10 junio, 2020

Santa Paulina del Corazón Agonizante de Jesús

Catholic.net - Paulina del Corazón Agonizante de Jesús, Santa
 
¡Oh!, Santa Paulina del Corazón Agonizante de Jesús,
Vos sois la hija del Dios de la Vida, su amada santa y
Fundadora de la Congregación de Hermanitas de la
Inmaculada Concepción. Vos, después de vuestra primera
comunión, comenzasteis a participar en el apostolado
parroquial: Catecismo para los pequeños, visitas a los
enfermos, y limpieza de vuestra capilla. Un día, junto a
vuestra amiga Virginia, acogisteis a una enferma de cáncer
en fase terminal, dando inicio así, a la Congregación
de las Hermanitas de la Inmaculada Concepción, aprobada
por vuestro obispo José de Camargo Barros.
Vos, Virginia y Teresa vuestras compañeras amigas
hicisteis votos religiosos, recibiendo vos, el nombre de
Hermana Paulina del Corazón Agonizante de Jesús.
Y, así, vuestras vidas atrajeron increíblemente muchas
vocaciones, a pesar de la pobreza y de las dificultades
en que vosotras vivíais. Más tarde, a vos, os eligieron
superiora general de vuestra congregación y también
depuesta, para trabajar con los enfermos de la Santa Casa
y con los ancianitos del asilo San Vicente de Paulo. En
ese tiempo, solo os quedó la oración, el trabajo y el
sufrimiento, haciendo y aceptando todo por vuestra
congregación y para que “Nuestro Señor fuera conocido
amado y adorado por todos en todo el mundo”.
Como “Veneranda Madre Fundadora” se os destacó en el
Decreto de Honor concedido por la Santa Sede a vuestra
congregación. Cuando escribisteis vuestro testamento
dijisteis: “Sed muy humildes. Confiad siempre y mucho en
la Divina Providencia; nunca, jamás, os desaniméis, aunque
vengan vientos contrarios. Nuevamente os digo: Confiad en
Dios y en María Inmaculada; manteneos firmes y !adelante!”.
Sufríais de diabetes y os amputación del dedo medio y luego
el brazo derecho, pasando luego a ser víctima de la ceguera.
Y, así, y luego de haberos gastado en cuerpo y espírtu, voló
vuestra alma al cielo, para coronada ser con corona de luz
como recompensa a vuestra entrega increíble de amor y fe;
¡Oh!, Santa Paulina del “Corazón Agonizante de Jesús”.



 © 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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10 de Junio
Santa Paulina del Corazón Agonizante de Jesús
Fundadora de la Congregación de Hermanitas de la Inmaculada Concepción


Amabile Lucia Visintainer, hoy Santa Paulina, nació el 16 de diciembre de 1865 en Vígolo Vattaro, provincia de Trento, Italia, en ese tiempo región del Sur del Tirol, bajo el dominio de Austria.

En septiembre de 1875 la familia de Napoleone Visintainer emigró con muchos otros tridentinos al Brasil donde fundaron la localidad de Vígolo en el actual municipio de Nueva Trento, en el estado de Santa Catarina.


Amabile, después de la primera comunión, que recibió más o menos a los doce años, comenzó a participar en el apostolado parroquial: Catecismo para los pequeños, visitas a los enfermos, y limpieza de la capilla de Vígolo.


El día 12 de julio de 1890, junto con su amiga, Virginia Rosa Nicolodi, Amabile acogió a una enferma de cáncer en fase terminal, dando inicio a la Congregación de las Hermanitas de la Inmaculada Concepción, aprobada por el obispo de Curitiba, Don José de Camargo Barros, el 25 de agosto de 1895.


En diciembre de 1895, Amabile y las dos primeras compañeras (Virginia y Teresa Ana Maule), hicieron los votos religiosos, y Amabile recibió el nombre de Hermana Paulina del Corazón Agonizante de Jesús. La santidad y la vida apostólica de la Madre Paulina y de sus hermanas atrajeron muchas vocaciones, a pesar de la pobreza y de las dificultades en que vivían.


En 1903, la Madre Paulina fue elegida superiora general “ad vitam” y dejó a Nueva Trento para cuidar de los huérfanos, hijos de antiguos esclavos y de los esclavos viejos y abandonados en Ipiranga, en la ciudad de San Pablo.


