¡Oh!, Santa María Goretti, vos, sois la hija del Dios
de la vida y, su amada santa, que perdisteis a vuestro
padre a temprana edad, y vuestra madre a trabajar se dedicó
dejándoos a vuestros menores hermanos a cargo vuestro,
realizando vuestras obligaciones con alegría y amor,
y, cada semana, a clases de catecismo asistiendo. A los
once años, hicisteis vuestra primera comunión haciéndoos
el propósito de morir antes que cometer pecado alguno.
Y, así, fue. Donde vos, vivíais, un tal Alejandro Serenelli,
se enamoró de vos, y os proponía indecentes conductas
que vos, rechazabais. Pero, el mal tomó cuerpo en él, y
os buscó un día, pero vos, os negasteis a ceder en sus
pretensiones y advirtiéndole que, lo que pretendía pecado
era y que, vos, jamás accederíais. Y, entonces, vuestro
agresor ignorando vuestras palabras, os atacó salvajemente
con un cuchillo, clavándoos por catorce veces. Así, herida
de muerte, os llevaron al hospital de San Juan de Dios,
donde os operaron sin anestesia, soportando los dolores
que a su vez, ofrecíais al Dios Vivo. Antes de morir, vos,
alcanzasteis a recibir la comunión y la unción de los enfermos
e hicisteis público vuestro perdón a vuestro agresor. El
criminal, condenado fue a treinta años de prisión, no
dando muestras de estar arrepentido. Pero, después, en un
sueño, vos, aparecisteis a vuestro asesino, y le dijisteis
que él gozaría también del cielo. Y luego, sucedió el milagro:
Serenelli completamente cambió, volviéndose hacia Dios y
ofreciendo sus trabajos y sufrimientos en reparación de
sus pecados. Más tarde, y después de veinte y siete años,
liberado fue y, acudió a perdón pedir a vuestra madre,
quien, no solo lo perdonó sino que, lo defendió en público
diciendo que si Dios y su hija lo habían perdonado, ella
no tenía porque no hacerlo. Vuestra fama se extendió cada
vez más y fueron apareciendo muestras de santidad, fruto
de vuestra cercanía a Dios y a vuestra devoción a la Madre
de Dios. Fuisteis canonizada en la Plaza de San Pedro, ante
un gentío innumerable, por Pío Doce, Papa, y asistieron a
ella, vuestra madre, dos hermanas y un hermano vuestro. Y,
así, con vuestra corta y pero santa vida, corona de luz
ganasteis, como muy justo premio a vuestra misericordia;
¡Oh!, Santa María Goretti, “viva pureza del Dios de la vida”.
© 2017 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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6 de julio
Santa María Goretti
Virgen y mártir
Santa María Goretti nació en Corinaldo, Italia el 16 de octubre de 1890 hija de Luis Goretti y Assunta Carlini, ambos campesinos. María fue la segunda de seis hijo. Vivió en el seno de una familia humilde y perdió a su padre a los diez años por causa del paludismo. Como consecuencia de la muerte de su padre, la madre de María Goretti tuvo que trabajar dejando la casa y los hermanos menores a cargo de ésta quien realizaba sus obligaciones con alegría y cada semana asistía a clases de catecismo.
A los once años hizo su primera comunión haciéndose, desde entonces, el firme propósito de morir antes que cometer un pecado. En la misma finca donde vivía María trabajaba Alejandro Serenelli, quien se enamoró de María que en ese entonces contaba con doce años. Serenelli, a causa de lecturas impuras, se dedicó a buscar a María haciéndole propuestas que la santa rechazaba haciendo que Serenelli se sintiera despreciado.
El 5 de julio de 1902 Serenelli fue en busca de María quien estaba sola en su casa y al encontrarla la invitó a ir a una recámara de la casa a lo que María se negó por lo que aquél se vio obligado a forzarla. María se negaba advirtiéndole a Serenelli que lo que pretendía era pecado y que no accedería a sus pretensiones por lo que éste la atacó con un cuchillo clavándoselo catorce veces.
María no murió inmediatamente, fue trasladada a la hospital de San Juan de Dios donde los médicos la operaron sin antestcia porque no había y durante dos horas la santa soportó el sufrimiento ofreciéndo a Dios sus dolores. Antes de morir, un día después del ataque, María alcanzó a recibir la comunión y la unción de los enfermos e hizo público su perdón a Serenelli.
El asesino fue condenado a 30 años de prisión donde al principio no daba muestras de arrepentimiento. La tradición cuenta que después de un sueño donde María le dijo que él también podía ir al cielo, Serenelli cambió completamente volviéndose hacia Dios y ofreciendo sus trabajos y sufrimientos en reparación de sus pecados.
Después de 27 años de cárcel fue liberado y acudió a pedir perdón a la madre de la santa, quien no solo lo perdonó sino que lo defendió en público alegando que si Dios y su hija lo habían perdonado, ella no tenía porque no perdonarlo. La fama de María Goretti se extendía cada vez más y fueron apareciendo las muestras de santidad, que fue fruto de su cercanía a Dios y su devoción a laVirgen María.
Después de numerosos estudios, la Santa Sede la canonizó el 24 de junio de 1950 en una ceremonia que se tuvo que realizar en la Plaza de San Pedro debido a la cantidad de asistentes que se calculaban en más de quinientas mil personas. En la ceremonia de canonización acompañaron a Pío XII la madre, dos hermanas y un hermano de María. Durante esta ceremonia Su Santidad Pío XII exhaltó la virtud de la santa y sus estudiosos afirman que por la vida que llevó aún cuando no hubiera sido mártir habría merecido ser declarada santa.
(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/María_Goretti.htm)
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