nada debe ser más importante que celebrar al autor de la vida, de todo lo creado e increado. Algo más; José, el gran José; estará también como el más fiel escudero del Señor, un maravilloso hombre, sin cuya participación el misterio de la Natividad no sería tan especial y extraordinaria.
CONCLUSIÓN
“Yo soy el camino la verdad y la vida. Solamente por mi se puede llegar al Padre. Si ustedes me conocen a mi, también conocen a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo.” (Juan 14:6). Cristo es el camino, la verdad y la vida. Él mismo lo dijo. No hay nada ni nadie más, en todo el infinito universo, que haya podido vivir entre nosotros y ofrecerse como redención de nuestros pecados e invitarnos hacia la vida eterna. Su vida y su obra, han trascendido todo cálculo humano, ha rebatido toda filosofía y se ha hecho imperecedera a través de los siglos. Releer el Nuevo Testamento con los pasajes previos de su advenimiento nunca estarán de más. Cantemos villancicos, agradezcamos por la vida y todo cuanto por Él, hemos recibido en esta vida y recibiremos en la otra y, junto a los Magos de Oriente, los pastorcillos y toda la creación, adorémosle pues Él; se merece eso y mucho más. Después, podremos continuar con la celebración y el desborde propio de esta fiesta, y que ojalá fuera el preludio de una vida de solidaridad, de espiritualidad, de paz y amor, todos niños otra vez. Acaban de dar las Doce. ¡Feliz Navidad para todos!.
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Bibliografía:
La Biblia de Estudio
ACI
Enciclopedia "Pijoan"
"Enciclopedia Sarpe del Universo"
"Para Salvarte" Jorge Loring SJ.
"Astrología y Astronomía" Juan Vernet
"Historia del Tiempo" S.W. Hawking
"Con el Cielo en el Bolsillo" Eduardo Averbuj
"Estrellas" Andreas Schulzt
http://www.watchtower.org
http://www.buenanueva.net
http://es.geocities.com/musulmanesnuevos
http://www.artehistoria.com/historia/contextos/937.htm
http://www.enciclopediacatolica.com/n/navidad.htm
http://www.cinu.org.mx/cumbre2005/carpeta_prensa.htm
http://www.intratext.com/X/ESL0024.htm
http://www3.planalfa.es/cidaf/noticias/news43.htm
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