En 1909, fue depuesta del cargo de superiora general por el arzobispo de San Pablo, Don Duarte Leopoldo e Silva, y enviada a trabajar con los enfermos de la Santa Casa y con los ancianitos del asilo San Vicente de Paulo en Bragança Paulista, sin poder nunca más ocupar ningún otro cargo en su congregación.


Fueron años marcados por la oración, por el trabajo y por el sufrimiento: haciendo y aceptando todo para que la congregación de las Hermanitas siguiera adelante, y “nuestro Señor fuera conocido, amado y adorado por todos en todo el mundo”.


En 1918 fue llamada por la superiora general Madre Vicência Teodora, su sucesora, y con consentimiento de Don Duarte a la Casa Madre en Ipiranga, donde permaneció hasta su muerte, en una vida retirada, de intensa oración, asistiendo a las hermanas enfermas.


Como “Veneranda Madre Fundadora” se la destacó en el Decreto de Honor concedido por la Santa Sede a la congregación de las Hermanitas el 19 de mayo de 1933, y en la celebración del cincuentenario de la fundación, el 12 de julio de 1940, cuando la Madre Paulina hizo su testamento espiritual: “Sed muy humildes. Confiad siempre y mucho en la Divina Providencia; nunca, jamás, os desaniméis, aunque vengan vientos contrarios. Nuevamente os digo: Confiad en Dios y en María Inmaculada; manteneos firmes y !adelante!”.


A partir de 1938 la Madre Paulina comenzó a acusar graves disturbios a causa de la diabetes que padecía. Después de dos cirugías, en las cuales sufrió la amputación del dedo medio y luego del brazo derecho, pasó los últimos días víctima de la ceguera. Murió el 9 de julio de 1942; sus últimas palabras fueron: “Hágase la voluntad de Dios”.


La espiritualidad ignaciana recibida de sus directores espirituales tiene en la Madre Paulina características propias, que señalan a la “Veneranda Madre fundadora” como una religiosa en la cual se pueden admirar sus virtudes teologales, morales y religiosas en grado eminente o heroico. Fe profunda y confianza ilimitada en Dios, amor apasionado a Jesús Eucaristía, devoción tierna y filial a María Inmaculada, devoción y confianza en “nuestro buen padre San José””, y veneración por las autoridades eclesiales y civiles. Caridad sin límites para con Dios, traducida en gestos de servicio a los hermanos más pobres y abandonados.


Toda la vida de la Madre Paulina se puede resumir en el título que le dio el pueblo de Vígolo: “enfermera”, esto es, ser para los otros o “toda de Dios y toda de los hermanos” como rezan hoy sus devotos y sus Hermanitas. Humildad, que llevó a la Madre Paulina hasta el aniquilamiento de sí misma para que la congregación siguiera adelante.


La página más luminosa de la santidad y de la humildad de la Madre Paulina fue escrita por la actitud que manifestó cuando Don Duarte le anunció su destitución: “Se arrodilló… se humilló… respondió que estaba totalmente dispuesta a entregar la congregación… se ofrecía espontáneamente para servir en la congregación como súbdita”.


Terminado el capítulo de agosto de 1909, comenzaba el holocausto doloroso y meritorio de la Madre Paulina, a quien el arzobispo de San Pablo le había decretado: “Viva y muera en la congregación como súbdita”. Y permaneció en la sombra hasta su muerte, en unión con Dios, como lo declaró a su director espiritual, Padre Luiz Maria Rossi, SI: “La presencia de Dios me es tan íntima, que me parece imposible perderla, y esta presencia le da a mi alma una alegría que no puedo explicar”.


El carisma dejado por la Madre Paulina a su congregación se traduce en la sensibilidad para percibir los clamores de la realidad con sus necesidades, y disponibilidad para servir, en la Iglesia, a los más necesitados y a los que se encuentran en mayor situación de injusticia, con simplicidad, humildad y vida interior. Es un servir alimentado por una espiritualidad eucarística y mariana, por la que toda Hermanita hace de Jesús Eucaristía el centro de su vida, alimentada por una tierna devoción a María Inmaculada y al buen padre San José.


La primera santa del Brasil fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 18 de octubre de 1991, en Florianópolis, estado de Santa Catarina. A la Madre Paulina le confiamos el pueblo brasileño, la Iglesia de Brasil y la congregación de las Hermanitas de la Inmaculada Concepción y todas las personas que han colaborado en su canonización.

(http://santosdedios.blogspot.pe/2013/07/09-de-julio-santa-paulina-del-corazon.html)

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