¡Oh!, San Lucio, vos, sois el hijo del Dios de la vida y
su amado santo y que, dejando vuestra realeza, optasteis
por cristiano ser y, no os equivocasteis pues es Él,
camino, verdad y vida. Nada os importó misionero ser, y
luego su santo Obispo. Os retirasteis más tarde, a Coira
en Suiza, donde un monte y una cueva existen con vuestro
nombre, pues retirado vivisteis allí por algún tiempo,
terminando vuestra santa vida, preso y martirizado, y,
luego decapitado en la fortaleza de Martiola. Pero, vos,
perdisteis vuestra vida, sí; pero, jamás vuestra alma
que vólo, directa al Padre, quien os coronó, con corona
de luz, como justo premio a vuestra emtrega de amor;
¡oh!, San Lucio, “esperanza de Cristo, hecha fe y luz”.
su amado santo y que, dejando vuestra realeza, optasteis
por cristiano ser y, no os equivocasteis pues es Él,
camino, verdad y vida. Nada os importó misionero ser, y
luego su santo Obispo. Os retirasteis más tarde, a Coira
en Suiza, donde un monte y una cueva existen con vuestro
nombre, pues retirado vivisteis allí por algún tiempo,
terminando vuestra santa vida, preso y martirizado, y,
luego decapitado en la fortaleza de Martiola. Pero, vos,
perdisteis vuestra vida, sí; pero, jamás vuestra alma
que vólo, directa al Padre, quien os coronó, con corona
de luz, como justo premio a vuestra emtrega de amor;
¡oh!, San Lucio, “esperanza de Cristo, hecha fe y luz”.
© 2015 Luis Ernesto Chacón Delgado
___________________________________
___________________________________
22 de Abril
San Lucio
Rey
San Lucio
Rey
San Lucio es, según una antiquísima tradición, el primero de los
reyes de Inglaterra que abrazó el cristianismo, en tiempos del papa
Eleuterio (170-185). El martirologio romano y el Liber Pontificalis
concuerdan en ello y designan a los santos Fugacio y Damián como los
misioneros apostólicos que llevaron la fe de Cristo a Inglaterra y
convirtieron a Lucio. La versión histórica nos dice que Lucio era el
jefe militar de uno de los pequeños Estados en que estaba dividida
entonces Gran Bretaña.
La tradición señala como causa de su conversión, el milagro de la
legión fulminante, la misma que relata que la legión Melitina, en tiempo
de Marco Aurelio, compuesta toda ella de cristianos, en su expedición
contra los sármatas salvó al ejército de morir de sed, atrayendo sobre
ellos una lluvia providencial, al tiempo que caía sobre los enemigos una
granizada y una tormenta de rayos que los derrotó.
Aprovechando Lucio las relaciones políticas con el imperio romano, al
que debía su familia el poder, se dirigió a Roma para conocer la
floreciente iglesia cristiana de la capital. Vuelve la tradición a
completar su vida,situándolo en Coira (Suiza), donde hay un monte y una
cueva dedicados a su nombre porque se cree que allí vivió retirado algún
tiempo. Su vida terminó con el martirio: fue preso y decapitado en la
fortaleza de Martiola. Sus reliquias se conservan en Augsburgo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario