»Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia’. Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?». Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo». Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos».
«Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán’»
Hoy contemplamos el misterio del
rechazo de Dios en general, y de Cristo en particular. Sorprende la
reiterada resistencia de los hombres ante el amor de Dios.
Pero la parábola hoy se refiere más específicamente al rechazo que los
judíos tuvieron con Cristo: «Finalmente les envió a su hijo, diciendo:
‘A mi hijo le respetarán’. Pero los labradores, al ver al hijo, se
dijeron entre sí: ‘Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos
con su herencia’. Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le
mataron» (Mt 21,37-39). No es fácil entender esto: es porque Cristo vino
a redimir al mundo entero, y los judíos esperan a su “mesías”
particular que les dé a ellos el dominio de todo el mundo…
Cuando estuve en Tierra Santa me dieron un prospecto turístico de Israel
donde están los judíos más famosos de la historia: desde Moisés, Gedeón
y Josué hasta Ben Gurión, que fue el realizador del Estado de Israel.
Sin embargo, en ese prospecto no está Jesucristo. Y Jesús ha sido el
judío más conocido de la historia: hoy se le conoce en el mundo entero, y
ya hace dos mil años que murió…
A los grandes personajes, al cabo del tiempo, se les admira, pero no se
les ama. Hoy nadie ama a Cervantes o a Miguel Ángel. Sin embargo, Jesús
es el más amado de la historia. Hombres y mujeres dan la vida por amor a
Él. Unos de golpe en el martirio, y otros “gota a gota”, viviendo sólo
para Él. Son miles y miles en el mundo entero.
Y Jesús es el que más ha influido en la historia. Valores hoy aceptados
en todas partes, son de origen cristiano. No sólo eso, sino que además
se constata que hoy hay un acercamiento a Jesucristo, también entre
judíos (“nuestros hermanos mayores en la fe”, como dijera San Juan Pablo
II). Pidamos a Dios particularmente por la conversión de los judíos,
pues este pueblo, de grandes valores, convertido al catolicismo, puede
ser un gran beneficio para la humanidad entera.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Ama la Sagrada Escritura, y la sabiduría te amará; ámala tiernamente, y te custodiará; hónrala y recibirás sus caricias. Que sea para ti como tus collares y tus pendientes» (San Jerónimo)
«En la Cruz Jesús ya no nos habla en comparaciones: es Él mismo» (Benedicto XVI)
«(…) Ante el Sanedrín, a la pregunta de sus acusadores: ‘Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?’, Jesús ha respondido: ‘Vosotros lo decís: Yo soy’ (Lc 22,70). Ya mucho antes, Él se designó como el ‘Hijo’ que conoce al Padre (cf. Mt 11,27), que es distinto de los ‘siervos’ que Dios envió antes a supueblo (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 443)
(https://evangeli.net/evangelio/dia/2023-10-08)
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