29 octubre, 2014

San Germán de Capua



 Oh, San Germán de Capua, vos, sois el hijo
del Dios de la vida y su amado santo, que tuvisteis 
la misión de, a los bizantinos convencer,  para 
que fin pusiesen al “cisma acaciano”, que 
duraba ya treinta y cinco años, y, que, con 
éxito culminó, firmándose la famosa “Fórmula 
de Hormisdas”. Y, naciendo vos, en cuna de oro, 
os desprendisteis de todo y lo disteis a los pobres,
para luego dedicaros a la oración y a la vida
espiritual. Más tarde, os eligieron como obispo, 
por el clero y la aclamación popular, dedicándoos 
a la evangelización de vuestra grey, el conocimiento 
y el amor de Cristo. Amigo de san Benito, de san 
Sabino, y san Juan I Papa, propiciasteis un clima 
de piedad y de amor hacia los pobres. Amado y 
querido en vuestro tiempo, por propios y extraños,
cuando vos, entregasteis vuestra alma al Padre, 
cuenta san Gregorio, que, hallándose San Benito 
en el Monte Casino, vio a los ángeles del Señor 
llevando vuestra alma “a la eterna felicidad”. Y, 
sí, hoy estáis en la plena gloria, coronado con justicia
de luz, como premio a vuestra entrega de amor;
Oh, San Germán de Capua, “el camino de Dios”.

© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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30 de Octubre
San Germán de Capua
Obispo
†: c. 540
País:Italia
Canonización:pre-congregación

En Capua, también en la Campania, san Germán, obispo, del que habla el papa san Gregorio I Magno en sus escritos.

El papa san Hormisdas envió a este santo prelado, con otros legados, ante el emperador Justino el año 519, con la misión de convencer a los bizantinos para que pusiesen fin al «cisma acaciano» que había durado ya treinta y cinco años. La embajada tuvo éxito, y se firmó la famosa «Fórmula de Hormisdas». Gregorio el Grande afirma, en base a la autoridad de «sus mayores», que mucho después de la muerte del diácono romano Pascacio, san Germán le vio todavía en el purgatorio, porque se había unido al cisma que organizó Lorenzo contra el papa san Símaco; Pascasio expiaba su culpa al prestar servicio a los que acudían a las fuentes de aguas termales, a las que san Germán tuvo que ir por motivos de salud. Pocos días después, Pascasio salió del purgatorio gracias a las oraciones de Germán. Este fue amigo personal de san Benito; san Gregorio cuenta que hallándose San Benito en Monte Casino, vio a los ángeles llevar a la felicidad eterna el alma de san Germán, cuya muerte ocurrió el año 540.

Una ‘Vita’ escrita a mediados del siglo IX nos informa algunos detalles más: Germán nació en Capua, hijo de Amancio y Juliana, familia prominente de la ciudad. A la muerte de su padre, Germán, heredero de una considerable fortuna, prefirió, con el consentimiento de la madre, desprenderse de todo y darlo a los pobres, para dedicarse a la oración y la vida espiritual. En el 519 muere el obispo de Capua, Alejandro, y Germán es elegido según la usanza de la época, es decir, por el clero y la aclamación popular, a lo que resistió un poco, para finalmente aceptar el nombramiento.

Además de ser amigo de san Benito, lo fue también de san Sabino, obispo de Canosa y del papa san Juan I. Inicialmente Germán fue sepultado en Capua la Vieja, en la iglesia de San Esteban, iglesia en la que el propio Germán había hecho colocar las reliquias del santo protomártir; esta iglesia había sido construida por Constantino el Grande, y allí Germán fue venerado por largo tiempo. Pero en el 866 el emperador Ludovico II pasó cerca de un año en Capua, y cuando se iba, llevó el cuerpo de san Germán, cuyas reliquias repartió en dos distintos lugares: en la ciudad de Cassino (al pie de Monte Cassino), que por crecer tanto el fervor a san Germán paso a llamarse ciudad de san Germán, hasta que recibió de nuevo su nombre original en el siglo XIX; y en Piacenza, en la iglesia de San Sixto, que al final fue la única ciudad donde se conservaron. Piacenza volvió a donar reliquias del santo a la ciudad de Cassino, de la que es especial patrono y muy venerado, pero tanto las representaciones artísticas del santo en Monte Cassino, como sus reliquias se perdieron en la incivilizada y cruel destrucción norteamericana de la abadía de Monte Cassino en 1944.

La primera parte del artículo proviene de Butler, los datos de la ‘Vita’ y el traslado de las reliquias, fueron traducidos y resumido para ETF a partir de un artículo de Antonio Borrelli en Santi e Beati. La imagen es de la estatua de San Germán realizada en 1483 para la iglesia de su título en la ciudad de Cassino. La «Vita» del siglo XI que menciona Borrelli puede verse en Acta Sanctorum, oct. XIII; debe notarse que la identificación entre este Germán y el legado del papa Hormisdas es probable, pero no del todo segura.


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