Oh, San Dionisio, vos, sois
el hijo del Dios de la vida
y, su amado Santo y Mártir,
que, con audacia y valor, os
decidisteis evangelizar las
galias, siendo su primer obispo
y apóstol. Fundasteis iglesias
y diseminasteis la palabra
de Dios, y por ello, martirizado
fuisteis, junto con Rústico
y Eleuterio, durante la impía
persecución de Valeriano. Y,
Dios, no os abandonó y, para
admiración de las gentes de
vuestro tiempo, con vuestra
cabeza, en las manos caminasteis
largo trecho, hasta que, Casulla,
la tomó y, os desplomasteis.
Y, vuestra alma voló al cielo,
Para coronaros de luz eterna.
Y, quiso Dios, que allí justo,
os edificaran una basílica en
vuestro honor, con justicia;
oh, Dionisio, “amor, fe y luz”.
© 2012 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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9 de Octubre
San Dionisio
Mártir
¿Quién fue San Dionisio?
Dionisio de París (Dionysius, en latín; Saint Denis, en francés), según el relato de San Gregorio de Tours en su Historiae francorum (Historia de los francos), llegó a Francia hacia el 250 ó 270 desde Italia con seis compañeros con el fin de evangelizarla. Fue el primer obispo de París, y apóstol de las Galias. Dionisio fundó en Francia muchas iglesias y fue martirizado en el 272, junto con Rústico y Eleuterio, durante la persecución de Valeriano. Actualmente es el Santo Patrón de Francia.
Según las Vidas de San Dionisio, escritas en la época carolingia, tras ser decapitado, Dionisio anduvo durante seis kilómetros con la cabeza en sus manos, atravesando Montmartre, por el camino que, más tarde, sería conocido como calle de los Mártires. Al término de su trayecto, entregó su cabeza a una piadosa mujer descendiente de la nobleza romana, llamada Casulla, y después se desplomó. En ese punto exacto se edificó una basílica en su honor. La ciudad se llama actualmente Saint-Denis. Su fiesta se celebra el 9 de octubre.
La tradición del culto a San Dionisio de París, fue creciendo poco a poco, dándole a conocer, llegando a confundirlo con Dionisio Areopagita (obispo de Atenas) o con Dionisio el Místico. Esta confusión proviene del siglo XII cuando el abad Suger falsificó unos documentos por razones políticas, haciendo creer que San Dionisio había asistido a los sermones de Pablo de Tarso.
Una leyenda tardía confunde a Dionisio Areopagita con el primer obispo de París, martirizado alrededor de 270. Tal identificación la encontramos en el Martirologio y en el Breviario Romano, el 9 de octubre. Pero en el Vetus Romanum Martyrologium, los dos Dionisios se distinguen claramente uno del otro; el 3 de octubre, en efecto, se lee: “Athenis, Dionysii Areopagitae, sub Adriano diversis tormentis passi, ut Aristides testis est in opere quod de Christiana religione composuit; y el 9 de octubre: “Parisiis Dionysii episcopi cum sociis suis a Fescennino cum gladio animadversi” (PL, CXXIII, col. 171).
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