Miercoles Santo
Cuaresma y Semana Santa
¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?
Mateo 26, 14-25. Miércoles Santo.
La traición de una persona
querida trae siempre un dolor muy profundo. Jesús ha vivido este dolor.
Por: José Cisneros | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Mateo 26, 14-25
Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes,
y les dijo: ¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré? Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle. El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: ¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua? El les dijo: Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos. Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor? El respondió: El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!» Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: ¿Soy yo acaso, Rabbí? Dícele: Sí, tú lo has dicho.
y les dijo: ¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré? Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle. El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: ¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua? El les dijo: Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos. Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor? El respondió: El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!» Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: ¿Soy yo acaso, Rabbí? Dícele: Sí, tú lo has dicho.
Oración introductoria
Jesús, el distintivo de tus discípulos y misioneros es el amor y la
fidelidad. Sin embargo, la traición a tu amor continúa y es más dolorosa
cuando proviene de quienes buscamos estar más cerca de Ti. Te suplico
que me cuentes entre ésos que quieren ser fieles, entre los que te piden
tu gracia para ser auténticos apóstoles de tu Reino.
Petición
Dame, Señor, la sabiduría y fortaleza para ser siempre fiel.
Meditación del Papa Francisco
Sino la síntesis de la Buena Noticia; es la opción de los que quieren
tener los sentimientos del Corazón de Jesús. «La expresión “Corazón de
Jesús” nos hace pensar inmediatamente en la humanidad de Cristo, y
subraya su riqueza de sentimientos, su compasión hacia los enfermos, su
predilección por los pobres, su misericordia hacia los pecadores, su
ternura hacia los niños, su fortaleza en la denuncia de la hipocresía,
del orgullo y de la violencia, su mansedumbre frente a sus adversarios,
su celo por la gloria del Padre y su júbilo por sus misteriosos y
providentes planes de gracia… nos hace pensar también en la tristeza de
Cristo por la traición de Judas, el desconsuelo por la soledad, la
angustia ante la muerte, el abandono filial y obediente en las manos del
Padre.
Y nos habla sobre todo del amor que brota sin cesar de su interior:
amor infinito hacia el Padre y amor sin límites hacia el hombre. (San
Juan Pablo II, Ángelus, 9 julio 1989).
Reflexión
La traición de una persona querida trae siempre un dolor muy
profundo. Jesús ha vivido este dolor sin una reacción irascible, sino
que ha hecho todo lo posible por evitar la violencia con Judas de tal
manera que, cuando éste llega a Getsemaní con una turba de gente armada,
Jesús no rechaza el beso del traidor. Se limita a hacerle ver su error
con los ojos de la conciencia y del corazón: “¿Con un beso traicionas al
Hijo del Hombre?”.
Es paradójico que un beso, un gesto afectivo, llegue a ser un acto de
traición. Existe una bella oración que se recita en la Iglesia Oriental
tomada de la antigua liturgia de san Juan Crisóstomo. Dice así: “Hijo
de Dios, hazme hoy partícipe de tu místico convite, porque no revelaré
el Misterio a tus enemigos, ni te daré el beso de Judas. Más bien, como
el buen ladrón, te pido que te acuerdes de mí, Señor, cuando estés en tu
Reino”.
Pidamos hoy la gracia de ser siempre fieles al amor del maestro y busquemos en Él la luz para realizar la voluntad de Dios.
Propósito
Pedir al Espíritu Santo la sabiduría para comprender la grandeza de la Misericordia de Dios.
Diálogo con Cristo
Jesús, no permitas que abuse de tu misericordia. Que mi corazón no se
endurezca sino que se llene de ese santo temor que lo encauce a nunca
ofenderte conscientemente. Gracias por darme la luz para formar mi
conciencia y la fuerza para luchar siempre contra toda forma de egoísmo o
doblez. Sé que llegar a santidad es difícil, que no se logra de un día
para otro, pero que nunca deje de esforzarme por conseguirla.
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