¡Oh! Santos Ponciano e Hipólito, vosotros, sois
los hijos del Dios de la Vida y sus amados santos.
Vos, Ponciano Papa, y vos, Hipólito presbítero,
fuisteis deportados juntos a Cerdeña, con igual
condena y vuestros restos trasladados finalmente
a Roma. Ponciano Papa, al cementerio de Calisto
y vos Hipólito, al cementerio de la vía Tiburtina.
Cuando vos, Ponciano llegasteis a la Cátedra de Pedro,
encontrasteis a la Iglesia dividida por un cisma,
creado por vos, Hipólito, afamado por vuestro saber
de la Escritura y por lo profundo de vuestro pensar,
que no aceptasteis la elección del diácono Calixto
como Papa y, que os erigisteis en jefe disidente,
afirmando que vos, representabais la tradición.
Maximiano, el perseguidor de entonces, constató
que los cristianos se apoyaban en los dos obispos,
y el emperador mandó que arrestasen a ambos, y
les condenó a trabajos forzados. Y, así, ambos
renunciasteis a vuestros cargos y fueron deportados
a Cerdeña, uniéndose en una misma confesión de fe,
encontrando así, muerte gloriosa y ejemplar. Cuando
cesó la persecución, el Papa Fabián, llevó vuestros
restos a Roma, un día com hoy, hechos ya, santos
mártires, para daros cristiana sepultura. Mucho antes,
Dios, os había coronado, con corona de luz, como
justo premio a vuestra entrega de amor y fe. !Aleluya!
¡Oh!, Santos Ponciano e Hipólito, “viva luz de Cristo”.
los hijos del Dios de la Vida y sus amados santos.
Vos, Ponciano Papa, y vos, Hipólito presbítero,
fuisteis deportados juntos a Cerdeña, con igual
condena y vuestros restos trasladados finalmente
a Roma. Ponciano Papa, al cementerio de Calisto
y vos Hipólito, al cementerio de la vía Tiburtina.
Cuando vos, Ponciano llegasteis a la Cátedra de Pedro,
encontrasteis a la Iglesia dividida por un cisma,
creado por vos, Hipólito, afamado por vuestro saber
de la Escritura y por lo profundo de vuestro pensar,
que no aceptasteis la elección del diácono Calixto
como Papa y, que os erigisteis en jefe disidente,
afirmando que vos, representabais la tradición.
Maximiano, el perseguidor de entonces, constató
que los cristianos se apoyaban en los dos obispos,
y el emperador mandó que arrestasen a ambos, y
les condenó a trabajos forzados. Y, así, ambos
renunciasteis a vuestros cargos y fueron deportados
a Cerdeña, uniéndose en una misma confesión de fe,
encontrando así, muerte gloriosa y ejemplar. Cuando
cesó la persecución, el Papa Fabián, llevó vuestros
restos a Roma, un día com hoy, hechos ya, santos
mártires, para daros cristiana sepultura. Mucho antes,
Dios, os había coronado, con corona de luz, como
justo premio a vuestra entrega de amor y fe. !Aleluya!
¡Oh!, Santos Ponciano e Hipólito, “viva luz de Cristo”.
© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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13 de Agosto
Santos Ponciano Papa e Hipólito presbítero
Mártires.
Martirologio Romano: Santos mártires
Ponciano, Papa, e Hipólito, presbítero, que fueron deportados juntos a
Cerdeña, y con igual condena, adornados, al parecer, con la misma
corona, fueron trasladados finalmente a Roma, Hipólito, al cementerio de
la vía Tiburtina, y el papa Ponciano, al cementerio de Calisto (c.
236).
Al llegar Ponciano a la Cátedra de Pedro, en el año 230, encontró a
la Iglesia dividida por un cisma, cuyo autor era el sacerdote Hipólito,
un maestro afamado por su conocimiento de la Escritura y por la
profundidad de su pensamiento. Hipólito no se había avenido a aceptar la
elección del diácono Calixto como papa (217) y, a partir de ese
momento, se había erigido en jefe de una comunidad disidente, estimando
que él representaba a la tradición, en tanto que Calixto y sus sucesores
cedían peligrosamente al último capricho.
El año 235 estalló la persecución de Maximiano. Constatando que los
cristianos de Roma se apoyaban en los dos obispos, el emperador mandó
que arrestasen a ambos, y les condenó a trabajos forzados.
Para que la Iglesia no se viera privada de cabeza en circunstancias
tan difíciles, Ponciano renunció a su cargo e Hipólito hizo otro tanto.
Deportados a Cerdeña, se unieron en una misma confesión de fe, y no
tardaron en encontrar la muerte. Después de la persecución, el papa
Fabián (236-250), pudo llevar a Roma los cuerpos de ambos mártires. El
13 de agosto es precisamente el aniversario de esta traslación.
Pronto se echó en olvido que Hipólito había sido el autor del cisma.
Sólo se tuvo presente al mártir y doctor, hasta tal punto que un dibujo
del siglo IV asocia sus nombres a los de Pedro y Pablo, Sixto y Lorenzo.
(http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=531)
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