07 julio, 2005

Sol En La Noche


La poesía de Luis Ernesto Chacón es un canto a la Naturaleza, un retablo de ideas místicas y cosmológicas. Canta Pachamama en su manifestación clarividente: el Sol, los colores, los cóndores, los giros cósmicos, los árboles, los Apus, los surcos, los muros milenarios, el agua, la fauna y la flora de su tierra, en fin toda la creación divina aparece en su voz lírica como la resonancia del viento.

Su lenguaje es expresión mítica. En leyendas mágicas, este su nuevo libro traduce luminosas maravillas y pregunta por misterios como el génesis del mundo y celebra la vida y los valores de alma.

Su alentador anhelo, ideal de vida superior y aspiración espiritual verdadera, es una utopía constante que transfitura las imágenes de los rincones andinos y adquiere dimensiones trascendentales. Tambomachay, "gloria en piedra y agua", es un "portal de energía". Sacsayhuaman, "leyenda con realidad de roca", la vicuña en un "querubín", la laguna es "un cristal fundido por Dios"; el maíz, "menú de los dioses"; el arco iris "luciérnaga del día fértil".

Los cantos de Luis Ernesto Chacón nos enseñan los dulces sueños del cielo y de los valles, los secretos de la noche y el misterio de los Apus encantados. Con su poesía, aprendemos el habla mágica del Ollataytambo, potestad de la Naturaleza, quien con su espíritu portentoso se une a la tierra en una fiesta universal de luz. Con el poeta Luis Ernesto Chacón recordamos el primer Rey Inca, el Wiracocha y sentimos nostalgia del esplendor de aquella mañana del Imperio y esperamos el emisario de Dios que vendrá a redimir a su pueblo.

Por la magia de sus versos, el paisaje enciende luceros que evocan los misterios del origen, la gloria de los ayeres y la esperanza de resurrección.

Lectores amigos, los invito a reaprender con Luis Ernesto a venrar a el Sol. Reaprender a mirar luces celestiales con los ojos del espíritu y a reconocer en ellas la esperanza de su Fuente de Vida; sus rayos iluminan a todos los seres; sin escoger a ninguno en especial. Careceremos de ese aprendizaje de sentir en la luz solar los fluidos benevolentes del padre de la humanidad.

¡"Pobres los hombres de ahora
que faltos de sí
te miran y no te comprenden"!

Inspirado en los ideales superiores del alma, el poeta celebra la vida y los encantos. Bebe en la naturaleza la esencia del vuelo místico y comprende que todo expresa el cielo y vuelve al cielo como el árbol de la vida.

"Muevo el mundo de arriba y veo la luz
Apago los ojos cada noche y palpo vida"

Todo conspira a la realización sublime el llanto de las nubes, el escenario de las maravillas andinas, las visiones sagradas y el universo mágico. Por esa armonía tan imprescindible y por la oportunidad de vivir ese reino de magnitudes que tanto anhelamos, Chacón declara: "vivo mi fe por ustedes". Su utopía de reconstruir la vida y volar por las alturas: Estrella, "una señal hazme y a tí me voy"

Unámonos a las aspiraciones sublimes de esta poesía que nos celebra la vida y enseña a vivir y a reconstruir el nuevo Tahuantinsuyo sobre los basaltos de la conciencia reformada.

Marcio Catunda
Poeta y Diplomático Brasileño

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